Antonio Leal Doria, el Presidente del Consejo Estatal de
MORENA, esta emocionado, lleno de júbilo y comparte en las redes sociales un
minibalance de lo que fue la gira de Andrés Manuel López Obrador por
Tamaulipas. Fueron 12 asambleas informativas, 12 municipios, bien o mal, el
líder de MORENA se placea y repite, una y otra vez, su discurso en contra de la
corrupción.
Efectivamente AMLO fue a San Carlos, Padilla, Hidalgo,
Mier, Camargo, Miguel Alemán, Vallehermoso, González, entre otros, que como
dice Leal Doria, son pueblos chicos. Tuve la oportunidad de ver el evento en
Padilla y a partir de ahí, mis impresiones me dejan dudas sobre el papel que juegan
los morenistas tamaulipecos, los de viejo cuño y sobre todo los nuevos, como José
Ramón Gómez Leal y Américo Villarreal, entre otros.
EL ESCENARIO EN PADILLA.
Llegue a Padilla y, como sucede en partidos como el PRI y
PAN, imagine que vería movimiento por todos lados. Y nada, media hora antes de
que iniciara el evento, los brigadistas de MORENA terminaban el escenario,
manta, sillas, micrófono y sobre todo estaban listo los vendedores: libros de
AMLO, de otros autores ligados al partido como el de Pedro Salmerón, así como
gorras, chamarras, camisetas, pañuelos y un sinfín de cosas con el logotipo de
MORENA o de la palabra AMLO.
Los primeros en llegar fueron los morenistas de Tula
encabezados por Alfredo Castillo Camacho; traían su manta, se tomaron fotos al
llegar y, claro, aprovecharon la oportunidad y lo hicieron con el líder. Por
los espacios de sillas, como pez en el agua, se movía los que ofertaban los
libros, plumas y hasta separadores. Y, claro, como bien dice JR en su video,
compraban el libro y al final AMLO los firmo, los autografió.
EL MENSAJE DE AMLO.
El mensaje de AMLO es sencillo, no habla como los
oradores de otros partidos, lo hace como si platicara o estuviera dando una
clase. Les explico a los campesinos, en Padilla, la cuestión de los apoyos; de
como la corrupción hay que combatirla desde arriba, porque ahí es donde está. Recordó
como Geño ayudo a que Felipe Calderón ganara en el 2006, describiendo la
conversación telefónica con Cerisola, que entre risas, hasta le dice: se te
paso la mano, gracias.
Explico el tema de la corrupción, tomando el ejemplo de
las medicinas para la diabetes; es barata, dice que le explicaron, pero los
intermediarios, los moches que dan las farmacéuticas, los proveedores, hacen
que se conviertan en caras… así, entre uno y otro tema, más o menos duro la
Asamblea Informativa: solo hablo AMLO, y un maestro de ceremonias. No hablo
nadie del pueblo, no escucho ante la gente, ninguna queja, reclamo o simple
apoyo.
LA META: 600 MIL VOTOS.
AMLO ya tiene, como quien dice, un voto duro, pero no es
suficiente para ganar la elección presidencial. Se estima que, mínimo, debe
alcanzar 22 millones de votos para que sea un triunfo sin discusión. La
cuestión es, ¿Cómo conseguirlos? En este caso, sus asesores y especialistas, han
tomado como meta obtener buena parte de los votos que le faltan en el norte; y
en el caso concreto de Tamaulipas la mega es obtener 600 mil votos, más o menos
el promedio de los que obtuvieron Baltazar Hinojosa y Francisco García Cabeza
de Vaca.
Se antoja increíble, o imposible. No creo que AMLO pueda
obtenerlos. Y por lo que veo en sus giras de estos días, los líderes,
coordinadores y potenciales candidatos no se mueven: José Ramón Gómez Leal y
Américo Villarreal, por ejemplo, se visualizan como candidatos a senadores. El
primero ahí está, tiene capital en Reynosa y se mueve con su equipo en cambio
Américo, se aparece, llega tarde y muy discreto toma asiento en tercera o
cuarta fila.
Para crecer MORENA, y AMLO en Tamaulipas, necesita
líderes y candidatos probados, que en su comportamiento se note, el carisma, el
empuje, los baños de pueblo, el trato humilde y sencillo con la gente, que
salude y llame la atención. Si algo tienen, por ejemplo, Américo y Lalo Gattas,
los de Victoria, es que el primero, efectivamente es sencillo, rayando en lo
introvertido; y Lalo, no es introvertido, pero es de sangre pesada.
EFECTO AMLO.
Me parece que buena parte de los coordinadores, o
candidatos de MORENA, ante la ausencia de un fuerte capital político, presencia
ante los electores, están pensando en que pueden ganar por el efecto AMLO. Tal
y como sucedió en el 2000 cuando panistas desconocidos, sin hacer campaña,
ganaron por el efecto Fox.
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