martes, 30 de mayo de 2017

CIUDADANIA Y DESERTORES POLITICOS.

Con motivo de las elecciones del Estado de México, así como las que habrá en el 2018, es imposible dejar a un lado el tema electoral, los partidos políticos, la ciudadanía y los desertores políticos. En realidad, todos estos temas, pueden fácilmente insertarse en solo una: la cultura política que prevalece en el país y el comportamiento de la ciudadanía que ha sido, mayoritariamente, indiferente a los problemas políticos.


En principio hay una afirmación que no tiene la menor duda: no hay condiciones para que la ciudadanía ejerza cien por ciento sus derechos; una, en razón a que no esta acostumbrado a hacerlo; y, dos, que el propio gobierno trata de inhibirlo con sus prácticas dilatorias y las múltiples trabas burocráticas.


ANALFABETISMO POLITICO.
Hace muchos años se reconoció, acepto pues, que había un fracaso escolar; en palabras llanas, que la población en México tiene una formación deficiente. Y hace poco, Aurelio Nuño, el Secretario de Educación, presento la nueva reforma educativa con el propósito esencial de “aprender a aprender”. Es decir, por lo que se ve, es como enseñar a leer, a escribir… ese es el grado de nuestro sistema educativo.


Si los mexicanos, los ciudadanos, no conocen sus derechos cívicos y políticos difícilmente puede ejercerlos. Y en todo caso, cuando los conoce, los partidos políticos y hasta los tribunales se hacen de la vista gorda o solo tuercen más el proceso: porque eso es, sin la menor duda, lo que está sucediendo en el PRI, con el proceso de renovación de la dirigencia estatal y los reclamos de Enrique Cárdenas del Avellano.


LOS CIUDADANOS Y EL PODER DEL VOTO.
Los ciudadanos no han entendido, a cabalidad, el valor de su voto. Muchos, pero muchos, usan la credencial para votar solo como una identificación. Basta observar como en mas de un proceso electoral no vota ni la mitad del padrón; lo que significa, en plata limpia, que el alcalde o gobernador es electo por una minoría, que esa minoría que va y vota, decide por los ausentes. ¿Son indiferentes o irresponsables? El caso es sencillo: no votan, otros deciden por ellos.


Por eso se complica entender las encuestas políticos electorales. Por ejemplo, muchos dicen que nunca, si, nunca le darían su voto a uno u otro partido; otros, de plano, se muestran como voto duro; pero los hay que, abiertamente, dicen que no saben por quién va a votar o que no lo hará. Los ciudadanos no quieren, o no pueden aprender, que su voto es lo que puede hacer la diferencia.


INDEPENDIENTES NYLON.
De pronto, por lo que sucedió en Nuevo León, hubo quienes pensaron que había un despertar de la ciudadanía: y es que, buenos triunfos habían obtenido los candidatos independientes. Y hubo en Tamaulipas, en la elección pasada, independientes, sin convicción: porque en la recta final del proceso electoral declinaron en los hechos en favor de un partido político. No eran, pues, independientes. Así, con esa actitud, poco o nada puede creer la ciudadanía en los candidatos independientes.


¿Por qué no despierta la ciudadanía? Una razón, sin duda, es su analfabetismo político; otra, en cierta medida, su pobreza social y económica; por eso se han convertido en clientes electorales de los partidos políticos, que les dan u ofrecen despensas, beneficios y prerrogativas a cambio de votos. Los partidos, pues, impiden el desarrollo de una cultura política progresista.


DESERTORES POLITICOS.
La tendencia mediática, y por las encuestas, va en el sentido de que MORENA, es decir, AMLO, ganara las próximas elecciones federales. Hay, sin embargo, hay un detalle que no debemos perder de vista: está creciendo a costa de desertores de otros partidos; incluso, AMLO, tiene abiertas las puertas de MORENA para todo el que se anime a cruzarlas… hasta aquellos que, decía, eran cómplices de la mafia del poder. Por eso, Rafael Rodríguez Segura, otro líder del PRD en Tamaulipas, hace notar: los desertores no son de fiar.


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jueves, 25 de mayo de 2017

SALUD PUBLICA: DE MAL EN PEOR.

De un tiempo acá, en las redes sociales, se difunde información que trata de advertir sobre una privatización tanto del ISSSTE como del IMSS, es decir, la salud pública. Y una y otra vez, las instituciones referidas, replican que no, que no hay nada de eso. Sin embargo, en la práctica, se está privatizando: ante los males y la insuficiencia de médicos, equipo y medicinas de la salud pública, el derechohabiente en la práctica tiene dos opciones: morir en salud pública o acudir ante la medicina privada.


En el caso de Tamaulipas, desde que inicio el presente sexenio, los problemas de salud se han incrementado: los especialistas se fueron, porque les quitaron las compensaciones; no hay medicinas, porque cambiaron a los proveedores y no han respondido como debe. A ello se agregan los elementos climatológicos que inciden más y más en la salud de los tamaulipecos.


LA AUTODEFENSA PÚBLICA.
Cada vez que uno lee, o hace referencia, a un reporte periodístico tenemos una realidad: los males y las insuficiencias en la mayor parte de los centros médicos son cada vez más; se habla de que hay, por decir, indolencia e irresponsabilidad desde el personal burocrático hasta de los médicos y enfermeras… y claro, las denuncias de familiares afectados, están a la orden del día.


Ante esto, directivos y médicos, por lo regular tienen una respuesta justificativa: que son tantos, tantos si, los derechohabientes, que es imposible que se les brinde una atención correcta, adecuada; y en relación con las medicinas, con justa razón se defienden los médicos, solo pueden recetar lo que está en el cuadro de medicinas; y este, gradualmente, va disminuyendo en razón presupuestal.


INSUFICIENCIAS Y BUROCRATISMO.
Conocí hace días el caso de un profesor. Es derechohabiente del ISSSTE y la última vez que lo vi fue, hace tres semanas; su semblante ya indicaba que algo andaba mal en su salud. Así que, en días posteriores, me entere que estaba internado en el ISSSTE, en la clínica local de la capital tamaulipeca con un diagnóstico de “anemia megaloblastica”. Uno no entiende esos términos, solo que está enfermo y que deseamos que se alivie.


El gran problema es que, ahí en el ISSSTE, no tienen especialistas: no tienen hematólogos. Si hay en el Hospital Regional de Alta Especialidad, hay dos y hasta el nombre consiguieron. Resulta que el ISSSTE lo puede enviar ahí, porque hay convenio; sin embargo, el obstáculo es que hay un adeudo y, por esa razón, no lo envían. No lo aceptan, dicen. El estado de la cuestión es que: a) Están solicitando al ISSSTE en Nuevo León que lo acepte; b) En tanto hay respuesta, lo dieron de alta, lo mandaron a su casa.


CRIMEN BUROCRATICO.
Lo que sucede con el profesor no es un caso aislado. Basta hacer una revisión periodística, quizá de un mes, y será suficiente para encontrar evidencias de otros hechos similares: familiares que se quejan, de que fueron a uno u otro hospital: a) Que no los atendieron; b) que no les hacen el estudio mínimo, les dan medicinas y hasta incapacidad; c) Que ante un dolor, les dan un calmante y los mandan a casa, ante la persistencia del dolor, resulta que el diagnóstico es equivocado y hasta es necesario operar… en una clínica particular; d) Incluso, para no atender al alguien, la excusa es que no hay médico.


Tan mal andan los centros médicos de Tamaulipas que ya la Secretaria de Salud reporta que han fallecido 4 niños por males respiratorios. Por ese tipo de males hay 15 mil 833 y de ellos, tan solo en Victoria hay 3 mil 84 afectados… Y a estas alturas ya no se puede cargar la culpa a los del sexenio anterior, menos a que la titular de Salud no cumple el perfil mínimo para el cargo: no hay, pues, disculpas… hay quienes, familias y ciudadanos, ya perdieron la fe en la salud pública.


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martes, 23 de mayo de 2017

ENFERMERIA: SENSIBILIDAD Y ORGANIZACION.

