No sé si decir que estoy asustado o sorprendido, pero el
caso es que, lo que está sucediendo en MORENA es inusitado: una larga fila,
dicen que más de 400 ciudadanos se apostaron en el lugar de los hechos para
registrarse como precandidatos a una diputación local. Recuerden, solo son 22
distritos de mayoría y serán 14 las de representación proporcional, en pocas
palabras, solo hay 36 lugares disponibles… pero, obvio, no están solos, al
menos también cuenta el PAN.
En principio no debiera extrañar: puesto que todo
ciudadano tiene el derecho de votar y ser votado en una elección. El caso es
que, de plano, no estamos acostumbrados a que hubiera tanto candidato. Se
inscribirán, en promedio, 18 para cada uno de los distritos electorales. En
fin, buena chamba tendrá la comisión para revisar papeles, perfiles y
determinar quién, hombre o mujer, será el o la candidata por cada distrito.
DEDAZO Y CONSULTA.
En la historia política hay dos formas más frecuentes de
elegir a un candidato partidista. La más frecuente, el dedazo; es decir,
imposición por la cúpula partidista, prevaleciendo los intereses de ese grupo.
La otra es la consulta a la base, una fórmula más democrática. El PRI, partido
con más historia, siempre hizo prevalecer la imposición… ya en las últimas
elecciones, en algunos municipios se hizo consulta a la base y, el resultado,
fue desastroso.
Con la consulta a la base el PRI tiene serios problemas
de unidad y cohesión. Les pongo de ejemplo lo que sucedió en Padilla. Se hizo
una consulta, había 14 aspirantes. Al final, obvio, ganó uno; pero estaba tan
pulverizado el voto, que triunfó con un margen mínimo. Al final, en la elección
constitucional, los que perdieron la consulta a la base adoptaron dos posturas:
hacerse a un lado, no apoyar, no estorbar; pero otros, abiertamente, apoyaron
al contrario y el PRI perdió la elección municipal… así sucedió en otros más.
TRAICIÓN POLÍTICA.
El sábado pasado Alejandro Rojas Díaz, el senador suplente
de Ricardo Monreal y Coordinador del Proceso Electoral de MORENA, dijo que su
partido no es sectario ni segregador, en pocas palabras, están listos para
recibir a todos los que quieran llegar. Aunque, aclaró bien, no quieren el
cascajo de otros partidos… y es que ahí, la impresión general, es que era una
reunión de expriistas. Pero, en fin, lo anterior solo para contextualizar el
proceso de selección de sus candidatos.
Más de 400 en fila para registrarse indica, claramente,
el enorme interés por ser candidato. Pero una y otra vez, se ha reiterado, que
no basta con querer ser, es preciso disponer de ciertos elementos y recursos,
obvio, para ser buen candidato, candidato ganador. En fin, el riesgo que veo es
que, ante tantos que ambicionan ser candidatos, serán muchos los rechazados y,
la cuestión es simple: si no son elegidos se sumarán al trabajo de campaña,
apoyaran al que gane… o le harán, como sucedía en el PRI y ahora en el PAN:
operaran en contra del partido, haciéndolo tronar.
INTERÉS LOCAL Y DEL CENTRO.
La lucha se da, digamos, en un contexto de tres bandas de
intereses: 1) los que están, han estado aquí, y han realizado talacha
partidista y creen que ya merecen ser candidatos; 2) Los que son internos, pero
responden a los intereses del CEN partidista; 3) los que son, digamos,
ciudadanos o que, de plano, vienen de otro partido político. Hay dispersión de
intereses y eso, a la larga, puede llevar a un choque de trenes.
Pongo el caso de Victoria. Han manifestado intención de
registrarse Jaime Oyerbides, secretario de organización; Enrique Yáñez,
activista social; Vanessa Mata, de los recién llegados pero ya con mucha
talacha partidista; Aníbal Martínez, periodista y activista, muchos recuerdan
la nacionalización de los carros americanos, de cuyo movimiento fue líder; Ana
Rosales Vázquez, asesora de la senadora Nestora Salgado. Hay otros nombres,
como el de Imelda Bernal, consejera estatal; así como el de la Profa. Irma Sáenz,
que ya fue candidata a la diputación federal, se inscribió para la senaduría y
ha sido una de las que más promueven, demandan o exigen, que no se le
oportunidad a los chapulines, en esencia, a los expriistas.
AMLO NECESITA CONGRESOS LOCALES.
Todos los líderes de MORENA han dicho que van por el
Congreso Local. Ya hasta hicieron pública una agenda legislativa. Claro, falta
ganar y, si lo logran, no será fácil: el partido en el poder no quiere tener al
Congreso Local en contra y AMLO quiere el Congreso, porque necesita también
tener ahí mayoría para lograr las reformas constitucionales que necesita para
no tener impedimentos y hacer el gobierno que quiere. Por eso, la batalla es
decisiva, para unos y para otros.
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