Cada
dia que pasa los tamaulipecos tenemos una certidumbre: que los políticos comen
ansias, que no dan su brazo a torcer pese, si, a los extrañamientos que el árbitro
les hizo hace un par de semanas. Lo vemos todos los días en las redes sociales,
pero también en los espectaculares… se dan, como quien dice, sus mañas para
reírse del IETAM, para coraje de los adversarios.
Estamos
enterados de que, por quejas del PAN, se obliga a priistas como Alejandro
Guevara a quitar espectaculares que, como diputado, usaba para promocionar su
actitud de quien pregunta no se equivoca. Ahora, sin embargo, vemos por todos
lados los espectaculares de BERNAL hasta en calcomanías de los carros: a nadie,
en serio, engaña y la autoridad, el árbitro, se hace como que no ve.
A
leguas se nota que es difícil, muy difícil, que el suelo este parejo, tal y
como en su momento lo reclamo Enrique Cárdenas del Avellano; y es que, el
exlegislador federal, bien que sabe, que siente, que es el único –claro, de los
que han dicho que quieren ser candidatos-, no cuenta con recursos públicos
disponibles, ni forma, vaya pues, de placearse a costas de un presupuesto
distinto al propio.
Toma
la delantera Marco Antonio Bernal, para emparejarse, pues es el menos conocido
para la población tamaulipeca, quizá no de los grupos políticos o de la élite política, sobre todo del Distrito Federal. Da la impresión que, ahora si, ya va
con todo, con todo sus recursos a posicionarse, es decir, que lo conozcan en la
entidad, que lo conozca el pueblo. Aunque, a decir verdad, no se ha dado baños
de pueblo tal y como lo están haciendo los que sueñan con ser alcaldes, sobre
todo en la capital.
Para
unos, la batalla final en el PRI esta en dos frentes: Baltazar Hinojosa Ochoa
por quien apuesta hasta Edgar Danes, el asesor del Gobernador Egidio Torre
Cantú; y, dados los últimos acontecimientos, entre Marco Antonio Bernal. Dan
por muertas las aspiraciones de Alejandro Guevara como de Alejandro Etienne. Lo
cierto es que, como bien dicen, aun no hay descartes obligatorios… y lo que se
intensifica es la guerra sucia, la descalificación.
Ya
van dos veces, por ejemplo, que se difunde que Carlos Cantú Rosas tiene nexos o
ligas con elementos de la delincuencia organizada. Primero fue en La Jornada,
ahora en Milenio Tv; y claro, en las redes sociales, eso es leña que hace mas
grande el fuego. Cierto o no, se esta siguiendo la consigna de la propaganda
nazi: calumnia, calumnia, calumnia, que al final algo queda. Y es que, todo
nace de testigos protegidos, tal y como sucedió con Eugenio Hernández Flores y
otros políticos.
Y
en el caso de la efervescencia, del aumento de la actividad política pro una
candidatura, lo tenemos en la capital del Estado. Aquí Ricardo Rodríguez con el
pretexto de hacer gestión y de apoyar a sus representados sin el menor problema
organiza eventos; que van, si, que van desde hacer jornadas oftalmológicas
hasta muestras gastronómicas. El chiste, el detalle, es estar cerca de la
gente. Otro que, con el mismo pretexto, hace lo mismo, sin tanto ruido es el
también diputado Heriberto Ruiz… y no anotamos a los que se sumaron, este fin
de semana, porque al rato van a decir: Cuidado con el candidato, en lugar de,
cuidado con el perro.
Este
tipo de actividad, de intensificar la lucha por la candidatura, conlleva
especulación, rumores, golpes bajos, declaraciones sin ton ni son. Y el pueblo,
testigo mudo, los ven, trenzados en una lucha por alcanzar una nominación, una
candidatura, presentándose como el mejor, el que los escucha… y mas de un
ciudadano, de esos que ya se convirtieron en escépticos, dirán:
¿Quién les cree?
La vocación de servicio no hay que pregonarla, hay que demostrarla.
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