viernes, 12 de diciembre de 2014

HACER BIEN LAS COSAS.

Hoy es un día especial para mi familia. Un día como hoy, inicie con Martha la formación de mi familia, han pasado años de eso, y hoy creo que solo puedo reflexionar con lo que consigno en el titulo: Hacer bien las cosas. No puedo asegurar si las cosas las he hecho bien, pero lo que sí puedo asegurar, es que he disfrutado mi matrimonio, mi vida laboral y mi etapa de colaborador periodístico.


¿Qué significa hacer bien las cosas? No voy a imitar a René Descartes, que en su Discurso del Método afirma: que no busca decirle a la gente como se conduzcan, solo la forma en que él hace las cosas y le ha funcionado bien. Solo quiero hacer comentarios y reflexiones sobre lo que significa hacer bien las cosas. Hacerlas, por ejemplo, como docente, como político, como parte de una familia.


En principio, en todos lados, hay reglas de convivencia, lo que significa hacer bien las cosas en relación a las reglas ahí establecidas: las hay en la familia, como también, en el club social o en el mundo laboral. En pocas palabras: hacer bien las cosas en función al contexto. Ya en el plano personal, hacer bien las cosas, significa hacerlas en relación con la ética, con los valores y lo principios ideológicos que se profese.


No hacer bien las cosas tiene sus bemoles: la sanción necesaria, según las reglas. Es muy común, por ejemplo, que en la política no se hagan bien las cosas: al Partido Acción Nacional le acaban de suspender, por ejemplo, su proceso de elección interna. Según Miguel Gracia Riestra, del Tribunal Electoral Estatal, se le ordena al PAN reponer su proceso de elección interna, porque no se siguió el debido proceso. Se brincaron pasos o etapas.


Los políticos mexicanos, y los tamaulipecos no son la excepción, están acostumbrados a no hacer bien las cosas. El ejemplo más reciente es la elección interna del PAN: Pablo Cantú Hinojosa se defiende, afirmando: reconoce que, efectivamente, no se hicieron bien las cosas, que se brincaron una etapa, pero que el solo obedeció las ordenes de un superior. Lo que significa que Cesar Verástegui, Juan García Guerrero y Agustín Chapa tendrán que esperar sus ambiciones de ser líder partidista… Hasta que termine la elección federal 2015.


El gobierno, en términos generales, tampoco ha hecho bien las cosas. Si hay corrupción e impunidad, es porque no se han aplicado de manera correcta las leyes; si hay, digamos, nuevos ricos –como decía Jesús Silva Hersong-, es porque no han funcionado los controles gubernamentales y propician que haya servidores públicos que lleguen con las manos en bolsas y salgan con las bolsas en la mano. No funciona la contralaría como prevención de “enriquecimientos inexplicables”.


No hacen bien las cosas los constructores, solapados por el gobierno, que construyen edificios públicos, u obras públicas, como puentes y pavimentación de calles, si en menos que canta un gallo aparecen fallas, roturas o baches. El caso del puente de la Colonia La Moderna queda en la memoria histórica: construido y reconstruido dos veces, y se sigue cayendo con las lluvias. Ni como aplaudir la obra. Y sucede eso, simplemente, porque está mal planeada, con resistencia insuficiente, porque la supervisión técnica de obras publicas deja mucho que desear.


Hacer bien las cosas conlleva una actitud. Por ejemplo, ayer en la posada de la Facultad de Derecho, Carlos Hinojosa no logro dominar sus emociones y en  la medida que pudo se burlo de quienes, en un proceso antidemocrático –sin competencia electoral-, defienden sus derechos humanos y promueven amparos. Una convivencia que, se entiende, es de compañerismo, de fraternidad, se mancha por quien emocionado, marca con sus palabras la diferencia.


Hacer bien las cosas bien puede ser un propósito de año nuevo. Hacerlas en toda la extensión de la palabra: en cada uno de los contextos en los cuales nos desenvolvemos, sea la familia, la vida laboral, la social o la política; hacerlo, quizá no por lo que marque las conveniencias sociales, pero si, por la ética, la legalidad, la responsabilidad. Con nuestros actos nunca, nunca, debemos afectar a otros.


Contacto:
Web: http://meligue.blogspot.mx/






No hay comentarios: