martes, 10 de noviembre de 2015

AUMENTA INTENSIDAD POLITICA.

Cada dia que pasa los tamaulipecos tenemos una certidumbre: que los políticos comen ansias, que no dan su brazo a torcer pese, si, a los extrañamientos que el árbitro les hizo hace un par de semanas. Lo vemos todos los días en las redes sociales, pero también en los espectaculares… se dan, como quien dice, sus mañas para reírse del IETAM, para coraje de los adversarios.


Estamos enterados de que, por quejas del PAN, se obliga a priistas como Alejandro Guevara a quitar espectaculares que, como diputado, usaba para promocionar su actitud de quien pregunta no se equivoca. Ahora, sin embargo, vemos por todos lados los espectaculares de BERNAL hasta en calcomanías de los carros: a nadie, en serio, engaña y la autoridad, el árbitro, se hace como que no ve.


A leguas se nota que es difícil, muy difícil, que el suelo este parejo, tal y como en su momento lo reclamo Enrique Cárdenas del Avellano; y es que, el exlegislador federal, bien que sabe, que siente, que es el único –claro, de los que han dicho que quieren ser candidatos-, no cuenta con recursos públicos disponibles, ni forma, vaya pues, de placearse a costas de un presupuesto distinto al propio.


Toma la delantera Marco Antonio Bernal, para emparejarse, pues es el menos conocido para la población tamaulipeca, quizá no de los grupos políticos o de la élite política, sobre todo del Distrito Federal. Da la impresión que, ahora si, ya va con todo, con todo sus recursos a posicionarse, es decir, que lo conozcan en la entidad, que lo conozca el pueblo. Aunque, a decir verdad, no se ha dado baños de pueblo tal y como lo están haciendo los que sueñan con ser alcaldes, sobre todo en la capital.


Para unos, la batalla final en el PRI esta en dos frentes: Baltazar Hinojosa Ochoa por quien apuesta hasta Edgar Danes, el asesor del Gobernador Egidio Torre Cantú; y, dados los últimos acontecimientos, entre Marco Antonio Bernal. Dan por muertas las aspiraciones de Alejandro Guevara como de Alejandro Etienne. Lo cierto es que, como bien dicen, aun no hay descartes obligatorios… y lo que se intensifica es la guerra sucia, la descalificación.


Ya van dos veces, por ejemplo, que se difunde que Carlos Cantú Rosas tiene nexos o ligas con elementos de la delincuencia organizada. Primero fue en La Jornada, ahora en Milenio Tv; y claro, en las redes sociales, eso es leña que hace mas grande el fuego. Cierto o no, se esta siguiendo la consigna de la propaganda nazi: calumnia, calumnia, calumnia, que al final algo queda. Y es que, todo nace de testigos protegidos, tal y como sucedió con Eugenio Hernández Flores y otros políticos.


Y en el caso de la efervescencia, del aumento de la actividad política pro una candidatura, lo tenemos en la capital del Estado. Aquí Ricardo Rodríguez con el pretexto de hacer gestión y de apoyar a sus representados sin el menor problema organiza eventos; que van, si, que van desde hacer jornadas oftalmológicas hasta muestras gastronómicas. El chiste, el detalle, es estar cerca de la gente. Otro que, con el mismo pretexto, hace lo mismo, sin tanto ruido es el también diputado Heriberto Ruiz… y no anotamos a los que se sumaron, este fin de semana, porque al rato van a decir: Cuidado con el candidato, en lugar de, cuidado con el perro.


Este tipo de actividad, de intensificar la lucha por la candidatura, conlleva especulación, rumores, golpes bajos, declaraciones sin ton ni son. Y el pueblo, testigo mudo, los ven, trenzados en una lucha por alcanzar una nominación, una candidatura, presentándose como el mejor, el que los escucha… y mas de un ciudadano, de esos que ya se convirtieron en escépticos, dirán: ¿Quién les cree?


La vocación de servicio no hay que pregonarla, hay que demostrarla.





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