Giovanni Sartori al tratar el tema de la opinión pública
establece que, para que haya democracia, es condición indispensable que los
ciudadanos estén debida y correctamente informados. Solo así, dice, es como
pueden tomar la decisión correcta al emitir su voto en un proceso electoral. Y,
en ese sentido, hace notar que un grave problema es que hay mucha información,
que no es pertinente, que no es verdad… le llama subinformación.
Ahora que los tamaulipecos estamos siendo bombardeados
por información por todos los medios y prácticamente a todas horas, tengo la
impresión de que los ciudadanos estamos siendo atiborrados de información y
que, tiene razón Sartori: no toda es información pertinente para que los
ciudadanos puedan emitir su voto. Tiene que conocer el producto, al candidato,
a su propuesta.
Todos los tamaulipecos conocemos los problemas de
Tamaulipas, el principal es la inseguridad pública. Y todos los candidatos a
gobernador ofrecen garantizar la seguridad pública, de que concluirá el estado
de zozobra, de que volverá la paz y tranquilidad al Estado. La cuestión es que,
en términos estrictos, hacen el ofrecimiento y no logran cuajar más allá de
eso, no hay planteamientos ni proyectos en concreto. Es solo una promesa, tanto
de Baltazar Hinojosa Ochoa (PRI) como de Francisco Javier García Cabeza de Vaca
(PAN).
Tomo de referencia a solo dos candidatos porque son,
según las encuestas publicadas, los únicos que tienen posibilidades de ganar.
Pues bien, la cuestión es: ¿Qué tanto sabemos de la oferta política de cada
uno? Sabemos, es cierto, que uno y otro han realizado foros, unos más
difundidos que otros. Pero en ellos, la propuesta llega a los asistentes, a los
presentes; y llega, si, por los medios al resto de la población, sesgada,
minimizada o maximizada… ¿Cuántos tamaulipecos conocen la oferta política de
cada candidato?
En la práctica los tamaulipecos hemos sido informados, o
conocemos más, el slogan que gracias a la mercadotecnia todos conocemos:
Baltazar tiene como eje central comunicativo la expresión “Por el bien de Tamaulipas”. ¿Cómo debemos interpretarlo? Si usamos
el mecanismo de contrarios, ¿debemos entender que si gana otro será malo para
Tamaulipas? Quizá lo diga por todo lo que se dijo de Francisco Javier en los
debates y que prolifera en las redes sociales. Baltazar ofrece, además, que el
si hará bien las cosas.
En el caso de Francisco Javier su slogan principal es: “Soplan vientos de cambio”. Y lo mínimo
que uno puede imaginar, es que sea solo un cambio de personas en el gobierno;
que eso no signifique, como no significo con Fox o Calderón, una
transformación, es decir, que se elimine la corrupción, la impunidad. Porque se
ha documentado como gobiernos panistas, desde la Presidencia, gubernaturas o
alcaldías, lo primero que hacen es aumentarse el sueldo, inflar nóminas, crear
más burocracia… y todo lo demás sigue igual o peor. Se complementa el slogan
con la expresión: “de que se van, se
van”.
Creo que la elección se va a decidir por las percepciones
que la gente tiene de cada uno de los candidatos. Baltazar representar la
continuidad de un partido político; Francisco Javier, la oportunidad de una
alternancia; en este caso, así lo considero, va a pesar y mucho la percepción
que el elector tanto del partido, del candidato e incluso del gobierno actual.
Los opositores hablan de hartazgo, no de que ellos sean mejores, al menos no lo
pueden demostrar.
Y es elección competida porque más del 50% de los
electores no votaron hace 6 años; porque hay electores que presumen, si, que
nunca han votador porque todos son corruptos; en tanto que, otros, no vacilan
en hablar de un voto razonado. En otras palabras, un voto útil, que no tiene
nada que ver con ideologías, con propuestas, ni con el partido, pero si con el
candidato.
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