La política la hacen los ciudadanos en el pleno ejercicio
de sus derechos políticos. Y la política tiene, en última instancia, adueñarse
del poder político, para gobernar desde un municipio, un estado o todo el país.
Y esos ciudadanos, para hacer la política, utilizan a los partidos políticos
como vía de acceso al poder: dentro de él, por lo regular, se forman camarillas
del poder… esas camarillas, y sus intereses, son los que dan al traste con los
partidos políticos.
A lo largo y ancho de la historia se pueden identificar
una y mil camarillas. Por algo Roderic Ai Camp y Peter H. Smith, al estudiar el
reclutamiento político, hacen notar que son las familias y, obvio, las
camarillas las que determinan el rumbo político de México. En este caso,
resulta interesante lo que está sucediendo al interior del PRD: se están
destruyendo.
LAS TRIBUS DEL PRD.
Desde su nacimiento el PRD se ha caracterizado por su
conformación en tribus, es decir, en grupos o camarillas, identificadas con uno
u otro nombre: Nueva Izquierda, Alternativa Democrática, Izquierda Democrática,
Foro Nuevo Sol, Los Galileos, entre otros. Y son sus líderes, según las
posiciones políticas que obtengan, los que manejan la dirección del partido. En
pocas palabras, comparten el poder y lo distribuyen según lo que pesan en las
legislaturas.
Las distintas tribus se van desdibujando según sus
miembros, líderes partidistas o legisladores (diputados federales o senadores)
se van moviendo como chapulines a otros partidos, en este caso a MORENA. Lo
estamos viendo en el Senado, donde el PRD ha perdido fuerza y eso, quiérase o
no, tiene hasta un impacto en sus prebendas y privilegios monetarios. Dejan al
PRD para irse a MORENA pensando en el 2018.
PRD Y TRIBUS EN TAMAULIPAS.
El PRD en Tamaulipas ha sido dirigido, sus dirigentes
pues, por los afiliados a una u otra tribu del nacional. Así, en un tiempo,
hubo tribus de los Chuchos hasta de Amalia Garcia, de cuando fue poderosa y
hasta gobernadora. Y esos vaivenes nacionales han impactado en Tamaulipas al
grado que se viven momentos, comparten, de crisis. Ya vino hace días Elpidio
Tovar anunciando que intentaran revivir al partido, que no tiene registro
estatal.
Pues bien, Julio Cesar Martínez Infante ya dio la cara en
Tamaulipas: Los Galileos. Camarilla que, dicen, no es una corriente; nace a
partir de una disputa por la Coordinación de los Diputados en donde se divide
Nueva Izquierda (Los Chuchos) y Guadalupe Acosta Naranjo y Miguel Alonso Raya
dan vida a “Los Galileos”. Para justificarse, dicen: “Buscamos reinventar al
PRD, volver a empezar, volver a los orígenes y anteponer el interés de la
sociedad a los personales”.
RETO DE LA IZQUIERDA EN TAMAULIPAS.
No es fácil la tarea de la izquierda en Tamaulipas. El PT
y el PRD, que han sido los representativos de la izquierda, están prácticamente
noqueados: sin registro, sin líderes que tengan presencia, capital político.
Para recuperar el registro requieren incrementar sus votos, lo que se ve, se
contempla, difícil. Buena parte de sus líderes, algunos representativos, también
se fueron a MORENA.
Como quien dice 2 tribus perredistas se acuerdan de
Tamaulipas: Elpidio, de la corriente de Amalia García (Foro Nuevo Sol) y Julio
Cesar Martínez Infante, de los Galileos. En realidad, si observamos a estas
corrientes, no avanzan en Tamaulipas, porque desde un principio olvidan los
intereses superiores del partido, enfrascados en pelear, se dividen y dividen,
si, a los pocos seguidores con que aun cuenta el PRD, su partido.
NO LOS VEO, POCOS Y DIVIDIDOS.
No recuerdo que Presidente de la Republica, cuando le
preguntaron por la oposición, en ese entonces el PRD, no tuvo empacho en
sentenciar: “No los veo; son pocos y muy divididos”. No es por nada, pero creo
que seguimos igual. No se ve, por ningún lado, el PRD.
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