sábado, 23 de agosto de 2014

EL MIEDO DE MORRIS.

En el PRI tamaulipeco se están acomodando las barajitas, o las piezas del ajedrez, con miras a las elecciones del 15 y luego las del 16. Y en ese acomodo, evento tras evento, van apareciendo señales; se cancelan otras y, lo más evidente, aparecen los miedos a ser rebasados por actores políticos que no están, digamos, en el terreno de lo local. Al menos, así puede interpretarse, una de las últimas declaraciones de Carlos Morris.


Los mensajes son claros. En un reunión priista, el delegado nacional José Parcero López, no se midió: pidió a los priistas que salieran a la calle, que se movieran, porque era –dijo-, la mejor forma de estar presente con el pueblo, con los electores. Y Felipe Garza Narváez rápido que le toma la palabra: dice tener meritos suficientes y quiere ser diputado federal… local ya no, porque ya fue tres veces.


Con el último evento, José Parcero López, cambio de opinión o de estrategia: pidió que haya disciplina, que ante todo está el partido. Y quien va mas allá, sin la menor duda, es Carlos Morris, el actual líder del PRI capitalino. Hace notar que el trabajo tiene que hacerse dentro del partido, que primero está el partido y luego las ambiciones personales… que, quienes aspiren –palabras más, palabras menos-, tienen que demostrar que son priistas y que han trabajado por su partido.


¿Por qué tanta prisa en hacerlo notar? Creo que es preciso contextualizar hechos: a) Alejandro Guevara Cobos realiza, a la vista de todos, campaña de posicionamiento con miras a ser un candidato en el 15, como paso previo al 16. Su actividad rebasa lo normal pero, además, ya evidencia un uso correcto y apropiado de las redes sociales. Y, por otra parte, con motivo de la aprobación de la reforma energética los bonos de Marco Antonio Bernal han subido como la espuma.


El miedo de Carlos Morris es comprensible: los nuevos tiempos de la praxis política han cambiado; ya no son tiempos en que el gobernador hacia y ponía candidatos; con el entronizamiento de Enrique Peña Nieto en la Presidencia ha regresado la praxis centralista de ejercer el poder. A partir de esta premisa, y de lo que ha sucedido en Tamaulipas en las últimas elecciones, es evidente que la Federación va a intervenir… y lo más fácil es imponer candidato.


¿Qué reflector pesara mas al momento de la decisión? ¿El local o el central? Ya el gobernador Egidio Torre Cantú, como jefe real de su partido, hizo un pronóstico: van a ganar todas las diputaciones federales en el 15. La única condición que establece el primer priista es solo una: que los priistas den su esfuerzo y más. Eso significa, en plata limpia, que hagan el trabajo. Obvio, trabajo que encabeza Rafael González Benavides, Humberto Valdez, Susana Hernández y ahora hasta Efraín de León.


El pronóstico de Egidio Torre Cantú tiene un contexto: en la última elección federal los priistas perdieron 6 diputaciones y las senadurías; y en la última local se perdieron dos municipios, y sus diputados respectivos, significativos (Matamoros y Nuevo Laredo) al grado que Ramiro Ramos tuvo que concertar y crear un mecanismo técnico para convertirse en el líder congresal por los tres años: dos diputados del verde, dejaron de ser verdes, para ser tricolor, así se armo la mayoría priista local.


Por eso, la condición que pone Torre Cantú: que los priistas den su esfuerzo y mas… algo difícil cuando están acostumbrados a la simulación… y, casi casi, ya se olvidaron del carro completo, se están acostumbrando a perder elecciones.


CONTACTO.
Web: http://meligue.blogspot.mx/








No hay comentarios: