Cuando era un adolescente, estudiante de secundaria,
ingrese a un grupo juvenil que se reunía todos los sábados por la tarde; y
parte del ritual litúrgico, al final, al cerrar la sesión, se preguntaba: ¿Cuál
es el complemento a nuestra labor, a lo que hoy hemos realizado? Y la respuesta
era: descansar, porque es justo hacerlo, después de haber realizado el trabajo cotidiano,
normal pues.
Por eso, para unos, las vacaciones son sagradas. Y
tenemos que, por ejemplo, los burócratas estatales, las huestes de Blanca
Valles, están muy agradecidos con el gobernador del Estado. A partir de este
año, las vacaciones de Semana Santa, serán diferentes: ahora será de toda una
semana, que inician a partir del día 21 de marzo para regresar el día 28.
Les cuento una historia: hace tiempo, en el sexenio de
Emilio Martínez Manautou, quien fungía como Jefe de Personal en el gobierno estatal,
estaba muy preocupado: siempre se daba, por costumbre, los días santos a la
burocracia. Sin embargo, no había nada, si, nada en términos legales que
justificara tales días libres, solo la voluntad nacida de un respeto a una
costumbre y tradición religiosa.
Hoy, sencillamente, sea por gestión de Blanca Valles o
por decisión del propio gobernador, como un regalo, se les dará toda la semana.
Serán 13 mil trabajadores que saldrán de vacaciones. Claro, hay quienes no
saldrán de vacaciones: en el sector salud, esos que reparten condones en las
playas tamaulipecas; ni el personal de turismo como de protección civil, que
tienen que estar atentos a cualquier contingencia que ponga en peligro a los
turistas.
Donde las cosas ya cambian, porque ya hay aviso, es en la
Universidad Autónoma de Tamaulipas. Que yo recuerde, siempre daban dos semanas
de vacaciones; una, normal, porque así estaba establecida en el calendario
escolar; y la otra, nos explicaban, se daba a petición del sindicato de
trabajadores universitarios. Hoy como el
año pasado, ya avisaron, solo será una semana: o el sindicato se durmió o de
plano el rector los convenció para que desistan de tales beneficios.
En fin, fabuloso, si, que los burócratas estatales tengan
una semana completa de vacaciones Por eso, ya Gilda Cavazos, la contralora,
giro ya las instrucciones precisas para que los servidores públicos, entiéndase
principalmente los jefes, no hagan de las suyas: para que no usen sus vehículos
oficiales para disfrutar las vacaciones. Y es que, año con año, sucede lo
mismo: se ven, por todos lados, hasta en el otro lado (Estados Unidos) como en
San Miguel de Allende, Guanajuato.
Como ya no está Mónica González en Desarrollo Económico y
Turismo ha no podrá presumir, como en otros años, de la gran afluencia
turística en las playas tamaulipecas: prodigio, proeza, más en los tiempos de
inseguridad que se están viviendo en la entidad. Y es que, la violencia, ya ha
sido imposible negarla, u ocultarla, a tal grado que algunas ciudades
tamaulipecas están consideradas como violentas o en el promedio se inseguridad
al igual que otras del país.
Lo importante, ante todo, es la oportunidad de descansar:
en términos religiosos, es la oportunidad para reflexionar y meditar en
relación con la muerte de Jesús; en términos, digamos laicos, es ser testigos
de cómo unos se van a disfrutar las playas, sea Cancún o Acapulco; otros más,
los que pueden, se van al extranjero. Lo relevante, en todo caso, es salir de
la rutina cotidiana y darse la oportunidad de disfrutar lo bello y maravilloso
que es la vida.
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