Decir que Tamaulipas es un infierno, no es demagogia ni
una mentira. Y creo que, en la práctica, son dos connotaciones de infierno: una
es el tremendo calorón que estamos viviendo, al menos en Victoria; y, por otra
parte, el infierno de la inseguridad, tal y como se ha visto en las últimas
semanas en Reynosa y, con menos frecuencia e intensidad, en otras ciudades,
entre ellas la capital tamaulipeca.
Por la segunda razón, sin la menor duda, levanto un
sinfín de expectativas y el anuncio de que el lunes 15, estaría en Reynosa, el
Secretario de Gobernación. Nos imaginamos que el anuncio seria, con pocas
palabras, pero con más soldados y federales para la entidad, en especial, para
Reynosa. Y no, lo que ofreció para Tamaulipas, fue un trabajo más inteligente, más
coordinación.
SOBRA INTELIGENCIA Y NO SE USA.
Cuando vamos a reunión de padres de familia, con hijos en
las escuelas, nos quedamos sorprendidos: todos, casi todos, presumen la
inteligencia de sus hijos. Esa circunstancia, que ha sido cíclica, no se
manifiesta ante los graves y grandes problemas que atraviesa la sociedad. Pero,
efectivamente, uno a veces se pregunta: ¿Por qué no se avanza en consolidar la paz
y tranquilidad que nos merecemos los tamaulipecos?
Y luego, cuando se hacen detenciones de unos y otros, que
hacen saltar una casa de seguridad, que se rescatan, por decir, a personas
secuestradas, aparece que todo empezó con una llamada anónima. Es cuando, sin
querer, uno se pregunta: ¿pues dónde están las investigaciones? ¿Dónde está la
inteligencia y el uso, por decir, de la tecnología? Si, esa tecnología que
mucho se presume y a veces la observamos en las películas.
FUERZA E INTELIGENCIA.
El trabajo, todo, no solamente el policiaco, tiene que
hacerse con inteligencia. Con inteligencia se resuelven problemas y las
palabras de Osorio Chong, en fin, nos hace preguntarnos: ¿están trabajando sin
inteligencia? Él dice, por ejemplo, que debe haber más coordinación y, ahí
mismo, en Reynosa, la alcaldesa se quejaba de la ausencia de coordinación… y es
que, pese a ser panista, el gobierno azul no la invita ni a los eventos del
DIF, menos a los de Seguridad.
Por las palabras
del Osorio Chong, de que solo dos municipios padecen de violencia digamos
frecuente o permanente, entendemos que no conoce la verdad, la realidad de la
entidad. Escucho, cuentan, puros agradecimientos al gobierno federal y al
estatal por el combate a la inseguridad. No le dijeron la verdad: el detalle
es, quienes hablaron ante él, lo hicieron convencidos o fueron convencidos de
que ese era y no otro el discurso del momento.
OCULTAR LA VERDAD ES MALO.
Hace días, en una conversación, salió a colación lo que está
sucediendo en Tamaulipas: que el discurso gubernamental se basa en promesas, y más
promesas, no en hechos; por tal motivo, advierten, buena parte de los medios de
comunicación y las redes sociales dan cuenta de pifias y errores de gobierno.
No hablan, no dicen, que tengan aciertos, puros errores y desaciertos.
Salió un defensor: los medios hablan mal de Cabeza, dijo
el defensor, porque no les da dinero. Y la conversación se centró en un punto:
¿son verdades o mentiras lo que se dice del gobierno? En pocas palabras: si las
criticas tienen fundamento y argumento, deben silenciarse y solo hablar de las
cosas buenas del gobierno… es malo decir que la columna vertebral del gobierno
se hace aguas con las renuncias de uno u otro Secretario.
La verdad ya no puede permanecer oculta; por más que el
gobierno la oculte, tarde o temprano sale a colación, por ello, la mejor vacuna
es la transparencia. No lo entienden así, prefieren la opacidad, no escuchar
críticas que, dicen, son malintencionadas.
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