Escuche en un programa de noticias radiofónico que
Aurelio Nuño describe y explica el nuevo modelo educativo, el que se presentó y
que dará inicio a partir del próximo año: su eje, dijo, es que los niños
aprenda a aprender y a reflexionar. Que no memorice y que, en cambio, sea capaz
de comprender, analizar y relacionar su aprendizaje; obvio, en relación con la
sociedad y su entorno.
La cuestión es que, con la presentación del nuevo modelo,
ya cuantos nos han presentado. Por lo regular, sexenio tras sexenio, se hace lo
mismo; y se ofrece, se promete pues, que ahora si la educación será para todos;
que se terminara el rezago educativo y que se crearan las condiciones para ya
no ser un país de reprobados.
EDUCACION BANCARIA.
Me llama la atención la aseveración de Nuño: dejar atrás
la memorización y que, en cambio, el nuevo alumno sea capaz de pensar, de
analizar, de relacionar, de reflexionar. Me hizo recordar la década de los
setenta: cuando el Presidente Luis Echeverría pretendió modificar, transformar,
las estructuras mentales… siguiendo, en aquel entonces, algunos elementos del
materialismo histórico.
Fue Paulo Freyre quien, en aquel entonces, nos describió
la educación bancaria: que el maestro solo depositaba datos, información y
hechos en la mente de los niños. Que solo depositaban el conocimiento, pero que
no enseñaban a cómo usarlo, a relacionarlo, a reflexionar y a debatir sobre las
realidades que se percibían.
FRACASO ESCOLAR.
Fue Gilberto Guevara Niebla el primero, no el único, que
en su momento estableció que los gobiernos de la revolución (emanados del PRI)
habían tenido un fracaso escolar. Con datos, cifras y pruebas (evaluaciones)
sustento sus afirmaciones; que se confirman, vaya pues, año con año, cuando los
organismos internacionales hacen notar que estamos reprobados en español,
matemáticas, principalmente.
En un momento dado, por ejemplo, se habló de la pirámide
educativa: de cómo, de cada 100 alumnos que ingresaban a la educación primaria,
solo 14 llegaban a la Universidad; y que de esos 14, solo 7 concluían sus
estudios y la mitad, 3 ó 4, se titulaban. La pregunta es: ¿Cuántos llegan a
posgrado? Porque, en un tiempo, bastaba la secundaria o la academia para un
trabajo; hoy, mínimo piden maestría.
PLANEACION E IDEOLOGIA.
Pregunto el conductor a Nuño: el próximo año, que echaran
a andar el nuevo modelo educativo, habrá elecciones, ¿Qué sucederá si gana un
partido distinto el poder? ¿Se corre el riesgo de que se elimine el programa
implementado? La respuesta fue que sí. Y eso es lo más obvio, porque si
gobiernos priistas hacían borrón y cuenta nueva, con mayor facilidad lo hará,
digamos, Morena o el PAN, porque se presume que el PRI no retiene la
Presidencia de la Republica.
México sigue siendo un país subdesarrollado por una sola
razón: no ha sido capaz de crear una planeación institucional, que vaya más allá
del sexenio. La planeación puede ser a corto, mediano o largo plazo. En el caso
del modelo educativo, en la práctica, han sido planes sexenales (del sexenio,
no que dure seis años) porque nunca lo establecen desde el primer año: Enrique
Peña Nieto, por ejemplo, lo establece en el último año de su ejercicio
gubernamental.
EDUCACION PARA EL DESARROLLO.
Todos los partidos políticos, sus líderes y políticos,
coinciden en un planteamiento: la educación es un mecanismo para el desarrollo
de los países. Se quedan, sin embargo, en e discurso y con sus legisladores no
han sido capaces de impulsar un autentico, verdadero, modelo educativo que
efectivamente consiga que los ciudadanos, la población entera, pueda avanzar y
consolidar metas de desarrollo, que se avance y se sienta, por ejemplo, en los
bolsillos.
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