¿Qué significado tiene, o
puede tener, la Semana Santa? En principio, para los católicos, la reafirmación
de una fe, recordar como Jesús fue crucificado; para otros, los no tan
católicos, la oportunidad para viajar, disfrutar el puente o vacaciones, irse a
la playa, al rio o simplemente ir con la familia. Hay, sin embargo, otro
elemento que no se puede soslayar: las 30 monedas que significaron una
traición.
Y precisamente, el tema de las
30 monedas, el de la traición, nos ubica en un contexto político. Acabo de leer
el libro House de Card de Michael Dobbs, recomendado por Carlos López Arriaga:
el doble juego, el engaño, los actos desalmados, pero sobre todo, la traición,
son parte de la vida cotidiana de quienes están ubicados en el juego del poder,
de la política, en la lucha por el poder, ejercerlo, acrecentarlo y no
perderlo.
Y parece mentira que el
calendario electoral haya previsto que el día 23 de marzo fuera una de las
fechas para el registro de candidato, y Baltazar Hinojosa del PRI como
Francisco Javier García Cabeza de Vaca del PAN, se registraron como candidatos
a gobernador. Y de que, para los mexicanos, más para los priistas, este 23 de
marzo es significativo: conmemoración del vil asesinato de Luis Donaldo Colosio
Murrieta.
¿Qué fue, o significo, el
asesinato de Luis Donaldo? Para muchos, en la percepción de una gran mayoría,
fue asesinado porque se estaba convirtiendo en un peligro para las elites
políticas. Su discurso, se recuerda bien, fue evolucionando hasta verter la
percepción de una identificación con el pueblo; sus palabras, para unos retórica,
ya empezaba a molestar. Por eso, la percepción, es que fue un crimen de Estado.
En pocas palabras, una traición.
Y en los procesos electorales,
en la lucha por el poder, lo más común es la traición. Claro, ahora no son 30
monedas, ni un cañonazo de 50 mil pesos, como decía Álvaro Obregón. Por
ejemplo, Talía Vázquez Alatorre, quien era coordinadora de la campaña de
Francisco Chavira, el precandidato independiente a la gubernatura, renuncio
alegando que Chavira ya se vendió, que se unirá con García Cabeza de Vaca.
Sin embargo, ahí no paro el
desajuste: luego, en redes sociales, se acusa a Talía de ser la que se había
vendido por 2 millones de pesos, para que abandonara el proyecto independiente.
Como elemento probatorio, con la versión, se difunde una fotografía en donde
aparece, en una fiesta, acompañada de connotados priistas, incluyo unos que
fueron parte de los 7 finalistas. ¿Cuál es la verdad? Pues falta poco para
conocerla.
Cuando Everardo Ruiz gano las
elecciones locales es Padilla, le pregunte: ¿Cuál es la experiencia
significativa de esta lucha? Su respuesta no deja lugar a dudas: no hay
amistad, solo intereses, pero sobre todo, engaño y traición. Y menciono a uno
que, en toda la campaña estuvo con él, en los eventos, en las reuniones y, el
día de la elección, opero en el equipo contrario.
Las traiciones políticas, el
cambiar de bando o irse a otro partido, en la práctica responde única y
exclusivamente a intereses personales, no a ideas y pensamientos políticos, a
una ideología. El caso reciente, sonado, fue en Tampico: Magdalena Peraza se
fue del PRI para ser candidata del PAN… Y gano. Y en esta elección, es
candidata del Verde, que está en coalición con el PRI, así que repite: ¿Le
sucederá lo mismo que a Álvaro Garza Cantú?
Y serán en los próximos días,
después de los días Santos, cuando se conozcan una y mil traiciones. Casi
siempre son, se reitera, por ambiciones truncadas. Es esa y no otra
explicación, por ejemplo, que Fernando Campos apoye a Francisco Javier García
Cabeza des Vaca e igual, sin la menor duda, es el caso de Mario Leal, cuya
ambición máxima es ser alcalde tampiqueño.
Comentarios: meligue@prodigy.net.mx
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