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Jubilo en las nominaciones priistas.
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Erick Silva: ni las gracias me dieron.
· Élite política juega con ambiciones personales.
Para este momento, entre los priistas, campea una
emoción, un júbilo, en la medida que se van conociendo los nombres de sus
precandidatos a las alcaldías como a las diputaciones locales. Los apoyos, las
porras y las fotos, o selfies con los nominados, están a la orden del día. Y es
en este momento, cuando solo vemos una cara del fenómeno, que recordamos una
expresión: en política, no entras, te meten; no te sales, te sacan.
Si bien es cierto que el poeta tiene razón cuando dice
que soy, o somos, el arquitecto de nuestro propio destino, resulta que en la
política, no es de que uno quiera, si no que siempre, por lo regular, hay una
voluntad superior (no es Dios, pues), pero si alguien que tiene poder, que abre
o cierra las puertas. Y es que, por decir, para la gubernatura, había 7
anotados, pero solo uno podía ser, Baltazar Hinojosa Ochoa.
Creo que a más de uno se emociono cuando se percato que,
a lo largo y ancho de la entidad, había dos o más que levantaban la mano, para
mostrar su intención de participar en un proceso de selección interna. Sin
embargo, la realidad ha sido muy distinta: en partidos como el PAN y el PRI,
que son los mayoritarios, la militancia partidista no ha contado… solo la
voluntad de la elite que domina al partido y sus decisiones son inapelables.
¿Qué sucede con aquellos, hombres y mujeres, que se
movieron para alcanzar una nominación y se quedaron en la raya? Entre los
priistas se habla de la disciplina como de la unidad partidista, claro, en aras
de un triunfo. Sin embargo, todos, hombres y mujeres, tienen una dignidad,
merecen un respeto. En este sentido, es clara la explicación de Eric Silva en
su muro del Facebook: https://www.facebook.com/erick.silvasantos.353?fref=ts
Que hace 8 meses fue invitado a participar para buscar la
nominación de su partido a la alcaldía de Matamoros. Que recorrió calles, colonias y ejidos
llevando apoyos a los que menos tienen; invirtiendo tiempo, dinero e involucrando
a sus amigos y a la familia. Que nadie lo convoco para decirle tu no vas… y que
se entero por los medios de comunicación de la decisión tomada. Agrega: ni una
palmada ni para darle las gracias… que, por eso, no fue el sábado al evento de
su partido.
En Reynosa sucedió, digamos, algo parecido aunque con una
variante. Se provoco que Esther Camargo, que varios diputados locales pidieran
licencia, que un Secretario renunciara e incluso un día apuntaron a que el
elegido era Rigoberto Garza Faz era el elegido hasta se pregono que había
influido su poderoso tío, el constructor Ramiro Garza. Y luego, al día
siguiente, pues que siempre no. Por eso, Rigoberto fue al evento partidista, se
subió al templete, saludo al agraciado y se retiro.
¿Cuántos más, quienes más, como Erick Silva recibieron la
indicación de moverse para salir en la foto? Por declaración de Magdalena
Peraza Guerra, la exalcaldesa tampiqueño, conocimos que Lucia Aimé Castillo
seria diputada local. Luego, en su oportunidad, le pregunte: ¿recibiste alguna
indicación para buscar la nominación? Y su respuesta fue positiva y lo único
que hizo fue intensificar más, digamos, su capacidad de servir y de brindar
apoyo a la comunidad. Ayer nos enteramos: van Morris y Gattas.
Queda suficientemente claro: la decisión de participar en
política, claro, es individual; pero de hacerlo, digamos, en los niveles de
ejercicio del poder, no es decisión personal; si de la élite, sea política o económica. Por eso en la memoria histórica se encuentran alcaldes que lo fueron
únicamente por su amistad con el gobernador en turno, después, nada con la
política, vuelven a sus actividades normales.
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