jueves, 10 de enero de 2019



AMLO Y CABEZA: LOS CONTRAPESOS.

De manera insistente, reiterativa, se observa como Francisco Javier García Cabeza de Vaca –como gobernador y, se entiende, también como panista-, cuestiona una y otra vez las decisiones y acciones de AMLO como Presidente. Los dos cuestionamientos más recientes son: 1) Los beneficios de la zona fronteriza con el programa de reducción del IVA, el ISR, homologación de gasolina y aumento de salarios mínimos. No es un beneficio parejo, dice; 2) La Guardia Nacional, como proyecto federal, que militariza al país… no están claras, dice, las funciones que tendrán.


Francisco Javier García Cabeza de Vaca, se puede decir, es fiel seguir, cumplidor, de las consignas o líneas que marca su partido, el PAN. Marko Cortés, el líder nacional, al momento que tomó posesión como tal, ha buscado construir, convertirse, en una oposición real a la 4T, para eso cuestiona una y otra de las decisiones y acciones del gobierno federal. Así, en este sentido, el PAN es el partido que busca convertirse en un contrapeso real en el escenario político.


LOS CONTRAPESOS EN UNA DEMOCRACIA.
Con la 4T se corre un peligro: que se repita el esquema de cuando el PRI, en el siglo pasado, era el mandamás, poderosos, sin que nadie le hiciera sombra; en la etapa del presidencialismo, iniciada por Lázaro Cárdenas, el Presidente tenía un pleno control de todos los poderes estatales. Les valía Wilson, como bien se dice, la división de poderes establecida por Montesquieu: a las críticas, respondían: no es subordinación, es colaboración entre los poderes. Claro nadie, pero nadie, les creía, por las múltiples evidencias de que el poder real lo tenía el Presidente de la República.


En el caso actual, MORENA ya tiene en su poder el Poder Presidencial. Tiene una mayoría en la Cámara de Diputados y también en la de Senadores; aunque, en esta última, para hacer reformas constitucionales requieren de una mayoría calificada y ahí sí, les faltan unos cuantos senadores. Por eso es, significativo que se vea un contrapeso mínimo: para conocer distintas posturas y observar si MORENA será intolerable, de que se crean los únicos dueños de la verdad, tal y como lo hizo en su momento el PRI: que no veía, ni oía, a la oposición, tal y como en alguna ocasión lo sentenció Carlos Salinas.


AMIGO O ENEMIGO.
En política hay una expresión que en todo momento es válida: no se vale quedarse arriba de la barda; es decir, quienes con su voto tienen la posibilidad de marcar un rumbo, tienen o deben hacerlo para ser congruentes con lo que pregonan. Sin embargo, en la lucha política algunos se quedan en la barda y se bajan, de manera convenenciera, cuando ya está completamente decidido el triunfo a favor de un grupo, corriente o partido político. Por eso, otros dicen: si no estás conmigo, eres mi enemigo.


Esa es la coyuntura actual: da la impresión que MORENA y su líder real, el Presidente AMLO, manejan con mucha soltura esa posición: si criticas sus decisiones, sus acciones, luego entonces estas en contra de la 4T; tomando la actitud de que, la 4T es única, valedera y que a rajatabla se tiene que aplicar, convertir en una realidad de gobierno. Por eso, quiérase o no, la actitud del PAN como de su líder Marko Cortes es una válvula de escape, pequeña, pero válvula.

LA UNANIMIDAD ES SOSPECHOSA.
Por vivir en un Estado de Derecho así como en un régimen democrático, siempre se ha dicho que la unanimidad es sospechosa. Partidos políticos como el PRD, el PRI o el PAN en la práctica no son nada frente a MORENA. Sus legisladores son punto menos y en las votaciones no pueden ganar batallas, precisamente por tener menos legisladores que MORENA. Pero esa condición, de minoría, no debe llevarlos a convertirse en comparsa… menos si sus ideales, su programa de acción, es completamente distinto a MORENA.


Ricardo Monreal, como líder del Senado, enfrenta en este momento un problema: no cuenta con la mayoría calificada para aprobar la Ley de la Guardia Nacional; para lograrlo, requiere establecer negociaciones, acuerdos, convenios, con la oposición. Tiene capacidad, y sabe cómo hacerlo, para lograrlo: va a implicar que, bien el PRI o el PRD, pueden convertirse en el partido bisagra. Ya se verá el día de la elección y luego, pronto, veremos los saldos de esa negociación: las cartas están sobre la mesa y también los dividendos.

EL RETO.
MORENA, es decir, Andrés Manuel López Obrador, Ricardo Monreal, Mario Delgado y Yeidckol Polevnsky bien lo saben: pueden construir un partido que tenga un poder similar al del PRI. Poderoso, potente, omnímodo, pero los tiempos han cambiado: hoy la sociedad es más crítica, aunque no ha perdido su pasividad general; y, por otra parte, ya la sociedad misma –ricos y pobres-, saben para qué sirve el voto: sirvió para sacar al PRI de Los Pinos, ya dos veces. Y MORENA tiene que entender la historia, no repetirla. Entender que cada decisión, cada acción, tiene una repercusión, un efecto y puede desencadenar más. Para muestra, ahí tienen el desabasto de gasolina… que si no se remedia, hará que arda el país.


¿MORENA y AMLO verán y escucharan a la oposición?


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