Cuando leí la biografía de Ricardo Anaya en el libro de
los Suspirantes 2018 le recomendé su lectura a mi hija. Mi esposa me pregunto,
¿Le vas al cepillo?, no, le respondí, es por el último de los políticos que
votaría. Pero, le explique: en la biografía pintan a un tipo que se fija una
meta, que establece una especie de cronograma y va, poco a poco, acercándose a
su propósito. Y ya logro uno, será el candidato del Frente.
Hoy leí el texto que Ricardo Raphael escribe sobre las
circunstancias, las vicisitudes, de cómo Ricardo Anaya, su tocayo, va escalando
en fast track peldaños para convertirse en el candidato presidencial. Siguiendo
a Maquiavelo, diríamos que ayudado un poco por la suerte logra el triunfo por
sus propias armas: la estrategia y la operación de cada una de sus decisiones.
ELECCION 2018.
Para este momento ya se sabe a ciencia cierta el nombre
de quienes serán, sin la menor duda, los candidatos presidencias; quienes
iniciaran el próximo 14, el jueves, su respectiva precampaña. Por un lado,
siempre hemos conocido el nombre de Andrés Manuel López Obrador, por MORENA,
con todo y que aún no da a conocer los resultados de la encuesta. Llegará, a
esa condición, sin enemigo al frente, pues es el dueño, el propietario de esa
franquicia política.
Los llegan por diversas vías. Por ejemplo, José Antonio
Meade llega por la decisión de Enrique Peña Nieto y ante la circunstancia de
que el PRI no tenia, salvo a Miguel Ángel Osorio Chong, como precandidato
fuerte, pero se impuso Luis Videgaray; en tanto que, ya nos dimos cuenta como
llega Ricardo Anaya… en tanto que Margarita Zavala y Jaime Rodríguez, se
entiende, serán candidatos independientes.
OPERACIÓN CEPILLO.
La biografía de Ricardo Anaya lo pinta como un traidor en
potencia, dicen sus enemigos, porque no cumple con su palabra. Lo cierto es que
no se le puede negar inteligencia, menos sagacidad, así como control o
autodominio de si, de sus emociones, de tal suerte que teniendo prácticamente
un programa de acción va ejecutando una y otra acción: sus traiciones, se puede
decir, han sido su escalera a la candidatura presidencial.
Se libró, inicialmente de Gustavo A. Madero, quien lo
dejo de “líder”. Luego, opero, lenta, gradualmente, para apoderarse del
partido, de sus principales órganos; depuro el padrón para eliminar a quienes,
individuos o grupos, podían ser obstáculos a sus ambiciones; maniobro, tenso,
el ambiente interno panista hasta que se deshizo de Margarita Zavala; indujo a
la creación del Frente y, por último, logro hacer a un lado a Miguel Ángel
Mancera, de tal manera que –por obra y gracia de las circunstancias-, solo el
puede ser candidato presidencial… diverso estilo, pero igual táctica y
estrategia de Vicente Fox
OSORIO DESDIBUJO AL PRI.
Hagan de cuenta que Miguel Ángel Osorio Chong también
hizo su fuego, pero a diferencia de Ricardo, el resultado no salió bien. Osorio
fue acusado en la elección pasada de operar a favor del PAN, o en contra del
PRI, con tal de que Manlio Fabio Beltrones no se consolidara como un excelso
político, que podía tener la oportunidad de apuntalar al PRI. Todas las
traiciones, en el 2016, apuntaron hacia Gobernación: que ocultaron datos,
negaron otros, en fin, desdibujaron, destrozaron lo que pudieron ser victorias
priistas.
Y no estaba errado Osorio Chong: él podía llegar a la
candidatura presidencial. Al menos, en la mayor parte de las encuestas, aparecía
como el mejor prisita posesionado, arriba de José Antonio Meade. No llego, sin embargo,
por la decisión presidencial, que le negó tal posibilidad y la decisión, se
entiende, fue impulsada por Luis Videgaray y, obvio, las especulaciones de que
había sido un traidor en la elección del 2018.
SUMAR Y RESTAR.
ENP eligió a José Antonio Meade porque Videgaray lo convenció
de que va a jalar votos al PAN; aunque perderá votos de la facción dura
priista; Margarita tomara votos del PAN; El Bronco de donde sea; en tanto que
Ricardo Anaya recibirá los votos del PAN, del MC y unos cuantos del PRD, pues
se entiende que estos, es muy posible, voten por AMLO, como también pueden
hacerlo algunos priistas. La cuestión final es: ¿Quién sumara más de todos, de
tal suerte, si, que se convierta en el ganador? No será sorpresa si gana AMLO;
si, si Ricardo lo hace.
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