Hoy volví a la Universidad Autónoma de Tamaulipas. Fui a la Facultad de Enfermería, esa que dirige la Dra. Ma. de Jesús Nieto Ledezma. Una joven, familiar, de origen tulteco llego para iniciar el trámite de su ingreso. Y por las noticias periodísticas de hace días, llego con la idea, el pensamiento, de que probablemente no alcanzaría ficha. Con todo y que, oportunamente, por investigaciones propias, le asegure que no habría problemas.


Y fue una cita muy agradable porque me permitió conocer de la sensibilidad como de la organización que prevalece en esa Institución. Elementos que, sin duda, nacen de la naturaleza y estructura del pensamiento vocacional de quienes ejercen la medicina. Actitudes, comportamiento y acciones que hablan muy bien de la Universidad.


ACAMPAR EN EL CAMPUS.
Me sorprendió una nota informativa de la semana pasada. Hacía mención a que en las afueras del edificio de la Facultad de Enfermería había, aproximadamente, 300 personas haciendo fila, que ya llevaban ahí, una noche. Todo empezó el lunes por la noche: eran padres de familia y jóvenes, hombres y mujeres, que se arriesgaban por asegurar una ficha para presentar el examen de admisión.


Me sorprendió porque, la verdad, pensé que esto ya no sucedía. Cuando leí la nota, de inmediato, fiel a mi practica de investigar, hice dos que tres llamadas telefónicas y las noticias calmaron a los padres de la familia tulteca: no hay necesidad, me dijeron, de hacer eso, se cuenta con suficientes fichas, hay para todos… me aseguraron que, año tras año, siempre la demanda es en promedio la misma. ¡Qué alivio!


ORGANIZACIÓN CIUDADANA.
Llegue a eso de las 9.30 am a la facultad. Y lo primero que hice fue recorrer la fila, había como 350 personas o más, desde la entrada hasta el final. Y vaya, si, vaya, que me encontré conocidos y familiares. Una exalumna de Relaciones Publicas, estaba ahí con su hija, emocionada; también estaba mi primo Abelardo, de Padilla, con su hija Alejandra. Y fue el, quien me conto detalles de lo que sucedió la semana pasada.


Llegaron desde el lunes por la noche, ahí pernoctaron. Y al ver que la fila crecía y crecía se organizaron en grupos de 35, para cuidar y proteger el lugar; hicieron listas y hasta acordaron rentar letrinas móviles. Dieron muestras, los padres de familia, de una capacidad de tolerancia, participación y solidaridad. Eso habla bien, muy bien, de todos. Sabían lo que deseaban y querían todo en orden.


SENSIBILDAD Y ORGAZACIÓN.
Y a eso de las 14 horas, ante el inclemente del sol, vino una maestra, colaboradora de la Directora que los escucho y les planteo hacer una lista, para que ya no estuvieran ahí, garantizándoles el respecto a la misma. Creyeron en ella, se anotaron y ya no sufrieron de las inclemencias del tiempo. Y este lunes 22, cuando se recepcionan documentos, todo fue en orden y en calma, se observó pues sensibilidad inicial y organización eficiente al final.

Les cuento que la fila fue larga y en punto de las 9 am, como les dijeron, el guardia con lista en mano dio el pase a grupos de 50 jóvenes: que conducidos a un salón, recibieron explicaciones, la ficha para hacer los pagos, así como fecha y hora para que entreguen sus documentos.


HACER BIEN LAS COSAS.
Me da gusto, mucho, que haya jóvenes que aspiren a estudiar; que haya padres que están dispuestos a brindarles su apoyo; pero también, efectivamente, que haya autoridades universitarias con sensibilidad y organización: evitaron que acamparan prácticamente una semana entera; y, al momento de entregar fichas, fue una espera menor 2 horas y 30 minutos. Eso es cumplir con la tarea y, además, hacerla bien.


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jueves, 18 de mayo de 2017

INTELIGENCIA PARA TAMAULIPAS.

Decir que Tamaulipas es un infierno, no es demagogia ni una mentira. Y creo que, en la práctica, son dos connotaciones de infierno: una es el tremendo calorón que estamos viviendo, al menos en Victoria; y, por otra parte, el infierno de la inseguridad, tal y como se ha visto en las últimas semanas en Reynosa y, con menos frecuencia e intensidad, en otras ciudades, entre ellas la capital tamaulipeca.


Por la segunda razón, sin la menor duda, levanto un sinfín de expectativas y el anuncio de que el lunes 15, estaría en Reynosa, el Secretario de Gobernación. Nos imaginamos que el anuncio seria, con pocas palabras, pero con más soldados y federales para la entidad, en especial, para Reynosa. Y no, lo que ofreció para Tamaulipas, fue un trabajo más inteligente, más coordinación.


SOBRA INTELIGENCIA Y NO SE USA.
Cuando vamos a reunión de padres de familia, con hijos en las escuelas, nos quedamos sorprendidos: todos, casi todos, presumen la inteligencia de sus hijos. Esa circunstancia, que ha sido cíclica, no se manifiesta ante los graves y grandes problemas que atraviesa la sociedad. Pero, efectivamente, uno a veces se pregunta: ¿Por qué no se avanza en consolidar la paz y tranquilidad que nos merecemos los tamaulipecos?


Y luego, cuando se hacen detenciones de unos y otros, que hacen saltar una casa de seguridad, que se rescatan, por decir, a personas secuestradas, aparece que todo empezó con una llamada anónima. Es cuando, sin querer, uno se pregunta: ¿pues dónde están las investigaciones? ¿Dónde está la inteligencia y el uso, por decir, de la tecnología? Si, esa tecnología que mucho se presume y a veces la observamos en las películas.


FUERZA E INTELIGENCIA.
El trabajo, todo, no solamente el policiaco, tiene que hacerse con inteligencia. Con inteligencia se resuelven problemas y las palabras de Osorio Chong, en fin, nos hace preguntarnos: ¿están trabajando sin inteligencia? Él dice, por ejemplo, que debe haber más coordinación y, ahí mismo, en Reynosa, la alcaldesa se quejaba de la ausencia de coordinación… y es que, pese a ser panista, el gobierno azul no la invita ni a los eventos del DIF, menos a los de Seguridad.


 Por las palabras del Osorio Chong, de que solo dos municipios padecen de violencia digamos frecuente o permanente, entendemos que no conoce la verdad, la realidad de la entidad. Escucho, cuentan, puros agradecimientos al gobierno federal y al estatal por el combate a la inseguridad. No le dijeron la verdad: el detalle es, quienes hablaron ante él, lo hicieron convencidos o fueron convencidos de que ese era y no otro el discurso del momento.


OCULTAR LA VERDAD ES MALO.
Hace días, en una conversación, salió a colación lo que está sucediendo en Tamaulipas: que el discurso gubernamental se basa en promesas, y más promesas, no en hechos; por tal motivo, advierten, buena parte de los medios de comunicación y las redes sociales dan cuenta de pifias y errores de gobierno. No hablan, no dicen, que tengan aciertos, puros errores y desaciertos.


Salió un defensor: los medios hablan mal de Cabeza, dijo el defensor, porque no les da dinero. Y la conversación se centró en un punto: ¿son verdades o mentiras lo que se dice del gobierno? En pocas palabras: si las criticas tienen fundamento y argumento, deben silenciarse y solo hablar de las cosas buenas del gobierno… es malo decir que la columna vertebral del gobierno se hace aguas con las renuncias de uno u otro Secretario.


La verdad ya no puede permanecer oculta; por más que el gobierno la oculte, tarde o temprano sale a colación, por ello, la mejor vacuna es la transparencia. No lo entienden así, prefieren la opacidad, no escuchar críticas que, dicen, son malintencionadas.


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martes, 16 de mayo de 2017

EDUCAR CON EL EJEMPLO.

