Este jueves, en la capital del Estado, el alcalde
Alejandro Etienne dará su Informe de Gobierno Municipal. Como quien dice, dará
el grito de salida, porque luego le van a seguir otros y otros, hasta completar
los 43. Gustavo Torres, en Tampico, será el viernes; para el sábado Leticia
Salazar en Matamoros y el domingo, en Reynosa, José Elías Leal hará lo propio.
¿Qué informaran? Obvio, lo que hicieron, sin patentizar los logros obtenidos.
La Constitución Local establece que tanto el gobernador
como los alcaldes tienen que rendir, año tras año, un Informe del Estado que
guarda la administración pública; y si lo hacen, pero dando una reseña, una
descripción o enumeración de lo que hicieron en el año: las inversiones, las obras iniciadas,
concluidas e inauguradas; de como invirtieron en, por ejemplo, tapar los
baches.
No estoy en contra de los informes de gobierno, ni del
gobernador ni de los alcaldes, tampoco de los informes legislativos. Solo que,
para informar, es necesario haber realizado algo. Y en este caso, hacen bien
los alcaldes rendir un informe pormenorizado de sus acciones. Sin embargo, el
punto clave, es que para cacarear algo es preciso que sea real: y la forma más
elemental de observarlo es con el reconocimiento que la propia población hace
al gobernante.
Y es que, por ejemplo, Enrique Peña Nieto acaba de
entregar el Informe Presidencial; pero las encuestas de popularidad dicen que
tiene hasta un 57% de mexicanos que desaprueban su gestión. No es para menos,
hechos como la fuga del Chapo; el secuestro y se presumen asesinato de los
normalistas; el caso de los sicarios que, también se presume, fueron
“ejecutados”, entre otras cosas, no dan para que el Presidente tenga bonos
positivos con la sociedad.
¿Cuál es el capital político de cada alcalde? Por
ejemplo, Carlos Canturosas una y otra vez publicita que es el alcalde mejor
calificado en todo el país, no solo de Tamaulipas. Apunta que es el resultado
del estudio del Gabinete de Comunicación Estratégico. No es que pensemos que
miente; pero estamos acostumbrados –como sucede con las encuestas-, que sean
investigaciones a modo, de tal suerte que aparezcan resultados de ese tipo.
Lo que sí es cierto, es que Carlos Canturosas anda
desatado. Está convencido de que puede ser el próximo gobernador de Tamaulipas;
por eso, sí usted entra a uno que otro portal –lo hice anoche en La Jornada- y
lo primero que le aparece es un banner haciendo notar el próximo informe
municipal, pero deja –con otra imagen y texto- la coyuntura para que se piense,
nos imaginemos, que está en plena campaña de posicionamiento para ser el candidato
de su partido, el PAN.
En las mismas circunstancias observamos, por decir,
también al alcalde capitalino. Mucho antes de que fuera alcalde, cuando lo
destaparon para política al cumplir años, con un festejo multitudinario, lo
primero que se pensó: es el candidato del gobernador Egidio Torre Cantú a la
gubernatura. Percepción que se ha reforzado: sus visitas a otros municipios;
que al libre 17 se aparezcan como invitados alcaldes de otros municipios… pero,
aun mas, la forma en que publicita algunas de sus obras: se acuerdan del
panorámico del 8 x 8; y, hoy en día, con su Informe de Gobierno la ciudad está
saturada de panorámicos, pendones y publicidad estática en aparadores colocados
estratégicamente en la ciudad.
Alejandro Etienne no ha dicho, ni una vez, que tiene la ambición de ser el
candidato a gobernador. Sin embargo, sus acciones, su ir y venir a los
municipios, a tener reuniones aquí y allá con gente empresarial, con líderes
populares, nos llevan a pensar, si a creer, que a él también le hace cosquillas
el ser el candidato a gobernador. Tiene, en contra, que en Victoria los
resultados electorales no han sido nada halagüeños… lo que significa,
llanamente, que puede ser un buen administrador, pero que no hace política.
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