REYNOSA: NO HUBO ROUND DE TANTEO.
¿Por qué vino Andrés Manuel López Obrador a Reynosa? Si
consideramos que su programa para la zona fronteriza tiene una gran variedad de
ciudades, la única respuesta que el mismo nos da, es solo una: Que Reynosa ha
tenido un crecimiento económico pero que, sin embargo, es la ciudad a la que,
los gobiernos pasados, más le han quitado. Así, de simple. Hay, entiéndase,
otra vertiente, la política: es el feudo de Francisco Javier García Cabeza de
Vaca, el gobernador que ha cuestionado –una y otra vez- sus políticas públicas.
Así, observando a los dos gobernantes, se antoja pensar
que fue el primer round de dos luchadores políticos, ambos con el firme
propósito de tener más y más poder; sin embargo, si hacemos eco de la
información desprendida del evento, de las palabras de uno y de otro, tengo la
impresión de que no hubo round de tanteo. Y sucede así, por una simple
explicación: los peleadores ya se conocen, saben de qué pie cojea uno y otro.
Ambos saben dónde y cómo golpear.
EL CAPITAL.
Para entender el comportamiento de AMLO, primero como líder
político, luego como candidato presidencial y ahora como Presidente en
funciones, es preciso hacer notar que todos los políticos –a lo largo de su
carrera-, acumulan capital. Sin embargo, vista la historia y el escenario, es
preciso advertir que hay dos tipos de capital: el capital político, es decir,
incrementar los adeptos, simpatizantes y seguidores; y el capital económico, el
dinero, la riqueza.
AMLO tiene en mente solo un propósito: conservar y
acrecentar el poder de MORENA, su partido. Por eso, no acumula riquezas. No
puede decir, como otros líderes y políticos, que además de la vida política,
que tiene una empresarial; que tiene negocios inmobiliarios y de la
construcción, como hace días Eugenio Hernández Flores explicaba; o que cuentan
con ranchos, negocios ganaderos, de exportación o incluso vinaterías en plena y
expansiva producción. No, por eso AMLO, hace compras en los Oxxo, viaja en
avión comercial… se da baños de pueblo.
EXIGENCIAS DE REGLAS CLARAS.
En Reynosa gano AMLO y el gobernador Francisco Javier García
Cabeza de Vaca dejo ir una oportunidad magnífica para dejar sentado que es, a
todas luces, el líder de los tamaulipecos. Diría alguien del rancho: le
comieron el mandado. Y es que, en tanto que AMLO dijo a los reynosenses, a los
ahí presentes, las ventajas y oportunidades del programa; el gobernador en
lugar de advertir coincidencias y convergencia de intereses por el desarrollo,
cuestiono las reglas de operación, de si es un crédito o una compensación
fiscal. Siguió la línea de su partido, dictada por Marko Cortes, de cuestionar
las bondades del programa para la frontera.
AMLO, por su parte, dijo a los tamaulipecos algo que
todos queremos escuchar: “Quiero que logremos serenar a Reynosa, serenar a
Tamaulipas, serenar el país…”. Y es que nadie, y a nadie, escapa el clima de
violencia e inseguridad que se vive de manera cotidiana en la mayor parte del
país, y de manera notable en Reynosa y en otros lugares de la entidad. La
población, los tamaulipecos, quiere realidades, no promesas ni proyectos
fallidos. La estrategia de AMLO es sencilla: detonar el crecimiento económico,
el bienestar social, de ahí la disminución del IVA, del ISR, la homologación de
precios en gasolina en la frontera… acciones cuestionadas por el PAN y, por
ende, por el actual gobernador.
VISION DE ADMINISTRADOR.
Dentro de tres meses, si AMLO cumple su promesa de
regresar a Reynosa, se dará el segundo round entre dos gobernantes, dos líderes,
que tienen en mente solo un propósito: el poder. Lo quieren, lo ambicionan, y
para conservarlo y acrecentarlo, obvio, hacen uso del mismo poder. AMLO quiere
adueñarse de Tamaulipas y García Cabeza de Vaca quiere, como diría un viejo del
rancho, que solo sus chicharrones truenen. AMLO ofrece regresar en 3 meses a
hacer una evaluación. Es la visión de un administrador.
Ya imagino lo que sucederá, entiéndase, el si el
gobernador insiste en que le aclaren las reglas de operación: AMLO dará cuentas
alegres por una sencilla razón. El destinatario final, el consumidor, ya sabe
que paga menos de gasolina y que, en las tiendas, los artículos están teniendo
una reducción, aunque sea mínima, pero la tienen porque en lugar de pagar un
impuesto del 16 paga un 8% y además ganar más de sueldo. Y los contribuyentes,
poco a poco, se darán cuenta que no es lo mismo pagar un ISR del 30 a uno del
20%. Son beneficios tangibles.
EL RETO.
Ambos líderes, gobernantes, tiene un reto. La historia y
el contexto explican que la federación siempre, siempre, tiene forma de
apabullar a estados y sus gobernadores. Esto bien que ambos los saben. Por eso
AMLO sigue una estrategia; y el gobernador tamaulipeco, bien que lo sabe,
tampoco lo puede confrontar directamente. Tiene, con una táctica y estrategia,
la oportunidad –como lo hacen algunos luchadores de karate o de kung fu,
aprovechar la energía del contrario, su vuelo y fuerza, para ganar. Es un duelo
de recursos, de inteligencia, de estrategia y táctica.
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