En mi larga vida no me ha tocado un bloqueo de carretera,
ni por accidente ni por ocasión de un reclamo al gobierno. En este caso, creo
que nadie desconoce que hace días la carretera a Matamoros fue bloqueada, en
varias ocasiones, por los productores rurales y campesinos. El motivo: que el
gobierno federal no les paga el apoyo por las cosechas de sorgo y maíz. Y,
recuerden, no es la primera vez que esto sucede.
Pues bien, resulta que dos tías políticas sufrieron las
consecuencias del bloqueo del lunes pasado. Salieron temprano, a eso de las 9
am en autobús y llegaron a Victoria pasadas de las 8 pm. Son hermanas y cada
una tenía una visión distinta a los motivos: una, molesta, pero lo que se dice
molesta, por el bloqueo y el sufrimiento de estar, como quien dice, todo el día
arriba del autobús… con sed y hambre. La otra, sin embargo, justifica el
evento, alegando que es consecuencia de que el gobierno no cumpla.
LEGITIMIDAD DEL GOBIERNO.
El Estado, que se materializa en el Gobierno, para
efectos de sus actos tiene como propósitos últimos el beneficio social de la
población, amén de garantizar la vida y el patrimonio familiar. Sin embargo,
ese bienestar que debe lograr el Estado en favor de la población no se ve, no
se siente. A partir de ahí, quiérase o no, los reclamos están a la orden del
día. Y la sociedad, sus grupos organizados, la forma de manifestar su
inconformidad, su reclamo, a veces es con bloqueos, marchas, plantones.
El Estado o el gobierno en acción se legitiman con sus
obras, con sus resultados. Y en un balance rápido, o una revisión somera,
encontramos que hay desempleo, que los salarios han perdido poder adquisitivo o
que el precio de los productos se disparan. Así, en resumen, se apunta que la
pobreza no disminuye aunque si aumentan los nuevos ricos, aquí y por allá. El
malestar social, o hartazgo, tiene sus límites.
FALTA DE PAGO.
El problema de los bloqueos no es de ayer. Recuerden que
el año pasado sucedió exactamente lo mismo. El año pasado fue en la zona sur y
también en la zona norte. Ahora, en este caso, fue en el norte. Todo comenzó el
miércoles 14, el lunes 19 y martes 20. Y para hoy, todo hace indicar, pueden
darse nuevas manifestaciones de inconformidad. Y es que, uno de los acuerdos,
es que todo se normalice ayer miércoles por la tarde.
Se deben aproximadamente 1200 millones de pesos. Es para
apoyo de cosechas de maíz y de sorgo. En los bloqueos participaron 6
organizaciones de productores rurales y campesinos. El problema es que se
plantearon 10 demandas y solo van resueltas. Así que, ni duda cabe, pueden
seguir los problemas. Aquí, el problema, es que Eduardo Mancilla no le atora al
problema y prefiere que los quejosos sean atendidos por servidores públicos que
no tienen capacidad para dar respuestas.
LOS BLOQUEOS SON ILEGALES.
Uno de los puntos neurálgicos es que el comportamiento de
los productores rurales y campesinos es ilegal. Incluso hasta el mismo
gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca lo hizo notar en su momento.
Sin embargo, la prudencia de las autoridades, ha dado pie para que no se evidencie una represión
amparada en la ley. Tan simple que detienen, por decir, a los líderes. Y es
que, bloquear una carretera es un ataque a las vías de comunicación y, obvio,
las afectaciones son múltiples.
Vuelvo, en este momento, al debate familiar. Cada una de
las tías esgrime sus argumentos. Una se deja llevar por el interés personal…
sufrir espera, llegar tarde a la ciudad, sufrir de cansancio, hambre y sed.
Molesta, pues; pero la otra, asumiendo una conciencia social, de interés
publica, pone en evidencia que el pueblo, los productores, los campesinos,
hacen uso de los únicos medios que tiene a la mano y que, parece mentira, son
la única forma de llamar la atención del gobierno y así lograr que se resuelvan
problemas generados por la irresponsabilidad o indolencia del mismo gobierno.
PERO… QUE NECESIDAD.
La cuestión, la pregunta obvia, es: ¿Por qué no les
pagan? Se entiende que el gobierno en su presupuesto anual prevé ese tipo de
pagos, hay partidas pues. Y las únicas respuestas, digamos validas, son: 1) Que
el dinero respectivo ahí está, quizá lo están jineteando; 2) Que son perversos,
que tienen el dinero, pero no hacen los pagos únicamente para hacer patente su
poder, y 3: no tienen el dinero, tan simple porque no les salen las cuentas a
quienes manejan la hacienda pública. Pero, en todo caso, es una
irresponsabilidad, porque son situaciones que están previstas, vaya pues, ni
siquiera son desastres… son apoyos, subsidios oficiales.
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