jueves, 28 de abril de 2016

MAS CABRON QUE GUAPO.


No es mi intención, amable lector, lastimar su casta mente. Reproduzco, sencillamente, el texto de un candidato a gobernador, como una forma de ilustrar la oferta política que están recibiendo los tamaulipecos para dirigir su voto hacia uno u otro candidato a gobernador. En realidad, puedo asegurarlo, no hay propuestas firmes, viables y contundentes, como para decir que ya tienen en la bolsa al elector.


A estas alturas un ciudadano medianamente informado ya tiene, digamos, una idea de quien es cada quien rumbo a las elecciones; en la precampaña y ahora en la campaña, la propaganda negra ha sido, si no eficaz, si copiosa de tal forma que ya solo nos falta enterarnos de que va a morir cada candidato. Directamente en el debate los candidatos se dijeron de todo, se acusaron y hasta reviraron.


El hecho real, formal, es que vivimos un proceso electoral inédito: porque ahora los candidatos no se esconden en la propaganda negra para desprestigiar al contrario; y, sin embargo, en teoría, cada candidato debe ofrecer a la ciudadanía un conjunto de ofertas, susceptible de mover la conciencia cívica del elector: para que decida por quien votar al emitir su voto.


La expresión “Mas cabrón, que guapo” es de Gustavo Cárdenas, el candidato del Movimiento Ciudadano”. Y el, en su oferta más consistente, es que va a barrer a los corruptos, los va a sacar del gobierno. El resto, son promesas similares a las de sus homólogos: combatir la inseguridad, crear empleo, apoyar a los jóvenes, a las familias, etc. Ya no impresiona ni impacta como en otras elecciones.


El problema más grave es el de la inseguridad. Todos dicen que van a acabar con ella. El candidato del PRI, Baltazar Hinojosa Ochoa, ofrece como promesa que el si va a hacer bien las cosas. Por eso su slogan de Por el bien de Tamaulipas. Se proclama, a todas luces, como el mesías, listo y dispuesto a lograr lo que Eugenio Hernández Flores y ahora Egidio Torre Cantú no lograron: acabar con la inseguridad y, como solución, ofrece la policía de proximidad. Obvio, prometer no empobrece.


Francisco García Cabeza de Vaca, el candidato del PAN, tiene como slogan de campaña “Vientos de cambios”, con el refuerzo de frases llamativas como “Ni me vendo, ni me doblo”. Y su oferta es cambiar, que ya no habrá corrupción y menos impunidad… con todo y que, la imagen que más se perfila sobre su persona, es precisamente esa, de corrupción. No tiene, digamos, autoridad moral para hablar de honestidad y de responsabilidad.


Francisco Chavira, el candidato independiente, basa su oferta política en que los jóvenes, las mujeres, los hombres, sean independientes; que esa fuerza, unida, puede lograr el cambio. Se siente, el Bronco de Tamaulipas. En realidad Chavira es conocido por su anterior militancia perredista, por uno que otro escandalo. Y si bien es cierto, que va a obtener votos, no logra sacar de la “modorra” a los tamaulipecos, no al menos como lo hizo el Bronco en Nuevo León.


Con esa oferta política, de partidos y candidatos, uno todavía se pregunta: ¿Por qué los ciudadanos no salen a votar? Y es que, si hacemos memoria, en la última elección voto menos del 50%. ¿Por quién votara el tamaulipeco? Por quien ofrece hacer bien las cosas; por el que es más cabrón que guapo; por el que no se dobla, dice, ni se vende; o por el que pregona la independencia.


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jueves, 21 de abril de 2016

DEBATE DEL SUBDESARROLLO POLITICO.

¿Debate político?, se ve como algo inédito en Tamaulipas. Para este momento el IETAM prácticamente ya tiene todo listo para realizar el debate entre los candidatos a gobernador. Y lo hacen, lo organizan, porque la ley los obliga. Y es inédito porque, al ser la primera vez que se realice, las expectativas son muchas, mas cuando hemos visto los nacionales y los que se han realizado en otros países.


