No sé si hacen bien o mal, ellos piensan que bien; pero
los priistas tamaulipecos, de esos de hueso colorado –los que están en la
campaña-, no se detienen para mostrar su optimismo. Hablan de uno y otro de sus
candidatos, dan pelos y señales de lo que están haciendo y en el momento en
que, tratando de evidenciar una debilidad, de muestras mas y mas argumentos. Y
no lo dudan, dicen que van a ganar los 8 distritos electorales.
Hay quienes de ríen. Creen que Rafael González Benavides se engaña, cuando
afirma que están trabajando para ganar
los 8 distritos electorales. Y si, así debe ser, porque en la práctica todo
candidato esta con la mira puesta en el triunfo. Y eso hacen los priistas, se
olvidan de la historia y, dicen, viven el presente. Y en el presente, afirman,
están haciendo todo lo posible por ganar.
Hace dos décadas o más que un líder del PRI afirmara que
tendrían el carro completo, no era novedad. Hoy sin embargo, los expertos y
analistas, afirman que un carro completo es completamente amoral; en el
entendido que, en otros tiempos, los lograban porque no había oposición y
además porque realizaban una buena cantidad de acciones que ayudaban a
favorecer el voto de los ciudadanos. Hoy, eso es imposible.
No es para menos, basta leer la prensa: Salum, “Sera PRI
el gran triunfador el 7 de julio”; tienen una visión, según Rafael González
Benavides: “Oposición solo busca capitalizar el descontento”; Cesar Camacho:
“Quien se la juega con las mujeres siempre gana” y agrega el líder: “Queremos
detener la política de la fuerza”. Cada expresión, cada frase, tiene un sentido
y es una respuesta, dicen, a la dinámica de las campañas.
¿Por qué hay optimismo entre los priistas? Hay muchas
razones que ellos ven en el proceso mismo. Sin embargo, toman más fuerza: la
visita que realizo en días pasados Cesar Camacho, el líder nacional, a lugares
como Tampico y Matamoros, fue un reto para la estructura partidista: la
movilización fue tremenda, al grado que en Matamoros –se presume- los panistas
de Leticia Salazar compraron los periódicos para que no se difundiera el éxito
de la concentración priista.
Y aun todavía más, convencidos de que tienen a los
mejores candidatos, no se detienen en pregonar: dele cinco minutos a mi
candidato, platique con él, y vera que sale convencido de que es el mejor de
todos, va a ganar. Así, de ese tamaño, es el optimismo de los priistas. Ante la
pregunta de, ¿todos los distritos?, pues si, y repregunta: ¿usted qué piensa?
Los expertos en mercadotecnia política afirman que se obtiene el triunfo solo
por la vía de los sentimientos y de las percepciones.
Por ejemplo, Alejandro Guevara Cobos afirma que su
campaña no es de “ocurrencias” y aclara: “Con el conocimiento que tenemos vamos
a analizar clara y concretamente cuales son los programas que no pueden
descobijarse como el de educación, combate a la pobreza y el programa de
seguridad para la paz y la prosperidad, un ajuste al gasto y que todo se maneje
claramente con transparencia y honestidad”.
Miguel González Salum, por ejemplo, habrá de propuestas
que se pueden cumplir: “Estamos estableciendo compromisos muy puntuales,
compromisos que se van a poder cumplir, por supuesto, porque es nuestra
convicción llevar allá (a la Cámara de Diputados) propuestas que sean
realizables”. Y Miguel ofrece compromisos para mejorar el empleo, la economía
regional, recursos para mas seguridad, espacios públicos para la prevención del
delito y para la educación”.
El distrito de Alejandro Guevara Cobos como el de Miguel
González el PRI no los perdió en la etapa de gobierno presidencial panista.
Así, por lógica histórica, deben de ganar. El reto para el PRI, son los otros 6
distritos, que están en manos del panismo. Y el optimismo priista, es que van
por más de 2 distritos… todos, sería el ideal, afirman. Es un sueño político. Y
los sueños a veces se cumplen, lo creen a rajatabla.
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