viernes, 22 de mayo de 2015

EL RECTOR Y LA ORTOGRAFÍA.

Este fin de semana el rector Enrique Etienne Pérez del Rio hizo unas declaraciones que llamaron mucho la atención. Puse la nota informativa en mi muro del Facebook el resultado hasta el momento de escribir era: 195 me gusta, 42 comentarios y 11 veces compartida. Y es que el rector informo que van a ofrecer a los estudiantes cursos de redacción y gramática, tan simple, porque no saben leer y menos con los textos de las redes sociales.


La Universidad es el último tramo de la formación profesional. Y en el caso de la Universidad Autónoma de Tamaulipas vale hacer notar otros hechos significativos: hace varios años se impuso como materia obligatoria en todas las carreras la materia de “Desarrollo de Habilidades para Estudiar” o aprender. Hacerlo implico, en ese momento, reconocer que hay deficiencias en el habito de estudiar de buena parte de los universitarios.


Al paso del tiempo, sin tanta difusión mediática como ahora, también se incluyo un taller de comunicación oral y escrita. Y de este caso, recuerdo un hecho anecdótico: al impartirse por primera vez en la carrera de derecho, la maestra hizo un examen diagnostico; como resultado les informo que incluiría en el plan de trabajo las reglas elementales de redacción. El resultado fue pedir su cambio, hagan de cuenta, porque los ofendió al hacerles tal propuesta.


Cuando la maestra fue informada de la petición de los alumnos, pidió la oportunidad de despedirse y explicarles. Y lo hizo: leyó un par de textos, señalo los errores y les pregunto: ¿Ambicionan ser jueces, magistrados, excelentes litigantes y cuando corregirán sus errores ortográficos”. Al respecto se cuenta: un juez dicta un oficio a su secretaria para una diligencia, que sea el viernes y pregunta la secretaria ¿Cómo se escribe?, y el juez le responde: póngala mejor para el martes.


Enrique Etienne ha dado golpes serios a vicios y errores universitarios. Hoy reconoce una realidad: no todos, pero si buena parte de ellos, tienen problemas para expresarse correctamente en términos de escritura; los errores ortográficos son evidentes y el estilo escritural deja mucho que desear. En los exámenes escritos es frecuente observar que fallan en estructurar sus ideas, no las completan o las oraciones no reúnen los requisitos de un buen estilo.


 La decisión del rector de dar cursos de gramática y de ortografía es reconocer, únicamente, un problema que nace desde la formación inicial. La universidad deber formar profesionales, investigadores, crear y difundir tanto el conocimiento como las artes. Creo y estoy convencido, la única manera para que los estudiantes aprenden gramática y ortografía es con la lectura: aprenden nuevas ideas, ortografía e incrementan su vocabulario. Esa es una tarea que tienen que hacer todos los docentes universitarios.


El problema, creo, también nace del modelo que se utiliza en el proceso de enseñanza-aprendizaje: cuando solo el maestro expone clase, tipo conferencia, cuando no recurre a prácticas y mas practicas,  lecturas y mas lecturas, no induce a que el estudiante lea y escriba. Son las herramientas más comunes para aprender. Por eso, es fácil decirlo: con un esquema así, quien mas aprende es el profesor, porque prepara todos los días su clase: lee y hace apuntes, resúmenes o diapositivas.


En los comentarios del Facebook Efraín Kleriga sugiere que se de extensión a los egresados y en especial a los de periodismo; y un docente, Carlos Alvarado, se dice listo para inscribirse porque siempre es bueno mejorar el conocimiento y perfeccionar el estilo de escribir. Lo importante es que, tanto estudiantes como profesores, lo asumen: que reconozcan el fallo y busquen solucionarlo… y eso es lo que propone el rector: yo, listo también, siempre se aprende algo nuevo que ayuda.


Contacto:
Twtter: @melitonguevara





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