jueves, 15 de septiembre de 2016

DIPUTADOS CULPABLES.

Arcenio Ortega Lozano es diputado del PT y Presidente de la Comisión de los Derechos Humanos ante los reporteros reconoció, acepto, que los funcionarios de la Secretaria de Seguridad Publica como de la Procuraduría, desdeñan, que no hacen caso, a las recomendaciones que la Comisión de los Derechos Humanos emite en contra de su proceder.


Su aseveración es, digamos, una más de las voces ciudadanas que en más de una ocasión han pregonado, insistido, que la Comisión de los Derechos Humanos es, casi casi, un elefante blanco. Y es que, desde su fundación, solo conocemos los reportes (informes, dicen) que hasta publican en los medios de comunicación. Pero no hemos conocido, digamos, un reporte que levante ámpula, que deje huella de su quehacer y actuación.


El mismo diputado, confesión de parte pues, hace notar en donde está la falla: un vacío legislativo que prevalece con respecto a obligar por ley a rendir cuentas de las violaciones de los derechos humanos por instituciones públicas. Hay muchas quejas, mas recomendaciones, pero de estas últimas, no hay resultados practicas… porque las autoridades involucradas, como quien dicen, tiran a lucas a la Comisión respectiva.


Así, con esto, se justifica incluso hasta la inactividad de Jose Martín García Martínez. El bien que sabe, si, que no puede ir más allá de hacer una recomendación: no tiene, digamos, dientes, para castigar al culpable de la violación de los derechos humanos. El culpable, de que esto suceda, son los mismos diputados: que aprueban leyes a modo –que les manda el Ejecutivo-, y en su estudio, análisis y debate no buscan ir más allá.


Son culpables, digamos, los diputados por omisión: porque al estudiar una ley, no investigan, no hacen estudios comparativos, para hacer de las propuestas de ley, mejores herramientas que puedan rendir mejores resultados en la realidad. Cosa similar sucede con el ITAIT: las dependencias encargadas de entregar la información se hacen pato, dejan pasar los días y entregan, cuando lo hacen, información sesgada o incompleta.


DESLUCIDOS INFORMES MUNICIPALES.
En días pasados los alcaldes tamaulipecos rindieron su Informe de Gobierno. Hacerlo es una obligación constitucional. Hay que hacer notar que, entre el primero y el tercer informe, hay mucha diferencia. Lo notamos aquí mismo, en la capital: Alejandro Etienne rindió su primer informe en el Teatro Amalia González Caballero de Castillo Ledón, a todo lujo; el tercero, que le toco rendir a Fernando Méndez Cantú, fue en el patio de la Presidencia Municipal, bajo un toldo y con sillas plegadizas.


Y en los otros municipios no cantaron mal las rancheras. Por  ejemplo, en municipios como San Carlos y Bustamante, hubo un total desprecio de los habitantes que no asistieron. En San Carlos, por ejemplo, lo entraron al recinto los que estaban invitados, previo cotejo de una lista; en Bustamante, ni los regidores asistieron. Por ese mismo tono, fue el de Padilla. Dicen que solo Lorenzo Morales, en Güemes se salvó: porque organizo rifas y entrego un sinnúmero de regalos, tuvo, como quien dice, el campo lleno.


COMIDA AZUL.
Ya faltan menos días para que los vientos de cambio estén en Tamaulipas. Ya se difundió, por ejemplo, que la Toma de Posesión será en el Recinto Legislativo, en la casa del pueblo. Eso, obvio, habla bien del gobernador electo. Y para rematar, también se cuenta, habrá una comida aproximadamente para 4000 personas en el Polyforum…Por cierto, la contralora Gilda Cavazos se escuda en el protocolo para la transición y niega que se esconda la información. Esa, dice, la tendrán el 30 de septiembre, completa.


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