Los hechos de la Secundaria 7 en la capital tamaulipeca
tienen culpables, de eso ni se duda. Sin embargo, las conjeturas, las
reflexiones van desde culpar a los niños por su comportamiento, a los
directivos educativos, a las maestras e incluso hasta los padres de familia. No
se puede simplificar, ellos –estoy convencido-, son los menos culpables. Claro,
argumentos van y vienen.
Por ejemplo la psicóloga Gabriela Solís aventura una
explicación: que el contexto de culpabilidad nace en el seno familiar y es
consecuencia de que el dialogo ahí no es con palabras, sino con golpes.
Efectivamente, otros han reiterado la circunstancia: el medio ambiente da vida
a hechos… si es un niño maltratado, aprende al uso de la violencia.
Para abonar lo anterior vale advertir algo que es normal
en familias con niños pequeños: todo se le festeja, la travesura grande o
pequeña, da pie para comentarios sobre el bebe, el niño, y cuando rompe algo,
pinta la pared… se le permite, no se hace una reprimenda y la explicación: es
un niño. A partir de ahí, como diría Luis Humberto Vázquez, se le están
inculcando valores negativos al niño.
Yo estoy convencido de que las razones del bullying son
históricas, económicas, sociales y sobre todo, políticas. Partiendo de un solo
elemento: la transformación, o evolución, del rol que tiene la mujer en la
familia; evolución que, por otra parte, tiene una causa económica.
Se puede tomar de ejemplo a los maestros. En la década de los ochenta, por dar una
fecha, los sueldos eran dignos, decorosos. Recuerdo que se decía: un maestro
ganaba para comprarse un carro. Hoy, esos tiempos –con todo y que hay unos que
ganan más que el Presidente EPN-, han cambiado para todos: el sueldo del
hombre, del jefe de la familia, no es suficiente. Hoy la mujer también trabaja.
En ese cambio quien pierde es el hijo, el niño: hoy sus
padres están menos tiempo con él. La madre trabaja y el padre, casi por lo
regular, hasta tiene dos trabajos. Ahí inicia una descomposición familiar que
conlleva, bien dicen los que saben, a que se deteriore el “tejido social”. Y el
niño esta solo: convive con quien lo “cuida” si bien le va o se pasa el tiempo
en la escuela… o en la calle.
¿Por qué sucedió? Por las políticas de quienes nos
gobiernan. Hicieron que el sueldo perdiera valor, hicieron que se perdieran
empleos, hicieron que aumentara la inflación (recuerdan, al peso le quitaron
ceros) y provocaron mayor pobreza en las familias mexicanas. Falló la
revolución: no hubo democracia con justicia social.
Dirán, y con toda
razón, que tenemos los gobernantes que merecemos y, por lo tanto, los culpables
somos todos, la sociedad. Pero es tarea del Estado (el gobierno en acción)
marcar el rumbo por sus políticas públicas, con sus programas de gobierno,
decisiones y acciones. Y si están equivocadas, quien la lleva es el pueblo, la
sociedad entera.
Solo el hecho de que Paulino Galaviz, el supervisor
escolar, vea al bullying como un “juego de niños” es patético, lamentable o
sea: ¿es normal que así jueguen los niños? ¿Por eso la maestra los vio y no
hizo nada? Porque es normal.
Contacto:
Web:
meligue.blogspot.com
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