sábado, 11 de abril de 2015

ETICA Y VALORES. EL CASO DE LOS HELICOPTEROS.

En los últimos días los medios de comunicación han dado cuenta de casos que riñen con la ética y los valores que los servidores públicos deben de poseer y de evidenciar. El caso de los helicópteros, tanto del PRD como de quien fuera director general de CONAGUA, evidencia como en México el sistema de botín político en que esta convertida la administración pública persiste.


Parece mentira: con más de 30 años de que apareció la Contraloría, recuerdan en tiempos de Miguel de la Madrid, ha sido imposible generar una conducta de orden, de responsabilidad, de honestidad entre los servidores públicos. Da la impresión que eso de la contraloría social, del acceso y la transparencia de la información, no ha calado nada: siguen igual, pensando que son dueños del puesto, que son sus beneficiarios con todo y prerrogativas.


El caso de David Korenfeld, de usar un helicóptero oficial para ir con su familia al aeropuerto, no puede ser un caso aislado: debe haber, en el gobierno y en sus tres niveles, servidores públicos (hombres y mujeres) que en más de una ocasión se han aprovechado del cargo, que han abusado y usado los recursos a su disposición en forma personal. Todo, entiéndase, es producto y consecuencia de la proliferación de la corrupción.


Servidores públicos con vehículos asignados que los usan para asuntos de familia, como llevar a los niños a la escuela; tener en nomina, por así decir, al jardinero y hasta a la sirvienta de la casa e, incluso, en algunos casos negocian que la esposa sea también parte del presupuesto. Y todo esto, a la larga, conlleva a una cadena de hechos, que tienen que ver con la ética y los valores de que, no es por nada, pero carecen buena parte de los servidores públicos.


Un tema que medio mundo habla, pero no todos le entran a resolver, parte de la corrupción, es el de los “aviadores”. Se conocen casos, por ejemplo, de aviadores en instituciones públicas que, cuando hay una limpia, se les da de baja y  lo primero que hacen es demandar y lo peor, a veces hasta ganan las demandas. Cuentan  que de eso, algo sabe más de un contralor, un director jurídico y hasta un rector.

Korenfeld en descargo se disculpo y hasta repitió una y otra vez: que solo fue una sola vez. Pero lo hizo y trasgredió la ley. En el caso de los perredistas que contrataron un helicóptero para ir a un evento, a un mitin, no se está abusando, pero muestran que no les importa despilfarrar el dinero que reciben del erario público.


México no puede avanzar en la construcción de un mejor país en tanto continúen las mismas prácticas: la corrupción, la impunidad, el aprovecharse de los cargos públicos, el traficar con la influencia, el beneficiarse con la adjudicación de obras y contratos de construcción. Los negocios de familia y amigos de los gobernantes es cosa común, como si dijeran: no me des, solo dame oportunidad y del resto yo me encargo.


El discurso de anticorrupción, de transparencia y acceso a la información, la protección de los derechos humanos son parte de una retorica que ya no hace mella en la población: no hay congruencia en lo que dicen con lo que hacen. La credibilidad de quienes nos gobiernan cada vez es menos: la ética y los valores de los servidores públicos están en entredicho con cada una de las acciones de corrupción que ejecutan.


Y estamos en campañas políticas: cada cloaca que se destapa de corrupción, de malos servidores públicos, abona a una postura: de no votar, porque gobernantes, incluidos legisladores, de los tres niveles de gobierno son todos iguales, no cambian: se olvidan del pueblo, de sus necesidades y problemas.


Contacto:
Web: http://meligue.blogspot.mx/
Twitter: @melitonguevara



No hay comentarios: