En cualquier familia, o grupos de amigos, siempre que se
convive hay lo que se conoce charla de sobremesa. Los temas siempre son
variados, del abanico de temas que predominan en la opinión pública. Y en una
de ella, escuche una expresión que me llama poderosamente la atención: ¡Me dio
gusto que agarraran a Moreira!, más que al Chapo.
¿Por qué esa expresión? ¿Cómo se puede justificar? Y solo
encuentro una. El Chapo está plenamente identificado como parte de una
organización cuya actividad principal es la delincuencia; se le ubica como una
persona poderosa, que incluso ya se había fugado de la prisión. Se le
adjudican, en fin, un largo camino delincuencial… y era obligación del Estado
recapturarlo.
En cambio Humberto Moreira, a lo largo de su carrera
política, fue el símbolo, el icono, del poder; del poder que se asume, que se
ejerce, a plenitud. Y en ese escenario, Humberto Moreira dio una y mil muestras
de corrupción; se vio envuelto en un escándalo mayúsculo con hechos y acciones
de cuando fue gobernador de Coahuila: su tesorero está detenido en los Estados
Unidos.
Sin embargo, aquí en México, se le investigo, y el
resultado al final… resulto inocente, no le pudieron comprobar, dijeron, nada.
La imagen, de corrupto, no se la puede quitar y la percepción, la idea en la
mente de muchos mexicanos, es que no lo castigaron por ser parte del sistema de
corrupción que domina el país. En fin, dijo el Presidente EPN: que no hay que
adelantar juicios de condena, pero hay una realidad, está detenido.
¡Misión cumplida! Fue la expresión de la autoridad
española al anunciar la detención de Moreira, igual que la de EPN al anunciar
la detención de El Chapo. Allá, en España, la misión cumplida tiene una segunda
parte: el proceso, para determinar si es culpable o inocente y la acusación de
lavado dinero nace de transferencias millonarias a bancos españoles.
México, a lo largo y ancho del territorio nacional, está
salpicado de historias de corrupción. De denuncias o percepción de corrupción y
de impunidad. No hay necesidad de ir muy lejos; cerca, en Nuevo León, se
ventilo en medios de comunicación un extraordinario enriquecimiento
inexplicable (explicable por la corrupción) de Rodrigo Medina y de su familia.
Fueron acusaciones periodísticas, nunca desmentidas. ¿Quedara en eso?
La triste historia política de México esta bañada con
hechos de corrupción e impunidad; aunque es generalizada, es al PRI como
partido en el poder, que más daño le hace: cada hecho difundido, cierto o no,
cae como una gota de agua que golpea la credibilidad de su operación política:
y tanto va el agua al cántaro, que el daño es impensable: los priistas regios
tiene mejor evidencia en este sentido.
Creo que muchos se preguntaran: ¿hasta cuando se dará
cuenta el PRI que ya no es posible soportar la corrupción y la impunidad? Quizá
por eso, como bien dice Carlos Alarazki: las alternancias ya son posibles en
cualquier entidad. Nuevo León, sigue siendo el ejemplo: gano un independiente,
como un rechazo a la corrupción. Hace falta que desde un alcalde, un gobernador
y un Presidente digan ¡Misión Cumplida!, pero en el combate real a la
corrupción y a la impunidad.
¿M.C.L SIN VISA?
Escribe Salvador García Soto en su columna Serpientes y
Escaleras en el Universal: “ la semana pasada se le canceló la visa a
otro ex gobernador de Tamaulipas, Manuel Cavazos Lerma, contra quien no pesa
orden de aprehensión, pero tampoco puede ya ingresar a territorio
estadounidense.
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