Este jueves se inaugura la Exposición “Tamaulipas es asunto
de todos”. Una exposición de Luis Vicente Ballinas, en punto de las 18 horas,
en el Tamux. Estoy emocionado porque, en dicha exposición, participo. Pero
además, he sido fiel testigo de la mayor parte de las fotografías que expone
Ballinas. Con él, también participan: Juan Carlos Castañón, Melisa Narváez,
Martín Olvera, Martín Sánchez y Ernesto Rivera.
Para quien no practica la fotografía, la considera una cosa
fácil, aplanar el disparador. Hoy, sin embargo, yo quiero decirles que es
divertido, pero exige muchas cosas: desde conocimientos técnicos, la cámara no
basta, hay que tener lentes y otros accesorios. Pero demanda, sobre todo, una
pasión que nulifique el dolor, el
cansancio y hasta el hambre.
Mis aventuras fotográficas me dan, no les miento, hasta para
hacer un libro. Algún día lo hare. La primera vez que fui a Tula, con Luis
Vicente y Juan Carlos, hasta me dieron ganas de olvidarme de la cámara
fotográfica: eran las 12 de la noche y aun tomábamos fotos nocturnas, bueno yo
practicaba. Y de pronto, nos dicen; si quieren ir al cerro, para fotografiar el
amanecer, aquí los espero a las 5 am… dormimos muy poco para fotografiar la
hora azul.
Para mí, ir a tomar fotografías, ha sido diversión, aventura
y aprendizaje. Conocer, escuchar y observar a los artesanos elaborar una obra
maestra es todo un placer. Los vi y los fotografié en Tula, Palmillas y Bustamante.
Se sorprende uno con la calidad del trabajo; pero más cuando te
platiquen el proceso de producción. Por ejemplo, en Palmillas el artesano de
bolsas y objetos de piel… solo falta que el mismo cace al animal: prepara,
corta, talla, pule, cose, hasta que da vida a la artesanía y el mismo la vende.
Ir a tomar fotografías me ha dado la oportunidad de conocer
esa gente maravillosa del altiplano. Como la señora Eva, que hace unos guisos más
que sabrosos, riquísimos, que puestos en unas gorditas hasta... No halla uno
como evitar mancharse los dedos. O allá, en Cieneguila, probar el pollo en
mole, mole casero, que tiene otro sabor, muy distinto al de Doña María.
Para tomar fotografías de naturaleza hemos ido a lugares
casi escondidos. En Jaumave fuimos a la cascada La Escondida, así la bautizamos
nosotros, porque para llegar tuvimos que dejar el jeep 4 x 4, luego la moto fallo y no había una
opción: caminar entre el agua, las piedras… y me caí, el precio fue un raspón
en la rodilla y soy diabético, no paso a mayores, trato de cuidarme.
Fotografiar la naturaleza, buscar la mejor luz, el mejor
ambiente, te convierte en un aventurero que pronto no mide el peligro. Un día
fuimos a tomar fotografía de noche a la pirámide de Tula, regresamos al hotel
casi a la una de la mañana. Con la luna de testigo, hicimos la tarea… en lo
personal, tengo que confesarlo, no me salió ni una fotografía buena. Espero algún día lograrlo.
Lo más maravillosos que me ha sucedido con la fotografía es
conocer a la gente. Adultos mayores, que viven al día, pero que no se quejan; a
jóvenes que se preparan y son guardianes de sus costumbres y bailes; a jóvenes,
unos casi niños, que ahí están, conviviendo y haciendo arte… a la señora que,
con habilidad moldea en su mano una ricas tortilla de maíz cocida en comal de
barro y con leña; el estupendo sazón que da a sus guisos… Por eso, para mí, la
fotografía es diversión y la oportunidad de rescatar lo más valioso de nuestra
gente: su capacidad de trabajo, de creatividad y de alegría.
Contacto:
Correo: meliton@prodigy.net.mx
Web: http://meligue.blogspot.mx/
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