“Para corregir desviaciones lo primero que se tiene que
haces es detectarlas, decirlas y reconocerlas. Así lo hice: el señalamiento de
los defectos de la Universidad que fue acumulando a lo largo de los años. Dije
que en nuestra universidad se traficaba con cancelaciones de inscripciones, con
calificaciones, con becas, etc. No nada más se dijo esto, se corrigió. Por
ejemplo: maestros no iban a clase y en el semestre anterior tuvimos una
asistencia de más del 95% de maestros a clase”.
Enrique Etienne, como rector de la UAT, desde que tomo las
riendas del poder universitario, no se midió para poner el dedo en la llaga: la
Universidad, la Universidad del pueblo tamaulipeco, tiene fallas, errores u
omisiones. Al momento de rendir su Primer Informe de Gobierno Rectoral, para
ser congruente, hizo notar lo que se está corrigiendo. Por eso, y otras cosas más,
al tomar posesión creo expectativas que rebasan, digamos, lo normal.
Por ejemplo, muchos, pero muchos, se lamentaban del lugar
que la UAT ocupaba en el distinto ranking de universidades. Se decía, por
ejemplo, que de las Universalidades Autónomas, las estatales, por poco y no era
la última, es decir, la 31 o 32. Sin embargo, en su primer informe señala un
dato que causa sorpresa, de la buena: que la UAT en el ranking mundial está en
el lugar 31. ¿Difícil de creer? La realidad sorprende.
Y es que el rector hace notar una realidad: por la inercia
la UAT fue acumulando vicios y fallas. Algunas ya las corrigió, como esas de
que los directores manejaban a discreción el presupuesto asignado así como los
cobros que hacían por unos y otros trámites. Por ejemplo, el rector hace notar
que se traficaba con las “cancelaciones” de inscripciones, que una facultad
llego a solicitar en un semestre hasta 1500… no dijo, sin embargo, que en
algunas se cobraba hasta 500 pesos por el tramite que en otras era gratuito.
Enrique Etienne da a conocer logros. Sin la menor duda, que
cada uno de los señalados, tiene un impacto en la calidad tanto de la enseñanza
como de la investigación. Y en ese avanzar, de reconocer y corregir vicios y
fallas, creo que se va por buen camino: ya es una buena ganancia que haya menos
ausentismo de maestros. Hay, sin embargo, otra falla: profesores de tiempo
completo, con nivel de doctorado y maestría, por tener otro trabajo de tiempo
completo en gobierno, envían a profesores “adjuntos” cuyo nivel no es similar:
imaginen, un doctor, envía a un recién egresado.
El Informe de Etienne dio cuenta de los avances. Solamente
que en un año es imposible recuperar el tiempo perdido en más de tres o cuatro
décadas, en los que impero los vicios que en su primer momento el propio Etienne
hizo públicos. Puso orden en las unidades académicas, impidió la reelección de
directores… cumplieron su ciclo a seguir en otras trincheras. Hubo quienes
duraron hasta 16 años en su cargo. Renovación y evolución son parte de una vida
cotidiana.
La comunidad universitaria está consciente que Etienne al
pregonar un cambio, una recuperación de los valores y principios universitarios,
lastimo intereses. En lo personal, considero que Etienne está siendo congruente
con su vida universitaria; dada su experiencia y su camino por el servicio público,
da la impresión que su único interés es conservar su imagen de servidor
público, de universitario, de hacer bien las cosas… para enderezar el rumbo y
recuperar el tiempo perdido.
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