Los debates nacieron en Estados Unidos y, con ellos, se piensa que nació la comunicación política. En 1960 en las elecciones presidenciales John F. Kenedy fue el primero en aceptar someterse al aprendizaje de cómo actuar ante las cámaras de televisión. Y fue, cuentan, también el primer político que reconoció que sus discursos no los escribía él; que era ayudado por un escritor especializado.


Y en México, a nivel de candidatos presidenciales, ya se han desarrollado. Han dejado mucho que desear por acartonados e incluso, hasta frívolos, si recordamos aquel en donde, casi casi, la protagonista principal fue la edecán; al grado que se convirtió en viral, digamos en las noticias, la imagen de cómo el candidato del PANAL dedico mirada intensa a los atributos físicos de la misma.


¿Qué va a pasar en el debate a realizar el próximo sábado en los dominios de Enrique Etienne, en la UAT? ¿Qué es lo que esperamos del mismo? Pues en principio que el IETAM este a la altura de su responsabilidad; en segundo, que los protagonistas, los candidatos, hagan su papel y lo hagan de manera correcta, de tal suerte que nosotros, los ciudadanos, los que vamos a votar por uno u otro, realmente recibamos información y conozcamos las diversas posturas sobre temas específicos.


Tamaulipas se ha caracterizado por su subdesarrollo político. Lo observamos en el retraso de la legislación electoral; en el comportamiento, digamos a veces parcial, de los órganos electorales; en como los partidos políticos eligen a sus candidatos por dedazo y a veces hasta violando el “debido proceso”; pero también en el comportamiento de los ciudadanos que, con aspiraciones políticas, no vacilan en olvidarse de que hay reglas.


Los debates son en la vida política mexicana una novedad; mas novedad en el caso de Tamaulipas. De ahí, obvio, las expectativas: por ver la actuación del órgano electoral organizador; por como la estrategia de los candidatos para, obvio, apuntalar su imagen y ganar más adeptos. Sin embargo, hay una regla: también se pierden. Por cómo se vistan, por cómo se muevan, como hablan y lo que digan.


La especulación sobre lo que puede suceder nos lleva a visualizar, como bien dicen, un debate entre dos posturas: la del PRI, con Baltazar Hinojosa Ochoa, y la del PAN con Francisco Javier García Cabeza de Vaca, porque son los candidatos que tienen expectativas de alzarse con el triunfo electoral. De ahí, por tanto, la necesidad de observar el rol que van a jugar los otros candidatos.


Por ejemplo, los dimes y diretes, colocan a Gustavo Cárdenas como una especie de “candidato esquirol”: que su papel es menguar la imagen, la presencia, del candidato del PAN. Y todo porque se le ha creado la imagen de que “pierde para ganar”. Resultara, por eso, interesante, hacia quien, o que propuestas, enfilen sus ataques, su batería, los candidato de la izquierda, del PRD o de MORENA. ¿Todos serán adversarios del PRI? ¿Le harán montón?


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sábado, 16 de abril de 2016

¿PROTESTAR O AGUANTARSE?

Veo, o leo mejor dicho, en las redes sociales un cumulo de expresiones que denotan hartazgo; que no se detienen para hacer notar coraje, digamos, por el estado de cosas que se vive, pero también, porque hay otros ingredientes como la corrupción y la impunidad. Sin embargo, en la práctica, al momento de tomar una decisión, de protestar o de aguantarse, prefieren la segunda.


Uno de mis contactos, por ejemplo, hace días compartió la vía para firmar electrónicamente y solicitar, apoyar, que se disminuyan el número de diputados, especialmente los de representación proporcional. Triste, lamentable, que más de uno de los ciudadanos (as) incluidas lo primero que hicieron fue abandonar el grupo… una, de plano dijo: si se trata de política, no le entro y se salió.


Si revísanos los videos, los audios, o las notas periodísticas de la incipiente campaña política-electoral, observamos un detalle: los candidatos, obvio, contrarios al PRI, se lanzan con todo, enfatizando, la impunidad, la corrupción, el saqueo del presupuesto público. Lo hace  pensando que así van a mover las conciencias, que van a lograr captar el voto de los ciudadanos, sobre todo de los indecisos.


