sábado, 5 de marzo de 2016

DESPRESTIGIO TOTAL.

·             No avanza la democracia en México.
·         El 69% de los mexicanos desconfían del INE.
·         Independientes modifican escenario electoral.


Cuando Vicente Fox logro la alternancia, que el PRI ya no estuviera en Los Pinos, se dijo que la democracia había llegado para quedarse. El gran problema es que, pese a ese avance, la votación no se incrementa y si, en cada elección, el desprestigio del árbitro electoral. La práctica democrática en México no avanza por culpa de los partidos políticos… y también del INE, y aquí en Tamaulipas, del IETAM.


Las cifras electorales son la mejor evidencia de que, si bien es cierto que llego la democracia, el ejercicio del voto no se ha incrementado. Al menos, si lo observamos en Tamaulipas, en donde hay un abstencionismo que  a veces rebasa el 50%. Por eso, para entender lo que está sucediendo, hay que revisar la encuesta que hace días publico El financiero y tiene que ver con procesos electorales.


Hay datos que no se pueden soslayar. Por ejemplo, el 60% de los electores afirman que son votantes de siempre, que no fallan en las elecciones. Pero ojo, un 69% desconfía de las elecciones y un 58, sin titubear, afirma que desconfía en el INE. ¿Qué dirán los tamaulipecos del IETAM?.


La encuesta realizada del 17 al 22 de febrero en entrevistas cara a cara en viviendas a 1400 adultos en las 32 entidades del país, con un margen de error de (+)(-)2.6%, hace notar que el 58% de los entrevistados se identifica con un partido político; considerándose priistas el 27%, panistas el 12%, perredistas el 8%, morenistas otro 8%, verdes 2%, de otro partido 1%. La nota significativa es que el 39% se considera apartidista, que no se identifica con ningún partido político.


Hay un dato que, para el caso de Tamaulipas, se debe ponderar. Que el 36% de los electores están dispuestos a votar por un candidato independiente. Esto, sin duda, debe llamar la atención a los operadores, a los estrategas, del candidato priista Baltazar Hinojosa Ochoa, toda vez que, a fin de cuentas, la percepción es que se puede alzar con el triunfo… Así que, los imponderables, como los independientes, pueden hacer más complicado el escenario.


Veámoslo de la siguiente manera: entre todos los candidatos independientes que aparecieron entregaron 440 mil firmas de apoyo. Son muchos. La cuestión es que no todos, quizá, obtengan el registro como candidato independiente. Pero, si consideramos que Francisco Chavira, que busca ser gobernador; y Xicoténcatl González, que ambiciona ser alcalde capitalino, si lo son, de alguna manera impactaran a los resultados finales.

Por ejemplo, Chavira apunta que entrego 133 mil firmas de apoyo; en tanto que Xicoténcatl hace notar que rebaso en mucho las firmas requeridas para obtener el registro. Estamos claro: la firma no es necesariamente un voto; que, sin embargo, en tiempo de campaña, pueden lograr, Chavira como Xicoténcatl, impactar y realmente ganarse el voto de la gente.


En un ejercicio de imaginación: que esas 440 firmas de apoyo a independientes sean, por decir, votos no priistas; imaginen que son de indecisos y que, para esta elección, se animen a participar; mas grave para el candidato priista, es que buena parte de esas firmas sean de priistas. El impacto es fácil de deducir: va a ganar la elección, obvio, el que obtenga mayor votación… pero habrá, si no son de indecisos esos votos, una tremenda fragmentación del voto.


En pocas palabras, quien sea el próximo gobernador de Tamaulipas, puede ser el menos legitimado; el que sea, vaya pues, elegido por una minoría; y en ese sentido, el PRI tiene una mayor ventaja, que es su capacidad de movilización el día de la elección. Para el PRI, para Oscar Almaraz, si Xicoténcatl le arrebata voto, puede significar la derrota, toda vez que en la elección anterior, en la capital, el PRI gano solo por 101 votos. ¿Xicoténcatl puede provocar que la capital sea gobernada por alguien no priista?


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