Hará unos cuantos días tuve la oportunidad de conversar
con dos de las nuevas Consejeras Electorales; con María de los Ángeles Quintero
y con Tania Contreras. Esta última, en la mesa, fue pródiga en explicar lo
complicado, difícil, que había sido integrar las listas de los Consejeros
Distritales y Municipales. Difícil por el poco tiempo y la cantidad de
expedientes y entrevistas a realizar.
Y la nota de esta semana, en términos
políticos-electorales, es que el TRIFE,
les da un revés doble: al IETAM y al Tribunal Electoral Estatal,
enderezando el asunto para que expliquen, razonen, documentos, su acuerdo o en
su caso pues que hagan uno nuevo. La primera noticia que tuve del hecho, fue en
el FACEBOOK, donde los panistas se regocijaban de su triunfo.
Por siempre ha existido, y creo que perdurara al menos en
Tamaulipas, la percepción de que los Consejeros Electorales reciben órdenes, o
cuando menos línea de cómo actuar. Incluso esta la historia del Consejero que
un día público que el gobernador Manuel Cavazos Lerma los cito, a todos, en
Casa de Gobierno, para darles órdenes. Claro, no sabemos si le hicieron caso.
Ahora todo el meollo del asunto, hasta donde sé, es que en
la lista aprobada por el IETAM, ratificada por el Tribunal Electoral Estatal y
rechazada por el federal, es que hay algunos nuevos consejeros que, en su
pasado reciente, tuvieron actividad política-partidista ligada a un partido
político, específicamente al Partido Revolucionario Institucional.
La figura del Consejero Electoral nació con una fuerte
expectativa de ciudadanización; que se desvirtúo ante las cuotas, disfrazadas o
no, para los partidos políticos. Ahora, cuando fueron electos por medio más riguroso,
se entiende, además por una convocatoria pública, los actuales Consejeros
Electorales no pueden escapar a la misma percepción: sus vicios o intereses
partidistas o gobiernistas.
No solo deben ser, formalmente, apartidistas, sino que
deben parecerlo. Y en el primer trabajo, sin querer queriendo, dieron las
primeras muestras de por dónde va su línea de trabajo. Por eso, habrá que
esperar los 15 días, para conocer el nuevo acuerdo en donde, se entiende,
dejaran a los mismos, o harán algunos cambios,
y obvio, tendrán que justificarlos a plenitud ante el Tribunal Federal
Electoral.
Hay que revisar bien la convocatoria: ¿puede un
ciudadano, militante de un partido político, ser consejero electoral? Por lo
regular, se pide, que no hayan tenido un cargo partidista dentro de un periodo
más o menos determinado. La realidad es que, incluso a nivel nacional, los
Consejeros Electorales tienen tendencia hacia uno u otro partido político…
recuérdese el caso de Consejeros Nacionales que luego fueron hasta candidatos
del PAN.
Vale destacar, sin embargo, que los órganos electorales
en Tamaulipas han tenido una característica especial: tomar decisiones,
aparentemente partidistas, que luego han sido enmendadas por el Tribunal
Federal, puesto que el Estatal –cortado por la misma tijera-, por lo regular
confirma y vuelve a confirmar las decisiones del IETAM. Así que los actuales
Consejeros (as), sin lugar a dudas, cojean de la misma manera que sus
antecesores.
No dudo, creo que nadie, de la capacidad, talento,
conocimientos y experiencia de cada uno de los miembros del IETAM. Pero ellos
deben tener conciencia, en principio, que cada uno de sus actos y decisiones
son la evidencia de su imparcialidad, legalidad, transparencia, honestidad
cívica y responsabilidad pública y política.
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