martes, 31 de mayo de 2016

¿BALTAZAR O FRANCISCO JAVIER?

Lo apunto en su Facebook el jefe del INE en la entidad, Arturo de León: terminada la campaña electoral, viene la etapa de reflexión ciudadana, para que valoren la información que recibieron de cada candidato y tomen la decisión. Y por lo que se percibe, la decisión definitiva, la triunfadora, solo puede ser para Baltazar Hinojosa o para Francisco Javier García. Así de fácil, los otros contendientes no pintan, no reflejan apoyo ciudadano suficiente para el triunfo.


¿Qué es lo que está en juego? En principio, la gubernatura, así como las diputaciones locales (22 de mayoría) y las 43 alcaldías tamaulipecas. En promedio, en otras elecciones, el PRI ha perdido entre 8 y 10 alcaldías; unas grandes y otras chicas. Entre las grandes, en este momento, Matamoros y Nuevo Laredo están en manos de la oposición. La cuestión es: ¿seguirán, estas ciudades, en manos del PAN o las recuperara el PRI?


En esas ciudades podríamos decir que esta un volado. El problema son el resto de las ciudades, sin olvidar que hay 9 municipios que concentran más del 80% de la población con credencial de votar. Son las mencionadas (Matamoros y Nuevo Laredo) y Reynosa, Rio Bravo, Victoria, Mante, Tampico, Madero, Altamira. Son como quien dice, los objetivos de priistas y panistas; ganar esas elecciones, porque dan votos para la gubernatura como para las diputaciones.


Está en juego la conservación del poder para unos, la adquisición del mismo para otros. Por primera vez en más de 80 años, se vislumbra la posibilidad de una alternancia que, incluso, algunos medios nacionales ya dan por hecho. Terminará la campaña electoral y no se han publicado más encuestas, solo tres: en dos que da 6 puntos de ventaja a Baltazar Hinojosa y en otra ventaja de 3 puntos para Francisco J. García. Así que, como dicen en el rancho, la moneda está en el aire.


Hay, sin embargo, un detalle que no se debe perder de vista: en la elección local anterior el PRI no gano distritos suficientes para detentar el poder congresal. Fue necesario que dos diputados del verde se cambiaran de bancada y, de esa manera, darle una mayoría artificial a Ramiro Ramos Salinas. ¿Sucederá lo mismo o, en esta ocasión, la pérdida del Congreso Local será inevitable?


Para este momento los tamaulipecos ya tienen una idea forjada de quien debe ser su próximo gobernador. Ya escucho, o leyó, las propuestas de cada uno: en la práctica, ofrece lo mismo, con algunas variantes de operación. Como también escucho, o leyó, todo lo que se dijo de uno y otro candidato. Y es tarea de cada ciudadano, en este momento de reflexión, de hacer un ejercicio sobre qué es lo que desea para su entidad, para su municipio.


A ambos candidatos, a Baltazar como a Francisco Javier, les pesa una losa sobre su candidatura. Al candidato priista, la percepción de corrupción e impunidad que campea en todo México, del cual Tamaulipas no es la excepción; en tanto que al candidato panista, la difusión de hechos que lo conectan con la corrupción, el tráfico de influencias y el aprovecharse de los recursos públicos. Diríamos, uno es menos malo que el otro.


Los electores tienen una disyuntiva, menos aquellos que siempre votan por el mismo partido (voto duro): votar por la oferta política o por el voto “útil”; el segundo, impulsado por el PAN, solo tiene como propósito cambiar a las personas, alegando que son corruptas, pero no dan evidencias, no se conocen, de que sean mejores. Como quien dice, el elector, no la tiene fácil.


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sábado, 28 de mayo de 2016

DEMOCRACIA "TRANSPARENTE".

El próximo miércoles concluye la jornada electoral. Ya para este momento cada uno de los candidatos inician sus cierres de campaña; y luego estarán a la espera del día 5, el dia que los electores, tendrán el derecho, la responsabilidad, de emitir su voto y hacer que la democracia en Tamaulipas se valide.


No es por nada, pero de pronto, uno se pregunta: ¿Cómo hacer que la realidad vaya pareja con la teoría? Y es que, si hacemos caso de las definiciones de la democracia, difícilmente se emparejan. Y es para recordar aquella expresión del líder obrero, Fidel Velázquez, en el sentido de que la “Democracia transparente” pregonada por un líder partidista, de tan transparente que era, ni se veía.


Y es que la teoría marca reglas o requisitos. Como la igualdad, la equidad, la transparencia, la legalidad, la objetividad. Y si las aplicaciones, de una en una, al actual proceso electoral, creo que fácilmente se puede afirmar que no hay democracia en el sentido estricto de la definición. Los actores, los partidos y protagonistas, juegan con las reglas, de vez en cuando, las violan.


El valor de la democracia es el voto emitido por los ciudadanos. La cuestión es que, gradualmente, la participación ciudadana ha ido disminuyendo: ¿Por qué no vota el ciudadano? Hace día, el peluquero del rumbo del mercado Arguelles, me confeso: tengo muchos años sin votar. Obvio, no me quede con las ganas, le pregunte: ¿Por qué? Y su respuesta fue: son siempre los mismos, rateros, sinvergüenzas, no cambian… ni en las promesas que hacen”.


Efectivamente no cambian. Ya desde 1982, hace ya más de 30 años, Miguel De La Madrid Hurtado pregonaba la renovación moral, combatir a la corrupción e impunidad. Se han creado instancias que, como los derechos humanos, el acceso y la transparencia de la información, como la rendición de cuentas, van aparejados al desarrollo de la democracia. Pero, ni aun así, disminuye, tanto que se están discutiendo leyes anticorrupción.


Los gobernantes, los partidos políticos, los líderes y dirigentes saben que tienen que propiciar un cambio. Por eso, hacen promesas y se jactan de ser transparentes, presumen que hacen las cosas correctas, y no es cierto: los hechos, las evaluaciones, los desmienten. Decía Víctor Gordoa en una conferencia: a un diputado que quiere ser gobernador o alcalde le recomiendo, “no presumas” que fuiste diputado.


Ese es el gran problema de los partidos políticos. No han logrado ganarse el apoyo de la gente, porque no les ofrecen, entre otras cosas, credibilidad de sus ofertas electorales; porque no les ofrecen honorabilidad y responsabilidad de sus candidatos. Y es que, cínicamente, ante el cumulo de promesas, unas difíciles de creer, afirman: “estoy en campaña”.
A estas alturas ya ganaron todos los candidatos. Los priistas dicen que va a ganar Baltazar Hinojosa Ochoa; los panistas que lo hará Francisco Javier García; es más, hasta Jorge Valdez afirma que será el próximo gobernador del Estado. Y cada partido, dice lo mismo, así lo afirman las encuestas que solo ellos conocen. Otros, se quedan en la barda: hay empate técnico, será competida la elección.



Yo espero que, quien gane, lo haga con una votación que marque la diferencia: que vote más del 50% de los ciudadanos. Que los tamaulipecos demuestren, a tirios y troyanos, que tienen responsabilidad cívica. Claro, mi sueño es que, quien gane, obtenga más del 50% de votos del padrón electoral, para que realmente sea una mayoría la que decida… Claro, es sueño, y los sueños, pues son sueños.

viernes, 27 de mayo de 2016

CALLAR O DESLINDARSE.

¿Cómo separar la verdad de verdad de la mentira? Es difícil más cuando la información está por todos lados; y es que, ante el bombardeo de información, de acusaciones, de una campaña donde impera el desprestigio, el discurso político tiene que ir perfilando una intención de actuación. Y es por eso que ya Baltazar Hinojosa hizo un deslinde; no se quedó callado, tal y como lo hace su adversario más fuerte. Por los tiempos, para unos fue un error, para otros, un acierto.


Hemos escuchado, hemos leído, como unos y otros candidatos se han lanzado lodo, se han acusado de mil cosas. Los candidatos le han dado a la presente campaña político-electoral una cara, una imagen, que no da para más: quien resulte ganador tendrá, por así decirlo, el estigma de que ha sido señalado, vinculado, con cosas, hechos y personas negativas. Y en el argot político se dice: quien calla, otorga.


Por lo pronto, ya Baltazar Hinojosa Ochoa decidió no callarse y establecer, decir pues, su verdad, que es, entiéndase parte de su discurso político, que bien puede no corresponder a una verdad. Se le ha acusado de tener ligas, intereses, con exgobernadores que han sido señalados como corruptos. Por eso, dice el candidato priista: no soy, Tomas, no soy Eugenio, ni Egidio y que jamás será Cabeza de Vaca.


Es un deslinde que lo lleva a decir, casi explícitamente, que será juzgado por sus actos, no por los actos de otros. Algunos dirían, puso los puntos sobre las aes. Queda, de todos modos, claro, que llego a Tamaulipas por Tomas, que lo impulso en su carrera política. Pero tiene razón: Tomas y Eugenio, como gobernadores, son responsables de lo que hicieron en su gobierno. Si Baltazar gana, el, solo el, será el responsable de lo que haga y, obvio, si responde o no a quienes creen en él.


En el caso de Francisco Javier García Cabeza de Vaca la característica es guardar silencio ante los acusaciones o, cuando menos, no las desmiente. Basta dos ejemplos: lo han acusado de tener ligas con grupos que no siguen las reglas de convivencia en un Estado de Derecho. No lo ha desmentido. Lo han acusado de amasar una fortuna, de traficar con influencia para beneficiar a su familia. Y en relación con una grabación en un programa de tv, al preguntarle es tu voz, responde: ahí son como 4 conversaciones… pero no desmiente el beneficio personal que supera los 2 millones de pesos.


Al ver, por ejemplo, todo lo que dicen en las redes sociales y hoy en El Norte (ayer), lo único que podemos pensar es que García Cabeza de Vaca es una especie de Rey Midas: la riqueza se le va apareciendo por todos lados y en cualquier circunstancia. Unos dirían que es riqueza inexplicable, otros que explicable, pero queda la pregunta que en el debate le lanzo Gustavo Cárdenas: y a nada hay respuesta, ha preferido la estrategia de callar y siempre, callar, ha sido a la larga, negativo.


Ya cada candidato hablo: sobre su oferta político-electoral, ya se decantó sobre uno y otro tema o problema específico, ya solo faltan 5 cincos para la conclusión de la campaña, por eso, ya cada candidato prepara lo que se conoce como el cierre de campaña: cierres que llevan, por lo regular, la alegría a los ciudadanos por los grupos musicales que animaran el evento. Por lo pronto, ya Gustavo Cárdenas anuncia la presencia de La Trakalosa en su cierre en la capital tamaulipeca.


Y el 5 de junio, el día D, será cuando los ciudadanos dirán con su voto, a quien le tienen confianza, a quien le creen sus promesas de campaña. ¿Darán el voto a la continuidad de los gobiernos priistas? ¿Darán oportunidad a la alternancia, entiéndase, no de proyectos ni programas, si no solo de personajes? Y es que, lo repiten a cada rato: de que se van, se van. Si eso sucede, ¿Qué garantiza que, los que lleguen, serán mejores o peores?


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martes, 24 de mayo de 2016

CON SLOGAN SE VENDEN CANDIDATOS.

Giovanni Sartori al tratar el tema de la opinión pública establece que, para que haya democracia, es condición indispensable que los ciudadanos estén debida y correctamente informados. Solo así, dice, es como pueden tomar la decisión correcta al emitir su voto en un proceso electoral. Y, en ese sentido, hace notar que un grave problema es que hay mucha información, que no es pertinente, que no es verdad… le llama subinformación.


Ahora que los tamaulipecos estamos siendo bombardeados por información por todos los medios y prácticamente a todas horas, tengo la impresión de que los ciudadanos estamos siendo atiborrados de información y que, tiene razón Sartori: no toda es información pertinente para que los ciudadanos puedan emitir su voto. Tiene que conocer el producto, al candidato, a su propuesta.


Todos los tamaulipecos conocemos los problemas de Tamaulipas, el principal es la inseguridad pública. Y todos los candidatos a gobernador ofrecen garantizar la seguridad pública, de que concluirá el estado de zozobra, de que volverá la paz y tranquilidad al Estado. La cuestión es que, en términos estrictos, hacen el ofrecimiento y no logran cuajar más allá de eso, no hay planteamientos ni proyectos en concreto. Es solo una promesa, tanto de Baltazar Hinojosa Ochoa (PRI) como de Francisco Javier García Cabeza de Vaca (PAN).