El PRI, en cambio, una y otra vez, por voz de su Presidente Rafael González Benavides como de la Secretaria General Aida Zulema Flores Peña, lo dicen: el candidato Baltazar Hinojosa Ochoa, intentara convencer al electoral, sin necesidad de entrar en un proceso de descalificación. Discurso diametralmente opuesto: más de lo mismo, las mismas promesas, por eso Baltazar afirma que el si hará las cosas bien.


Hay una realidad: la característica del electorado, en este caso tamaulipeco, ha sido de indiferencia ante las cuestiones políticas y electorales. Lo hemos observado en una y otra elección, en donde campea un abstencionismo que promedia o rebasa el 50%.  Y lo constatamos, vaya pues, con el ejercicio de participación ciudadana que hizo mi contacto en el facebook: prefieren salirse y, hasta reiteran, si se trata de política, menos.


Convencer, dice Baltazar. La cuestión es que el PRI, como partido, sigue usando la misma estrategia: las listas de promovidos, que es un autoengaño; las cabalgatas a las cuales acuden, solo los que tienen caballos, ¿Cuál será el el mensaje? Que el candidato sabe montar a caballo; eventos en donde se repite el mismo discurso, de años y de otras campañas. El PRI, bien que sabe, tiene un voto duro que en cada elección es menos… y no logra convencer a las nuevas generaciones.


Y la población, en sus distintos núcleos, poco a poco va avanzando en una dirección: que sus derechos solo pueden ser protegidos en la medida que los defienden. Ahí tienen el ejemplo de las enfermeras: protestaron, hicieron plantones, reclamaron protección a sus derechos laborales, y ya les respondieron: basificación para 2600 y quedaran pendientes, cuentan, solo 370 para el próximo gobernador. El Estado no esta acostumbrado, digamos, a satisfacer las garantías constituciones motu proprio, hasta que se las demandan, se las exigen.


Y en el caso de los gobiernos, de los servidores públicos, la única manera de cambiar el estado de cosas, es participando, votando, porque en la práctica, al votar un promedio del 50% de los electores, hemos tenido gobiernos deslegitimados, porque los elige una minoría. Sueño electoral: que un día pidan, para ganar, 50 más el 1% de la votación emitida aunque fuera en una segunda vuelta electoral.



jueves, 14 de abril de 2016

MEMO AL RESCATE

Sorprendió a medio mundo que Guillermo Martínez, memo para los amigos, se haya incorporado a la campaña de Baltazar Hinojosa Ochoa. Para nadie es un secreto el talento, el conocimiento, la experiencia de Martínez en el ámbito de la comunicación, la propaganda política, la persuasión de la opinión publica. Es, por eso, un valioso elemento. La cuestión, ¿Por qué llega?


Se puede elucubrar varias razones de la incorporación del excoordinador de Comunicación Social gubernamental a la campaña del candidato priista. De entre las más socorridas, que es el puente entre el actual gobierno, el de Egidio Torre Cantú; tal y como sucede con David Vallejo en relación con la Universidad Autónoma de Tamaulipas, hoy en manos de Enrique Etienne Pérez del Rio.


Hay, sin embargo, otras lecturas que es preciso consignar. La más elemental es que Felipe Garza Narváez, simplemente, ya esta rebasado para esos menesteres; porque hace buen rato que no tiene trato, ni con editores, concesionarios y periodistas. La otra, sencillamente, que es una respuesta a la encuesta que, si bien es cierto que favorece a Baltazar, lo ubica con un ventaja mínima, para unos eso significa un “empate técnico”.


En una campaña electoral, entiéndase, una de los ingredientes prioritarios es el engaño, el mentir, el manipular. Y eso sucede, en la práctica, con las encuestas. Por eso es necesario precisar que las encuestas son, como bien se dice, un instrumento para tomar decisiones. Pero, ojo, hay que entender que hay dos tipos de encuestas: las que son de consumo interno; y las que son publicadas.


Hace días, ¿se acuerdan?, la empresa encuestadora “desmintió” una encuesta en la que el candidato panista llevaba ventaja sobre Baltazar Hinojosa. Con la nueva encuesta, ¿también la desmentirán?, hagan de cuenta que la empresa queda bien con ambos contendientes. Ahí es donde está el meollo del asunto: el PRI, el equipo de campaña, debe tener encuestas propias, si es así, saben perfectamente si la encuesta más reciente es válida o es otra charada.


Los cuartos de guerra, de uno y otro candidato, saben perfectamente el papel que cumple una encuesta que se publica: sirve para influir en la opinión pública, modificar la intención del voto, reforzar el ánimo de los votantes, desanimar al adversario, conseguir apoyos y patrocinios para el candidato. Funcionan como parte del establecimiento de la agenda: anima y desaniman.


¿El arribo de Guillermo Martínez al equipo de campaña es la reacción a la encuesta? Si es así, es un reconocimiento implícito a que las cosas, a que los trabajos, por conseguir el poder político estatal no caminan bien. Es reconocer, aceptar, que el grueso del votante aun no está convencido de por quién va a votar. Y ahí es donde se necesita, se requiere, de un comunicador con experiencia:


Sin embargo, Guillermo Martínez sabe perfectamente que, para que funcione una publicidad política, requiere de un producto (candidato) vendible, que el contexto de la percepción del mensaje sea el ad hoc, es decir, que logre vencer eso que llaman hartazgo por más de lo mismo, que motive, convenza, persuada. El mensaje tiene que ser congruente con los hechos: no mentir.


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sábado, 9 de abril de 2016

MENTIRAS POLITICAS

Más de un hecho político reciente, con motivo del proceso electoral 2016, dan la razón a Javier del Rey Morato autor de “El juego de los políticos” que, afirma, es mentir, es engañar. Y el caso más sobresaliente, sin duda, la encuesta que fue desmentida, que fue tachada de falsa, y que daba a Francisco Javier García Cabeza de Vaca una considerable ventaja sobre su adversario priista, sobre Baltazar Hinojosa Ochoa.


Si hacemos un recuento, vamos a encontrar que ese no es el único caso de mentiras, intento de engañar, de mentir. Y es cuando nos damos cuenta de cómo hay una tremenda contradicción en el ejercicio de la política: es el oficio más noble, apoyar a la gente, servir a la comunidad, que ya habla de una vocación de servicio. ¿Por qué, entonces, para obtener el poder de servir utilizan mentiras?


En la práctica, estos políticos, solo hacen confirmar lo que otros, incluso hace muchos siglos, ya sentenciaron: que para obtener el poder, no importan los medios, incluso en otras épocas, hasta se asesinaban a los contrarios; y que, entre esos medios, predomina el engaño: engañar al enemigo, pero también al pueblo, manipularlo, para obtener su apoyo, su voto.


Estoy convencido. La gran mayoría de los políticos mienten u ocultan datos, información. Sin embargo, en este proceso electoral, vale recordar lo que ha sucedido en otros, que convierten la publicación de la encuesta falsa una costumbre de actuar, de operar: Lo hizo Felipe Calderón que se reunió con banqueros y les dijo que, en la última encuesta que habían hecho, Josefina Vázquez tenía 4 puntos de ventaja sobre EPN. Nunca mostro la encuesta.


Y para no ir muy lejos, aquí en la capital tamaulipeca, en la elección anterior lo hizo Arturo Soto: en sus eventos repartían un volante con datos de una encuesta. En la misma, se hacía notar que él, Arturo, llevaba una ventaja difícil de rebasar; en segundo lugar estaba Gustavo Cárdenas y en tercer sitio el candidato priista, Alejandro Etienne. El resultado final lo conocemos: Arturo fue rebasado hasta por Gustavo y Etienne se alzo con la Victoria. ¿Ganas de autoengañarse o de solo engañar a los electores?


Ocultar información es otra forma de mentir. Y eso es lo que hizo Luis Alberto Saleh Perales cuando acudió a una convocatoria para integrar el Tribunal Electoral de la entidad. Oculto información que, obvio, hubieron obstaculizado su llegada al órgano electoral. Mintió sobre sus nexos con el PAN, porque había sido Secretario de Elecciones y también había sido el representando del mismo ante el órgano electoral. Así, recuerden, se impidió que Evaristo Benítez fuera Consejero Electoral.


