Indignación fue lo que sufrió, buena parte de la
población mexicana, cuando se dio a conocer que el INE pidió para el año 2018
un presupuesto de 25 mil millones de pesos; el presupuesto, dicen, más alto de
la historia. De ellos, 6 mil 788 millones de pesos son para los partidos políticos,
como parte del financiamiento público que reciben.
Por eso es trascendental, si, lo que sucedió hace días en
la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que en una votación de 7 a 4
aprobaron la ya conocida Ley Kumamoto. Ley que establece que el financiamiento
a los partidos políticos se debe hacer en función a los votos obtenidos, y no
en proporción al número de ciudadanos que integran el padrón electoral.
NO VI, LA BOLSA ESTABA ABIERTA.
La anécdota puede no ser cierta, pero se cuenta que en
una elección a gobernador, ante la presunción de que había dinero ilícito en su
campaña, se le pregunto: ¿en su campaña hay financiamiento ilícito?, a lo que
respondió: no sé, yo no vi nada, la bolsa estaba abierta. Así con ese
argumento, el candidato se justificó.
La verdad es que, durante mucho tiempo, los partidos
políticos estuvieron haciendo uso indiscriminado del financiamiento privado; no
había forma de establecer, con exactitud, lo que sucedía. Lo cierto es que
había mucho, demasiado dinero, y se rebasaba con mucho, los famosos topes de
campaña. Así fue como se revertió la tendencia: el mayor porcentaje es del
dinero de los contribuyentes y cada elección es más y más.
LA FORMULA.
El artículo 41 de la Constitución Política del país
establece la mecánica, en su fracción II, apartado a. Es la siguiente. “El
financiamiento público para el sostenimiento de sus actividades ordinarias
permanentes se fijará anualmente, multiplicando el número total de ciudadanos
inscritos en el padrón electoral por el sesenta y cinco por ciento del valor
diario de la Unidad de Medida y Actualización. El treinta por ciento de la
cantidad que resulte de acuerdo a lo señalado anteriormente, se distribuirá
entre los partidos políticos en forma igualitaria y el setenta por ciento restante
de acuerdo con el porcentaje de votos que hubieren obtenido en la elección de
diputados inmediata anterior.”
LEY KUMAMOTO.
José Pedro Kumamoto Aguilar es un joven de 25 años,
licenciado en Gestión Cultural por el ITESO, que logro ganar una diputación local
(Zapopan, Jalisco) como candidato independiente. Su campaña se hizo en las
redes sociales y, así, les demostró a los partidos políticos que se puede ganar
con poco dinero y sin necesidad de actos masivos. Y ha adquirido mayor relevancia
con su propuesta de #SinVotosNoHayDinero.
Su propuesta de #SinVotosNoHayDinero se aprobó el 1 de
junio por el Congreso de Jalisco con 31 votos, 2 abstenciones y 5 votos en
contra. Fue impugnada por el Partido Verde, el PANAL y por MORENA. Fue el
Ministro Alberto Pérez el que, con sus argumentos convenció a sus compañeros
Ministros. Así, sentenciaron: “Los Estados gozan de libertad de configuración
para establecer el financiamiento de los partidos nacionales, siempre y cuando
sea equitativo”.
Una propuesta independiente que tiene eco en el Congreso
Local de Jalisco modifica, en lo interno, que el punto de partida para el
financiamiento publica sea el total de votos y no el total del padrón de
electores. Así, de esa manera, se reduce de manera drástica el dinero que
reciben los partidos políticos como parte del financiamiento público. Vale
#SinVotosNoHayDinero.
SIGUIENTE PASO: A NIVEL NACIONAL.
La propuesta a nivel nacional ya está planteada. Sera
histórico si diputados y senadores son capaces de hacer una enmienda
constitucional de esta naturaleza. Sera obligar a cada partido político a dar
más de sí, a buscar más votos… obvio, los más castigados son los más chicos,
los considerados apéndice: VERDE, PANAL, PT, PES, MOVIMIENTO CIUDADANO, entre
otros.
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