jueves, 6 de octubre de 2016

CIEN DIAS DE GOBIERNO.

Los gobiernos priistas se acostumbraron, en afán publicista, ofrecer a los cien días de gobierno un mini informe; de ahí que, de entrada, anuncian obras y acciones que puedan ser validadas en ese tiempo. Ahora Francisco J. García, no se anda por las ramas y de una vez por todas aclara: el no hará eso, en principio, porque primero tiene que saber en dónde está parado, es decir, conocer la situación que prevalece en la administración pública estatal.


Tiene fundamento su aseveración, más si añade que recibe una administración en estado convaleciente, por la deuda, por la corrupción y la impunidad. Y es que, hagan cuentas, llegan casi a ciegas; gano la elección el 5 de junio; pero fue, hasta septiembre, cuando primero conocieron las instalaciones y los programas gubernamentales, pero hasta la entrega-recepción, el 1 de octubre, es cuando reciben la documentación e información correspondiente.


EJES PARA CUMPLIR.
Pese a esa, digamos indefensión de información, con una visión panorámica de lo que ofrece al pueblo de Tamaulipas, es como se aprobó una nueva Ley Orgánica de la Administración Pública. Para, dijo un diputado panista, ser productivos, generar empleos y garantizar el bienestar social de la población.


El segundo eje para cumplir el mandato de los tamaulipecos es el gabinete. Esa decisión que, según Nicolás Maquiavelo en El Príncipe, es la más trascendental; puesto que, la eficiencia y la eficacia son consecuencia de quienes llegan a los puestos de primer nivel: si son amigos, pueden ser ineficientes o ineficaces, pero leales; o son colaboradores, que cumplen un perfil para el puesto y garantizan buen trabajo. Se coincide: es un gabinete del Gobernador y se les concede la duda de los resultados.


PERFILES APROPIADOS.
Hemos visto, leído pues, la poca información que se ha difundido sobre los perfiles profesionales de los miembros del gabinete y, en términos de certificación académica, resulta que solo hay dos doctores: uno de ellos es Irving Barrios Mojica, que es el Procurador de Justicia en el Estado; en tanto que el otro es Abelardo Perales, a quien nadie le discute, entrega, seriedad y responsabilidad. Concluyo su doctorado en Derecho, aunque no me consta que ya se haya titulado.


Revisando los datos aparecen que, de una u otra manera, algunos de los miembros del gabinete tienen cierta experiencia en el ramo. Eso ayuda en algo; y es que, por ejemplo, Raúl Ruiz Villegas es Contador Público y es el titular de Pesca y Acuacultura; no es el caso, por ejemplo, de Cecilia del Alto López, pues ella es ingeniera civil y está a cargo de las obras públicas del gobierno estatal.


TIEMPO PARA APRENDER.
Los expertos y académicos de la administración pública afirman que, quienes llegan de manera improvisada a un cargo público, sin cumplir con el perfil, tardan mínimo 6 meses en aprender, conocer, empaparse… en este caso, por el dicho del gobernador, tendrán que ser solo 3 meses. Y es que, esa falta de perfil, puede ocasionar decisiones equivocadas, que en el caso del quehacer público, el daño además de ser económico, puede ser social, político y educativo.


Y es que, por ejemplo, Gonzalo Alemán Mingliolo no presume ninguna licenciatura, que aprendió en la universidad de la vida para estar en Desarrollo Rural. Es lo mismo con Lidia Madero, que es socióloga, y ahora es la Secretaria de Salud o el de María Gabriela García Velázquez, que es la Secretaria de Finanzas, y estudio Ingeniería en Industrias Alimentarias. ¿Le entenderán a sus subalternos cuando les hablen de temas específicos del ramo?


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