¿Es verdad o mentira que esta negociada la gubernatura para el PAN? La verdad o mentira solo se conocerá, digamos, el día de la elección: por eso, Manlio Fabio Beltrones asegura, contraasegura, que no está negociada la elección. Y, además, si fuera cierto, no lo confirmaría. ¿Se imaginan que dijera que si? Se va a ver en los resultados y, en los días precios a la elección, con la actitud y el comportamiento de los operadores políticos. ¿Se acuerdan de Cerisola, el secretario de Obras Publicas, que le llamo a Eugenio para decir agradecer y decirle: ¡se te paso la mano!


Los candidatos no debieran mentir ni hacer afirmaciones que, a la postre, no garantizan nada: Baltazar asegura que el si sabe hacer las cosas bien; García Cabeza de Vaca, que dará seguridad a los tamaulipecos, aunque no dice como; en tanto que Jorge Valdez, el del PRD, ofrece seguridad, trabajo y transparencia y Gustavo Cárdenas solo ofrece que va a barrer a los corruptos, que los va a sacar del gobierno.


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miércoles, 6 de abril de 2016

CAMPAÑAS CONTRASTANTES.

Todo tiene un principio y un fin: dieron inicio las campañas político electorales en donde la presa, el objetivo en la mira, de cada candidato, de cada mensaje, de cada acto político-electoral, está dirigido a los ciudadanos con credencial de elector. Y vistas, en su primer acto, tenemos que decir que son contrastantes en relación con la de hace 6 años y, en el presente, entre una y otra.


En términos de mercadotecnia política, o de publicidad política, los expertos coinciden en advertir que la imagen pública, la opinión pública, se va integrando de percepciones que, antes, durante y después de un evento, vamos recibiendo. Y, por otra parte, coinciden también en que las percepciones pueden ser creadas, precisamente, a través de eventos, de imágenes y palabras.


En cuestión de imágenes, la de hace 6 años y la presente, es contrastantes en el aspecto, el tema, de la seguridad pública: hace 6 años, el líder priista convoco a sus homólogos y en la reunión planteo que la campaña no se politizara, que no se tratara el tema de la “seguridad pública”. En aquella ocasión, solo el líder panista, Javier Garza de Coss no acepto, porque no asistió a la reunión. El resto, estuvieron de acuerdo. Hoy es completamente distinto.


Y es el tema de la “inseguridad pública” el candidato del PRI Baltazar Hinojosa Ochoa lo estableció y hasta parece un reproche o reclamo, propone revivir a los policías municipales: “Que quede claro, voy a hacer lo que sea necesario para proteger a nuestras familias, desde aquí se los aseguro, CONMIGO, LAS COSAS SE VAN A HACER BIEN”. Creo que no hay  necesidad de mayores explicaciones.


Contrastes y percepciones están en las campañas políticas, cuando menos de los dos candidatos que, ante los expertos y candidatos, son los que tienen posibilidades des quedarse con el triunfo político-electoral. Baltazar Hinojosa Ochoa, tiene su evento central en Tampico, apuntalando a Magdalena Peraza; en tanto que Francisco Javier García Cabeza de Vaca, lo hace en Reynosa pero amplia su evento a San Fernando.


Baltazar Hinojosa estableció un compromiso de 4 vertientes: policías municipales, educación para los jóvenes, nuevas empresas y el tipo o forma de cómo se gastara el dinero del pueblo, del Estado, pero con un eje rector: la familia. Así lo dijo: “Es la hora de las familias de Tamaulipas, hoy iniciamos esta campaña y como ven, una campaña de propuestas, una campaña que recuerde el gran valor de los vínculos familiares, vamos a ganar el juntos nuestro derecho a decidir el tipo de gobierno que queremos, un gobierno que tendrá en las familias tamaulipecas el centro de su quehacer”.


García Cabeza de Vaca en el evento central, que fue en Reynosa, hizo también hincapié en el problema de la seguridad pública; en este evento estuvo acompañado hasta por el líder del senado. Sin embargo, para acentuar su eje central, la seguridad pública, fue hasta San Fernando y se reunió con familiares de los desaparecidos. Da la impresión de que ese, y no otro, será su tema central de campaña.


En pocas palabras: el tema de la seguridad pública ya no se puede soslayar.