El sábado pasado se reunieron los priistas tamaulipecos:
las crónicas, las descripciones de unos y otros personajes, sus actitudes, sus
palabras, sus expresiones, denotan que están de regreso. Ni parecía, si, que
son miembros de un partido que está en la oposición, que fueron derrotados
estrepitosamente. Pero eso sí, se mostraron bravos, acusaron, reclamaron,
demandaron… se sintieron libres.
Quizá, ese comportamiento, deviene de un solo hecho:
están sin líder estatal, como quien dice, no tienen líder real y el formal, aun
Aida Zulema Flores, como que no los ve ni los siente, y ellos, pues hacen lo
mismo. Solo le reclaman que no haga trabajo, que no asumió un liderazgo activo,
de lucha y acaso hasta de confrontación.
UN NUEVO LIDERAZGO.
A raíz de la derrota, de inmediato se pensó en un cambio
pero Rafael González Benavides se la tomo con calma; luego pidió licencia y
Aida Zulema, dice Humberto Valdez, se la paso gastándose el presupuesto, pero
sin hacer un trabajo efectivo. Varios levantaron la mano para pedir elecciones
de un nuevo líder estatal, pero solo Enrique Cárdenas hizo reclamos legales,
jurisdiccionales. Se elegirá solo al Presidente, se entiende, para que concluya
el periodo de Rafael, por eso Aida seguirá siendo la Secretaria General.
Levantaron la voz varios priistas. Sin embargo hay que
esperar la fecha de registro, el 14 de agosto, para ver quienes van hasta el
final. Enrique Arreola Loperena, un exlíder juvenil, está en la pelea y,
asegura, será el triunfador; que ya tiene, afirma, mas de la mitad de los
consejeros a su favor. Esta seguro, si, de ganarle a Oscar Luebbert… a quien
Arreola ya le ve cara de candidato a Senador. ¿Quién será el nuevo líder?
LINEA LOCAL.
Carlos Hiriarte Mercado, el Secretario de Organización
del CEN priista, hace énfasis en que la dirigencia nacional solo va a acompañar
los trabajos de la elección del dirigente en l construcción de una candidatura
de unidad, pero que en la práctica será una línea local, que no habrá
intervención o injerencia del centro. En la práctica es difícil de creerle,
porque la historia no ha sido así.
Si la línea es local hay que partir de dos premisas: 1)
los miembros del Consejo Político fueron puestos ahí, sin temor a equivocarme,
por el otrora primer priista Egidio Torre Cantú; 2) Los miembros del Consejo Político
no saben, si, no saben lo que es tomar una decisión libre, siempre lo hacen
siguiendo una línea, sea política, económica o que responda a sus intereses.
EUGENIO Y EGIDIO.
Si nos vamos a buscar factores reales de poder, de
intereses políticos y económicos, tendríamos que decir que solo Eugenio Hernández
Flores y Egidio Torre López, son los únicos que, pese todas las contingencias,
tienen construido un enjambre de intereses que los vinculan con cada uno de los
Consejeros Políticos: de una u otra manera, les deben favores o, incluso,
pueden ser hasta socios en negocios o cómplices en más de una corruptela.
Y en ese sentido, fuentes bien informadas, cercanos a
Oscar Luebbert hacen notar que este ya se entrevistó con ambos exgobernadores.
La lógica es que, unidos en sus intereses, no pueden desentenderse de la
política tamaulipeca, puesto que en esa coyuntura es como, aún pueden, disponer
de elementos e instrumentos para ejercer presión, poder o traficar influencia.
En política solo hay dos opciones: acuerdos o golpes; los primeros hay
beneficios; con los segundo, la oportunidad de ganar, pero también de perder.
Los consejeros políticos priistas, a fin de cuentas, no
se mandan solos.
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