El domingo pasado Francisco Elizondo Salazar, dirigente
del PAN estatal, cumplió al pie de la letra las instrucciones y los nuevos líderes
municipales responden plenamente a los intereses y proyectos de quien es el
primer panista tamaulipeco. Entiéndase, el PAN se está preparando para las
elecciones del 2018, quiere consolidar su presencia azul en la entidad.
¿Cómo logro, Francisco Elizondo, cumplir con la
encomienda? Si hacemos caso a lo que se manifiesta en las redes sociales, así
como a las voces discordantes en uno y otro lugar, la respuesta es muy simple:
aplico la estrategia priista de la línea, es decir, se practicó una democracia
dirigida.
LA FUERZA DEL PODER.
¿Qué ha sucedido con los panistas tamaulipecos que,
otrora, pregonaban ser distintos al PRI? Antes de llegar al poder, una y otra
vez, los panistas han presumido de ser los únicos que en practicar la
democracia. Y, efectivamente, hubo más de un ejemplo, de cómo los intereses de
unos y otros chocaban y no se arreglaban, precisamente por practicar la
democracia.
Ahora que están en el gobierno los panistas, por segunda
vez, dieron una muestra de que la democracia tiene que ver con el poder. Antes
quienes se confrontaban, digamos en términos democráticos, no tenían forma de
imponer un comportamiento, porque no tenían elementos ni fuerza para hacerlo.
Por eso jugaban a la democracia. Ahora, Francisco Javier García Cabeza de Vaca
tiene a su disposición el poder estatal… y, por lo visto, nadie quiere darle
las contras.
LES PIDIERON QUE RENUNCIARAN.
Las redes sociales están convertidas en el medio para el
reclamo, la acusación o el desahogo; y es lo que aprovecharon los panistas para
llamar al proceso electoral interno del domingo como el “Muro de la
democracia”. Y que fue, si, lo que construyo ese muro: la línea, escribieron,
al estilo priista; para imponer a un candidato en claro desprecio a las
mayorías.
La denuncia es clara. “Están llamando por teléfono a los
candidatos que tienen mayoría pidiéndoles que renuncien”. Y mencionan, entre
otros, que eso sucede con los panistas de Cd. Victoria, Rio Bravo,
Vallehermoso, San Carlos, Tampico. Pasada la elección, Arturo Gutiérrez Pérez
escribió en un muro: “Tenemos un presidente del comité municipal y hay que
respetarlo aunque aya (sic) sido impuesto”.
EL PODER LLAMA AL PODER.
Quien tiene poder piensa que nunca se va a acabar y para
impedirlo quiere tener más. Y en ese proceso no importa, la mayoría de las
veces, ni los intereses del partido, menos de la sociedad o militancia. Es por
eso que los partidos, sin distingos de color, se han caracterizado por imponer
candidatos, con todo y que se desarrolle una u otra asamblea partidista.
Quien tiene poder quiere más. ¿Recuerdan las ansias de
Carlos Salinas por reelegirse? Y en todo caso, buscan emular a Plutarco Elías
Calles, en convertirse en el poder tras el trono. En este caso, los intereses
de Francisco Javier García Cabeza de Vaca son a mediano plazo: la elección del
18 y quiere tener, en los puestos claves, a gente de confianza… así afianza su
poder para, en el 18, imponer candidatos a las alcaldías, a las diputaciones y
a las senadurías.
EL PRI EN LA BARRANCA.
En tanto el PRI continúa en la barranca, no ha entendido
o aún no se entera, que perdió las elecciones; no sabe ser oposición y menos
sabe sobrevivir en el apoyo del poder político estatal. Quienes llevaron al PRI
a la barranca no encuentran la manera de salir del abismo al grado que Enrique
Cárdenas ha recurrido, incluso, a los tribunales y nada, ni así reaccionan. El
PAN, por lo pronto, ya les demostró que está listo para las elecciones del
2018.
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