Tomo de referencia a solo dos candidatos porque son, según las encuestas publicadas, los únicos que tienen posibilidades de ganar. Pues bien, la cuestión es: ¿Qué tanto sabemos de la oferta política de cada uno? Sabemos, es cierto, que uno y otro han realizado foros, unos más difundidos que otros. Pero en ellos, la propuesta llega a los asistentes, a los presentes; y llega, si, por los medios al resto de la población, sesgada, minimizada o maximizada… ¿Cuántos tamaulipecos conocen la oferta política de cada candidato?


En la práctica los tamaulipecos hemos sido informados, o conocemos más, el slogan que gracias a la mercadotecnia todos conocemos: Baltazar tiene como eje central comunicativo la expresión “Por el bien de Tamaulipas”. ¿Cómo debemos interpretarlo? Si usamos el mecanismo de contrarios, ¿debemos entender que si gana otro será malo para Tamaulipas? Quizá lo diga por todo lo que se dijo de Francisco Javier en los debates y que prolifera en las redes sociales. Baltazar ofrece, además, que el si hará bien las cosas.


En el caso de Francisco Javier su slogan principal es: “Soplan vientos de cambio”. Y lo mínimo que uno puede imaginar, es que sea solo un cambio de personas en el gobierno; que eso no signifique, como no significo con Fox o Calderón, una transformación, es decir, que se elimine la corrupción, la impunidad. Porque se ha documentado como gobiernos panistas, desde la Presidencia, gubernaturas o alcaldías, lo primero que hacen es aumentarse el sueldo, inflar nóminas, crear más burocracia… y todo lo demás sigue igual o peor. Se complementa el slogan con la expresión: “de que se van, se van”.


Creo que la elección se va a decidir por las percepciones que la gente tiene de cada uno de los candidatos. Baltazar representar la continuidad de un partido político; Francisco Javier, la oportunidad de una alternancia; en este caso, así lo considero, va a pesar y mucho la percepción que el elector tanto del partido, del candidato e incluso del gobierno actual. Los opositores hablan de hartazgo, no de que ellos sean mejores, al menos no lo pueden demostrar.


Y es elección competida porque más del 50% de los electores no votaron hace 6 años; porque hay electores que presumen, si, que nunca han votador porque todos son corruptos; en tanto que, otros, no vacilan en hablar de un voto razonado. En otras palabras, un voto útil, que no tiene nada que ver con ideologías, con propuestas, ni con el partido, pero si con el candidato.


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martes, 17 de mayo de 2016

"EXPRESIONES MINORITARIAS"

Un principio democrático conlleva que todas las expresiones, mayoritarias y minoritarias, estén representadas. Esa fue, sin lugar a dudas, la coyuntura para que un momento dado aparecieran las diputaciones de “representación proporcional”; y fue, también, la coyuntura para que en una reforma electoral se crearan condiciones para un mayor número de partidos políticos. Porque, en teoría, representan una expresión ciudadana.


Hace tiempo, también en elecciones, un campesino me comento: ¿para qué tantos partidos políticos? A unos, agrego, ni siquiera sabemos cómo se llaman, menos vamos a conocer a sus candidatos. Y si hacemos caso a una que otra encuesta, de las que se han publicado, eso es lo que está sucediendo: solo dos partidos políticos, solo dos candidatos, tienen posibilidades reales de ganar la elección: Baltazar Hinojosa Ochoa y Francisco Javier García Cabeza de Vaca.


En el caso de Tamaulipas aparece dibujado en términos históricos un bipartidismo: el PRI y el PAN. El resto de los partidos todos juntos no logran sacar muy apenas el 10%. Y los hechos, al menos por el momento, están dando la razón al bipartidismo: por un lado, de manera formal, hay una coalición integrada por el PRI, el Verde y el Panal; en tanto que, ayer se dio a conocer, que el candidato independiente Francisco Chavira se une al candidato panista y, piensan igual, como voto útil, los perredistas.


Este tipo de situaciones, de coyunturas, abonan la critica que se le hace al sistema de partidos: su imperfección, puesto que buena parte de los mismos, han dado muestras de ser, como quien dice, mero instrumentos de una familia, como sucede con el Verde; de una persona, y para ejemplo está el Movimiento Ciudadano o Morena. Y que otros partidos, pese al tiempo transcurrido, al menos en Tamaulipas, no despuntan como sucede con el PRD y el PT.


La presente elección es inédita. Primero, porque desde un principio se dijo, se pensó, que en esta ocasión el PRI si tendría un opositor fuerte, tal y como sucede con Francisco Javier García Cabeza de Vaca; Segundo, por la aparición de los candidatos independientes, que tomaron fuerza el año pasado con el triunfo de Jaime Rodríguez en Nuevo León, tanto que en una encuesta (El Universal), aparece que el 37.2% se identifica con los independientes. Sin embargo, todo indica, Chavira los está destruyendo.


La oposición es fundamental en todo sistema democrático. Por eso hay, en la práctica, un partido en el gobierno y otros son opositores; son los que pueden funcionar como contrapesos. El PRI en Tamaulipas no ha vivido en la oposición; y gradualmente, eso sí, ha ido perdiendo terreno en la cancha legislativa: en la actual legislatura no tenía mayoría para ser líder congresal; con el cambio de dos legisladores verdes se construyó la mayoría que requería Ramiro Ramos Salinas para ser el pastor legislativo.


En un proceso electoral la certeza predominante es que no debemos creer en las encuestas. Pensamos que están mal hechas, torcidas, que llevan una intención. En este caso, las dos últimas van por ese rumbo: en un, Baltazar Hinojosa lleva 6 puntos de ventaja; en otra, Francisco García lleva 3 puntos de ventaja, y la empresa encuestadora lo da como un empate técnico. Obvio, una es verdadera: ¿Cuál? Sera hasta el 5 de junio cuando conozcamos la verdad.


Hay, sin embargo, un dato panista: hace tres años Arturo Soto, en sus actos electorales, repartía un volante donde se describía una encuesta: tenía una intención del voto que rebasada los 40 puntos; el que le seguía, Gustavo Cárdenas del Movimiento Ciudadano, andaba en 30 y muy por abajo colocaba a Alejandro Etienne del PRI, con 20. Al final, la encuesta ciudadana dio como resultado que Soto quedaba en la tercera posición, debajo de Cárdenas.


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sábado, 14 de mayo de 2016

¿TAMAULIPAS SIN TRANSPARENCIA?

Hace días se hacía notar que en las doce entidades donde habrá elecciones este año, hay si no hartazgo, si un enojo de los ciudadanos en contra de los gobernadores La premisa de una afirmación de esta naturaleza es que la aprobación a los gobernantes, incluido el Presidente de la República, baja y baja, al grado que ya es menor al 50%. Ello nos lleva a que, esos fenómenos sociales, de hartazgo u enojo, solo tienen dos variables: la impunidad y la opacidad en los actos de gobierno.


Baltazar Hinojosa Ochoa, en más de una ocasión, como candidato priista a la gubernatura a sentenciado que el si hará bien las cosas. Incluso, por eso su slogan de campaña: Por el bien de Tamaulipas. Lo cierto es que a veces, por ejemplo, leemos como el Secretario de Finanzas, hoy Jorge Abrego, hace notar los problemas económicos, como el gobierno se tiene que apretar el cinturón y, obvio, esa carencia de recursos conlleva, a la larga, que se disminuya la capacidad de los programas sociales o los de obra pública.


Y en contraste, leemos como Gilda Cavazos la Contralora Estatal afirma que ya se está abatiendo el subejercicio: que ya se redujo: que la Auditoria Superior de la Federación había encontrado que en el año 2015 no se habían gastado 1200 millones de pesos; que las dependencias involucradas eran de Educación, Seguridad Pública y Salud, entre otras. Que ya se gastaron 1000 millones, que ya solo faltan por gastar 120 millones de pesos.


Como que se dieron prisa por gastar el dinero. Y, la pregunta para Gilda Cavazos, es: ¿Y cómo van con el gasto del presente año? ¿Ya se lo acabarían?, porque en su momento el tesorero informo de la solicitud de un nuevo préstamo, que sería el último del actual gobierno. Aquí es donde nos aparece un nuevo elemento, o variable: la capacidad que tienen el gobierno, de cualquier nivel, para transparentar el uso, el gasto, del dinero público.


La percepción, generalizada, es que el gobierno en general, no cumple fehacientemente con los postulados de la transparencia y el acceso a la información. Y la culpa, en términos generales, no es del ITAI, pero sí de quienes teniendo una obligación, una responsabilidad que establece la ley, pues no la cumplen o lo hacen solo a medias… un día, a un funcionario del ITATI en un conferencia le preguntaron: cuánto gana Usted. Su respuesta: no te lo puedo decir y recomendó que visitaran la página del Instituto.


Luis Carlo Ugalde, se ostenta como director General de Integralia Consultores, y proporciona una visión, una panorámica, del lugar que la entidad ocupa en Transparencia: el 25 y el mismo lugar en Información presupuestaria. La información de Ugalde choca con la que, en otros momentos, han presentado en boletines oficiales las instancias gubernamentales. Por eso revise la pagina http://www.integralia.com.mx/publicaciones-integralia.php y no hay publicación alguna al respecto, si información electoral.


¿A quién darle la razón? Sin embargo, buena parte de los reporteros que cubren la fuente gubernamental, deben recordar cuando el Secretario de Obras Publicas presume transparencia en los concursos de los contratos y que ya no se cobra el 10%, el diezmo a los constructores, un corresponsal le pidió datos específicos de un concurso y prefirió dar por terminada la conferencia de prensa.


Es claro que la sociedad avanza, que los gobiernos mejoran. Con las redes sociales, por ejemplo, y el uso de tecnologías modernas, ya nada permanece oculto, tarde o temprano se sabe. De ahí la importancia del avance en la transparencia de la información y en la rendición de cuentas. Y si no me creen, pueden preguntarle a Francisco Javier García de Vaca, o den una paseada por las redes sociales, como Facebook y Twitter.


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jueves, 12 de mayo de 2016

DIA DEL COMUNICOLOGO

Este jueves 12, prácticamente el fin del curso universitario, en Derecho Victoria se festeja, o se conmemora, el Día del Comunicólogo; expresión con que se conoce a quienes egresaron de una carrera universitaria. Y en esta época, ahí en Derecho, se imparte la licenciatura en Ciencias de la Comunicación, que es coordinada por Amparo Castillo Marroquín.


Si la mente no me juega una mala pasada, debo decir que en 35 años de ejercer ahí como docente, es la primera vez que se realiza un evento de esta naturaleza. La carrera inicialmente fue técnico superior en periodismo, luego se transforma en licenciatura en Relaciones Publicas; pasa por ser Comunicación y Relaciones Publicas, hasta llegar a la etapa actual como Licenciatura en Ciencias de la Comunicación.


El evento toma relevancia, significación, porque va destinado a consolidar la identidad de quienes estudian dicha licenciatura: que la conozcan más, que tengan certeza en que los conocimientos teóricos como el desarrollo de ciertas habilidades, les darán más confianza en el mundo laboral. Identidad que fortalece y proporciona elementos de pertenencia: saber quiénes son en términos profesionales.


Habrá un maratón de conocimientos pero creo que es muy positivo que haya una conferencia donde un joven, egresado de ahí, muestre su experiencia y de cómo la comunicación ha sido, para él, una herramienta que le ha permitido destacar y destacarse en el ámbito del activismo cívico, amen como un deportista triunfador. Eduardo Alonso Pinto Enríquez, quien puso en su muro de Facebook: algún maestro dirá que no fui buen estudiante… pero, no le puede negar que, hoy en día, es un triunfador, gracias a la comunicación.


Como parte de los ejercicios académicos a veces les pregunto a mis alumnos: ¿Por qué estudian comunicación? Y que ¿Cuáles son sus expectativas laborales?, es decir, en que tienen pensado ejercer su profesión. Para la primer pregunta, más de uno –jocosamente-, advierte, porque no llevan matemáticas como en otras carreras; los más, identificándose más con los medios de comunicación, las relaciones públicas, la publicidad.


Entre mis alumnos hay un sinfín que hoy están en los medios, entre ellos Melitón García, Diego López, José Luis Cuellar, Francisco Cuellar, entre otros. En este semestre, por ejemplo, me sorprendieron dos alumnos con sus respuestas: Katy Rodríguez, afirmando que su ambición es ser escritora, que es un sueño o una meta que se fijó desde niña; y otro más, Daniel García, me conto que desde niño con las cosas del patio de su casa armada, hagan de cuenta, un estudio de televisión, y que practicaba como locutor dando noticias o haciendo grabaciones. Espero ser, un día, testigo de sus éxitos.


El comunicólogo tiene que tener, como premisa, las reglas que Bertolt Brecht considera como las cinco dificultades para decir la verdad: valor para escribirla, habilidad para descubrir la verdad, saber manejarla como un arma, saber a quién puede confiar la verdad y, la última, tener astucia para difundir la verdad.


Creo que todos, sin necesidad de ser comunicólogos, conocemos el poder de la palabra: los demagogos la han usado para manipular a las multitudes; otros, para manipular, engañar y tergiversar la realidad, ocultarla. Pero en el deber ser, el comunicólogo debe ser capaz de lograr que, con su mensaje, la sociedad conozco mejor, comprenda e interprete la realidad presente. Para que haya una sociedad, un pueblo, mejor informado: tal y como lo demanda la teoría de la democracia.


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martes, 3 de mayo de 2016

VOTO. ¿UTIL O RAZONADO?

Cuando Vicente Fox ganó las elecciones la explicación más socorrida fue: “gano por el voto útil”, es decir, no pinto para nada el voto racional, ni las ideologías, ni el programa u oferta política de los candidatos. Solo la idea, el propósito, de sacar al PRI de Los Pinos. Derivado, obvio, de un malestar e inconformidad sobre los gobiernos priistas.


En términos de historia política-electoral, por mucho tiempo, Guadalupe Díaz Jr como director de un vespertino capitalino y como autor de una columna política, en más de una ocasión hacía notar los motivos o los razones de porque votaría por un candidato a gobernador, por tal cual a  diputación local y, claro, por el alcalde; y a veces, eran de distinto partido, afirmaba con convicción: es un voto razonado.


Sin embargo, revisar el contexto de lo que sucede, hoy en día en los procesos electorales, lo que menos se encuentra es un voto razonado, menos guiado por ideas u ofertas políticas. Véanlo, en la práctica todos los partidos políticos tienen una ideología distinta. Solo que el PRI, el Verde y el PANAL van en una coalición en la entidad; en otras, como en Veracruz, el PAN y el PRD van en coalición: esta última, dicen, es contra natura, porque en términos ideológicos son como el agua y el aceite.


Para darnos una idea de cómo es, hoy en día, el voto de los ciudadanos, hay que leer el texto de Andrés Valdez Zepeda y otros autores, que esta publicado en Razón y Palabra http://www.razonypalabra.org.mx/N/N75/varia_75/varia2parte/16_Valdez_V75.pdf, en donde dan cuenta de una tipología del voto: 1, racional; 2) Inercial; 3) Personalizado o por candidato; 4) De ira; 5) Por consigna o voto corporativo; 6) De hambre; 7) Del Miedo;  8) Contextual; 9) Circunstancial; 10) Ganador; 11) Plebiscitario; 12) De plástico; 13) Anulado y nulo; 14) Útil; 15) Ideológico; 16) Voto partidista; 17) Clasista; 18) Experiencial; 19) Relacional.


Visto el actual proceso electoral creo que un operador como Antonio Martínez Torres diría que el voto del 5 de junio es inercial como también partidista y, sin reconocerlo abiertamente, el de hambre. Serían los que harían ganar a Baltazar Hinojosa Ochoa; en cambio, Francisco Javier García Cabeza de Vaca también utiliza el voto del hambre, el partidista y el útil; este último, como oferta el cambio, que ya no estén los mismos en el ejercicio del poder.


En el caso de Francisco Chavira y Gustavo Cárdenas van más por el voto de ira, el personalizado o del candidato. Y otros, como quien dice, van por el voto razonado; algo difícil de lograr o que en la práctica funcione. La pregunta de los 64 mil pesos, en todo caso, es: ¿Qué candidato va por el voto del miedo? Dicho de otra manera: el miedo puede deslizar el voto de un partido político a otro?


Difícil erradicar el utilitarismo político. El elector merece estar informado y los debates para eso son: lamentable, muy lamentable, que en ellos no haya debate de propuestas y si lodo, acusaciones que, la verdad, me pregunto si lo que ahí se han dicho merece o no que el agente del ministerio público pueda investigar de oficio: quien acusa debe, además, ofrecer las pruebas. ¿Por qué no van a la PGR con ellas?


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