Tengo 35 años de impartir clases en la Universidad,
también lo hice en una escuela preparatoria local; condición que me ha
permitido conocer y convivir con muchos jóvenes. Con algunos de ellos, por su
interés en estudiar y aprender más, la relación ha sido más cercana. Así, con
esa experiencia, puedo atestiguar que los jóvenes –cuando menos los que
estudian-, en su mayoría son capaces, tienen imaginación, creatividad y les
gusta mucho participar.
Alguien sugirió que los jóvenes solo buscan trabajar en
gobierno. Las respuestas han sido diversas; yo no quiero desmentir a quien,
como joven, y líder, tiene una visión que, quizá, sea producto de su
experiencia y de estar tanto y tanto en áreas de gestión social. Creo, sin
embargo, que es preciso hacer notar que no todos son así… es cierto, he
conocido jóvenes que no tiene ánimo de superación, de aprender, pero buena
parte son jóvenes con sueños.
Mis alumnos, los de licenciatura, casi todos son del área de la comunicación. A
muchos de los exalumnos, es cierto, los encuentro trabajando en áreas de
gobierno; pero otros, muchos también, los
veo trabajando en el sector privado: Diego López, es uno de ellos, con
ya una larga trayectoria en medios; también están, por así decirlo, José Luis
Cuellar; Paola Ortega; Yamileht López, Ricardo Hernández Brusolo, Nerea Ramírez,
Francisco Cuellar o Benny Cruz Zapata, por mencionar algunos en los medios.
En el ámbito empresarial hay otros: Marianela Nazareth González,
Perla Esmeralda Lesso, María Carolina Reyes, Juan Carlos Alonso, Juan Macario García,
Belén Hernández Galván; el mundo de las artes esta Israel González como José
Luis Palos Navarrete, Gabriela Carrera, Noé Vargas, Adrian Barrón… la lista
puede ser interminable. Incluso, en este momento, tengo alumnos (as) que ya pintan
para no trabajar en gobierno: Alejandra Morante, es una de ellas.
Jazmín Guevara Castillo (sin ninguna liga familiar) por
ejemplo cuando fue estudiante se dedico a explotar un talento creativo: escribía
canciones infantiles para programas de radio y televisión; en ciertos casos,
incluso, hasta la hizo de diseñadora de ropa infantil. En esa etapa aprendió,
por ejemplo, lo referente a los derechos de autor, la necesidad de toda
creación registrarla porque en el medio hay mucho plagio. Y claro, tuvo una oportunidad
y acepto un trabajo con mayor seguridad.
El problema de los jóvenes al salir de la Universidad es
que el contexto laboral solo les ofrece pocas opciones de contratación:
Victoria, la capital del Estado, es una ciudad con una vocación de servicios:
la mayor oportunidad de trabajo la da gobierno (en este momento no, no hay
contrataciones y se cancelaron las vacantes), en la UAT, en la presidencia
municipal y en las dependencias e institutos federales. En el sector privado la
oferta más recurrente es en las maquiladoras… pero a nivel operativo, no de
mandos medios o a nivel ejecutivos, que si los hay, pero son sus excepciones.
Que Victoria sea una ciudad con vocación de servicios, ya
determina oportunidades laborales. Sin embargo, entre los jóvenes que aspiran a
trabajar en gobierno, hay otra situación que no debe pasar por alto: los
mejores puestos gubernamentales son para quienes son parte de grupos o familias
que pertenecen a la elite sea política, económica o social…la oportunidad no es
para todos.
Creo, estoy convencido, de que los jóvenes son producto y
consecuencia de una estructura social, política y económica: los recursos
económicos, por ejemplos, les permiten estudiar y disponer de mejores
oportunidades. Y ante la carencia de recursos, el joven difícilmente se puede
convertir en empresario o en ser su propio jefe… Y en el caso de Victoria, por
la vocación de servicios, todos quieren trabajar en gobierno: porque no hay
otras opciones.
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