Regresaron de vacaciones los burócratas y, no solo el
gobierno se animo, sino que también la política, los priistas. Que tuvieron,
muy rápido, todo un proceso para elegir a la nueva líder de las mujeres. Si
bien es cierto que antes de ir a vacaciones se calentó el ambiente, un fue
hasta esta semana que se hizo la convocatoria, registró y declaratoria: Ya es
Susana Hernández Flores, la nueva líder del ONMPRI en Tamaulipas.
La cuestión hay que verla con el contexto de las
elecciones del 2015 y del 2016. Hay que recordar que el PRI, en su anterior
elección, si bien es cierto que gano la mayoría de los municipios, perdió Nuevo
Laredo y Matamoros, que le significo también perder las diputaciones locales de
esos distritos; al grado que, para que Ramiro Ramos se convirtiera en líder
congresal, fue necesario destruir a la fracción parlamentaria del Verde; puesto
que dos de sus diputados se cambiaron al PRI para lograr la mayoría necesaria.
El primer movimiento del ajedrez político fue sustituir a
Ramiro Ramos Salinas. Y hasta donde se sabe, fue un movimiento fallido: Rafael González
Benavides fue el plan b, toda vez que, para la primera opción, se cuenta, hubo
un veto del equipo de Enrique Peña Nieto. Luego entonces, la estrategia ya no
es completa, porque se tuvo que improvisar. A partir de ahí, se han dado otros
movimientos, unos buenos, otros malos.
Mayra Benavides sustituyo a Roberto Huerta en el
liderazgo de los jóvenes priistas. Ahí el cambio fue necesario, se adelanto la
sucesión porque Huerta siempre dio la impresión de ser un líder nylon, sin
carisma, muy pasivo, sin iniciativa. En cambio Mayra es una joven hiperactiva,
que ha dado buen ritmo y está consolidando la participación de los jóvenes en
su partido. Su dinamismo, su trabajo y sobre todo ser parte de una familia
política, la ubican como una potencial candidata, sea en el 15 o en el 16…
actualmente también es regidora capitalina.
Un cambio que no cuadro, y que si es parte de una
estrategia, fue la unción de Humberto Valdez Richaud en el Movimiento Territorial,
sustituyendo al diputado Heriberto Ruiz Tijerina. A Humberto, desde joven, se
le conoce como “Betico”; como exalcalde de Reynosa como “El caliche”. Esta más
calado en la política: ha ocupado cargos en la Admón. Pública, en el puestos de
elección popular… Para unos, es un cartucho quemado; para otros, un dinosaurio
de la política… la cuestión es: ¿es el líder para apuntalar victorias
electorales?
El cambio más reciente es el de Susana Hernández.
Sustituye a Hortensia Romero Zaleta, que paso sin pena ni gloria por el
liderazgo. Y es que llego, como una
desconocida y así se fue. Ni su nombre llegó a conocido por sus
“representadas”. En cambio Susana llega con una aureolo de que tiene meritos
partidistas, fue responsable de gestión social del PRI cuando su hermano fue el
gobernador. El regreso de Susana, al igual que la llegada de Mayra, da lugar a
especulaciones: que fue un movimiento con un fin, que sea candidata ya en el 15
o en el 16, en la elección federal o en la local.
Cada uno de estos movimientos tiene, o deben tener,
serias repercusiones en las aspiraciones de unos y otros. Sin embargo, no se
puede olvidar que el PRI, como los otros partidos políticos, tiene que cumplir
en sus candidaturas eso de la “equidad de género”. Y Mayra como Susana, por lo
que se ve, se palpa, tienen todo para ser excelentes candidatas a un puesto de
representación popular.
En la talacha partidista, en los movimientos de sus
piezas (ajedrez político), el PRI solo tiene una prioridad: ganar el mayor
numero de diputaciones federales en el 2015 para que el gobierno de EPN tenga
menos problemas de maniobra en la segunda parte de su sexenio; y en el caso de
Tamaulipas, los priistas saben –bien que saben, diría un exgobernador-, que han
sido castigados con el voto en elecciones anteriores. La tarea es solo una:
recobrar la confianza de la ciudadanía y solo hay dos condiciones: a) Un buen
gobierno; y, b) Buenos candidatos.
CONTACTO.
Correo: meliton@prodigy.net.mx
Web:
http://meligue.blogspot.mx/
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