El gobernante y los líderes, de siempre, nos han dicho que la educación es la palanca del desarrollo de los pueblos; que un pueblo ignorante, y además pobre, es víctima de todos y está expuesto a no avanzar, a estar en un círculo vicioso: ignorancia-pobreza-subdesarrollo. Y, siempre, el gobernante pregona y presume lo que se gasta en educación.


Pero, andamos tan mal, si en educación, en el sistema educativo, que Aurelio Nuño cuando dio a conocer la reforma educativa de Enrique Peña Nieto asumió como objetivo básico que los niños, los estudiantes, aprendan a estudiar…. ¿Qué ha sucedido con todas las reformas educativas? ¿Fracaso escolar continua?


La cuestión es que la educación es una tarea del Estado mexicano. Y el artículo 3 constitucional establece, además, que la Educación es parte de un sistema que: “Será democrático, considerando a la democracia no solamente como una estructura jurídica y un régimen político, sino como un sistema de vida fundado en el constante mejoramiento económico, social y cultural del pueblo; b) Será nacional, en cuanto –sin hostilidades ni exclusivismos– atenderá a la comprensión”.


MAESTROS INSPIRADORES.
Todos, sin discusión, hemos estado frente a un profesor, ante un maestro. Hemos recibido enseñanzas y en mi experiencia puedo afirmar, como otros que ya lo hicieron, que hay tres tipos de profesores: los que te generación acumulación de conocimientos, solo la depositan en tu mente; los que te explican y, obvio, los que te inspiran para que sigas aprendiendo más y más.


Siempre he consignado que, en ese sentido, el recuerdo de algunos de mis maestros es perenne: Graciela Guerra y Lupita Uriegas Zozaya en la primaria; Nohemí Berrones en la Secundaria; en la preparatoria Alfonso Narváez López y de la Universidad José Luis Pariente Fragoso. Me dieron conocimientos y además fueron impulsores para que yo, ya con iniciativa personal, fuera por más y más. Estoy orgulloso de ellos.


LOS PADRES Y LOS MAESTROS.
Pero si el sistema educativo debe observarse como parte de un sistema de vida, luego entonces, la pregunta base es: ¿Qué tanto, los profesores, han contribuido a la formación de una vida más democrática, como premisa, para ser un país o nación más desarrollado? Y aquí quiero recordar lo que, precisamente, un día me explico José Luis Pariente en relación con una de sus ponencias sobre participación ciudadana y desarrollo democrático.


Nos explican que el mejor ejemplo para educar es el ejemplo. Y, ¿Cómo se educa para la democracia? Durante muchas generaciones, cubriendo la nuestras y otras más, el niño/a, como estudiante, abrevo en la familia aptitudes, comportamientos pues, impositivos, arbitrarios, sin ningún indicio de tolerancia, participación, dialogo y tolerancia. Lo mismo sucedía, en pocas palabras, en las aulas: el profesor depositaba conocimientos, no describía ni explicaba, menos hacia reflexiones. Los niños/alumnos se acostumbraban a obedecer… fueron, sin duda, las bases de un fracaso escolar.


EDUCAR CON EL EJEMPLO.
Ayer, leí y escuche, en las redes sociales una y mil descripciones de lo que es y significa ser maestro. Claro que estoy de acuerdo, porque yo mismo he sido profesor; sin embargo, creo que cada profesor, maestro, al margen de esas reflexiones y comentarios debe autoanalizarse, ser crítico, y preguntarse: ¿Qué tipo de estudiante tuvo? ¿Qué tipo de ciudadano forjo? Porque nadie, pero nadie, discute que en México hay un fracaso escolar y no observamos, al paso de años y de sexenios, un avance sustancial en el aprovechamiento de los estudiantes.


Hagan de cuenta que, por ejemplo, eso de educar con el ejemplo: ¿Cómo han educado, los gobernantes y líderes, a las nuevas generaciones? Basta solo ver lo que ha sucedido en México: Enrique Peña Nieto pregona un combate a la corrupción y, sin embargo, en su sexenio, en su generación, la corrupción está por todos lados… y México se consolida como país de la corrupción: se enseña y se aprende la práctica de la corrupción.


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