Sin la menor duda que fácilmente se puede afirmar que en
Tamaulipas el gallinero político esta alborotado. No hay día que se mencione, principalmente
en los medios impresos o de pronto hasta en las redes sociales, que algún
ciudadano tiene la firme intención de sacrificarse con una candidatura, sea en
el 15 o en el 16. Claro, recuerden que siendo ciudadanos, todos pueden votar y
ser votados (aunque a unos, de plano, los
botan en sus aspiraciones).
No tiene nada de malo que así suceda. Recordamos,
incluso, que en su momento José Parcero López, en el ámbito priista, dio luz
verde para que, quienes tuvieran ambiciones, lo manifestaran y se movieran;
posteriormente, fue el propio gobernador Egidio Torre Cantú el que recordó, en
este caso a sus colaboradores, que tienen una tarea y una responsabilidad y que no deben distraerse.
Luego, el líder estatal Rafael González Benavides, hace
lo propio: que se pongan a trabajar, porque aun no son los tiempos, les dijo.
Hasta Carlos Morris le hizo segunda. Lo
cierto, es que, a partir de aquel momento personajes como Felipe Garza Narváez
hicieron notar sus anhelos políticos, haciendo notar que tiene meritos
partidistas. Baltazar Hinojosa cantinfleo: no de incluyo ni me descarto, o sea,
¿dónde queda?, no está dentro ni fuera.
En, la cuestión es la siguiente: hace días la Suprema
Corte de Justicia de la Nación tomo la decisión de que, cuando alguien, hace
mención en los medios de comunicación de sus deseos de ser candidato a un
puesto de elección popular es proselitismo, es decir, un acto de campaña
adelantado. ¿Cómo debemos tomar esta decisión? ¿Felipe Garza, por dar un
ejemplo, quedaría inhabilitado en caso de que le aplicaran la medida tomada por
la SCJN?
En la práctica hay una realidad: hay políticos, priistas
y no priista, que con sus acciones dan la impresión de que efectivamente tienen
en su mente, en sus propósitos, buscar una candidatura. Veamos si no: Alejandro
Etienne y Homero de la Garza desarrollan una actividad pública intensa, que se
cacarea en todo momento y medios; incluso, Alejandro se acaba de convertir en
el líder de los alcaldes priistas en la entidad… un membrete que, vaya pues,
nació para que se pueda placear a su antojo por cada municipio.
Por otra parte, aunque no lo reconozcan explícitamente,
en los medios de comunicación se hace notar que hay ambiciones políticas: que
la señora Laura Graciela de la Garza viuda de Torre, mejor conocida como “Beba”,
será candidata a una diputación federal; y la evidencia es que ya, su sobrino
Carlos Morris, la placeo el sábado pasado en un evento partidista, donde la
hizo –cuentan- recorrer todas las mesas y saludar, uno a uno, a cada asistente
en el evento. Pues si, ni modo de no pensar, que quiere ser candidata.
En el evento de la presentación de la agenda energética
los medios dieron a conocer una entrevista a Oscar Luebbert, el de Reynosa y
ampliamente conocido por sus aspiraciones a gobernar a Tamaulipas. En ellas,
sin preámbulo hizo notar que su esposa Esther Camargo tiene los méritos y las
condiciones para ser diputada federal por Reynosa. Así, o más claro, el deseo,
el acto adelantado, de campaña.
La lucha por el poder es de todos los días y en muchas
formas. Lo único que hace la autoridad, en este caso, la autoridad judicial –no
la electoral-, es establecer un elemento que se conoce como “control abstracto”
para evitar lo que en plata limpia se conoce como “tomar ventaja”. Que es, en
la práctica, algo imposible: quienes tienen tareas públicas, como Homero de la
Garza y Alejandro Etienne, no necesitan hacer proselitismo, basta con que hagan
su tarea y la cacareen.
CONTACTO.
Correo: meliton@prodigy.net.mx
Web: http://meligue.blogspot.mx/
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