Los victorenses de generaciones atrás no podemos negar que Carlos Adrian Aviles es parte de nuestras vida; que es parte de la historia victorense y que, su paso por la radio, fue para formar a mas de una generación de nuevos locutores. Y quienes fuimos radioescuchas de sus programas, sobre todo de Alegria Matinal, recordamos sus palabras llena de sabiduría, solidaridad y de respeto.
Me dio mucho gusto que Javier Fuentes Acevedo tomara la iniciativa y que cuajara en el gobierno municipal de Alejandro Etienne. Javier fue, y sigue siendo, uno de los locutores de la ciudad; fue compañero de una y mil batallas de Aviles. Lo conoció, convivio y compartió los momentos que dedico a hacer una cultura victorense: la de Ciudad Limpia, Ciudad Amable.
El homenaje me hizo recordar, y ahí mismo se pudo escuchar, la voz clara, timbrada de Aviles, repitiendo la expresión de Ana Maria Rabatte: en vida, hermano, en vida. No recuerdo si Carlos recibió, en vida, algún justo reconocimiento. Si no fue asi, vivio en carne propia lo que recomienda Ana Maria y que el mismo hizo notar dia tras. Hoy, ya es reconocido, homenajeado: una calle lleva su nombre, una escuela preparatoria también.
Y en el Club de las Alitas, Oscar Jimenez propuso este miércoles la gestión de una “pared” asi lo dijo, para que se escriban los nombres de quienes reciben homenajes por el pueblo y gobierno municipal. Asi como hay en el Congreso del Estado la inscripción de hombres y mujeres que se han distinguido y han recibido el homenaje. La propuesta ya esta, solo basta que Javier Fuentes –lider fundador-, lleve la propuesta a quien corresponda en el municipio.
Me gusto el homenaje a Carlos Adrian y me traslado a tiempos atrás. Con el, como muchos ciudadanos, tienen anécdotas. Yo puedo contar dos: Cuando la oficina fiscal estaba en el 10 Hidalgo fue a hacer un pago, y la cajera al ver mi nombre me dice: Felicidades, ¿Por qué pregunte? Su respuesta: hoy es su santo, lo acaba de decir Aviles en la radio y lo menciono a usted. Fue asi como me entere de que el dia 1 de abril es San Meliton y, desde entonces, minimo pruebo un pollo en mole.
Tenía Aviles muchas iniciativas. En una ocasión, leyó mi columna donde hacia notar que era de Padilla, y en ese momento se le ocurrió decir al micrófono que yo debía ser alcalde de Padilla. Fueron varias veces que lo menciono al grado que, de pronto, uno que otro amigo, se emociono y me hacían ruido. Bueno, a como se hacia política a ojos vistos en aquella época, hasta un funcionario de obras publicas me ofreció maquinaria para hacer proselitismo.
En fin, el Homenaje resulto un evento emotivo. Las palabras de sus hijos, Carlos y Marissa, de su esposa Bibi, como de quienes en un momento dado compartieron hechos, acontecimientos y anécdotas, que al contarlas, hicieron que la risa se hiciera presente. Como el que conto Miguel Parras, de los rosados y, recordó, dijo Avilés que todos del mismo lugar.
Por cierto, al momento de hablar el alcalde Alejandro Etienne dejo a un lado el texto del discurso que, muy diligente su asistente coloco en el pódium: la emoción afloro en el alcalde y sus palabras fueron de un ciudadano, como cualquiera de nosotros, que reconoce la vida, la trayectoria y el trabajo que hizo Carlos Adrian Avilés por Victoria y por el deporte.
Comentarios: meligue@prodigy.net.mx
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