viernes, 7 de agosto de 2015

BELTRONES Y TAMAULIPAS: HACER POLITICA.

Salvo una contingencia de fuerza mayor puede impedir que Manlio Fabio Beltrones se convierta en el próximo líder del PRI. Sera el sucesor de Cesar Camacho Quiroz. Manlio no se anduvo por las ramas, en su momento, lo dijo: quiero ser el líder del PRI. Tenía en contra una sola circunstancia: no es, no ha sido, cercano al Presidente EPN.


¿Qué sucedió? Para que al final Manlio quedara como único aspirante. Solo puedo decir que hizo lo que sabe hacer: política. Construyo un escenario en el cual, uno a uno, se fueron bajando los que, a lo mejor sin querer, se ubico como potenciales aspirantes. Al final, dadas las coyunturas, la decisión del Presidencialismo Monárquico fue la más lógica: elegir a quien sabe hacer política y nadie, pero nadie, le discute ese talento y habilidad.


Mucho se dijo, por ejemplo, que Manlio no aceptaría una condición única: no pensar en la candidatura presidencial, que a fin de cuentas, es imposible que no ambicione tener esa oportunidad. No sabemos si le pusieron esa condición, pero él, en todo momento, ha dicho que será el árbitro partidista del proceso que conduzca, en el 2018, a una elección presidencial. Y nadie lo saca de esa postura.


La crisis política que vive el PRI, consecuencia del derrotero presidencial, hace que las encuestas en este momento den al partido de Manlio un escenario difícil, complicado. El reto de Manlio, como nuevo líder, será construir las condiciones para que su partido remonte, se consolide y tenga posibilidades de seguir conservando el poder presidencial. No es fácil, dado que día con día se observa un desencanto de la ciudadanía por la ausencia de resultados que den un giro a la percepción de crisis.


De una u otra manera se ha construido una imagen de que Manlio Fabio Beltrones es, digamos, una especie de capo de la política; que su talento y sabiduría le ha permitido sortear, capear, mas de una crisis y darle la voltereta. Por eso se ha mantenido años y años en el ejercicio del poder político. Y la mejor prueba de su capacidad, es que logro convertirse en alguien imprescindible para EPN, primero en la Cámara y ahora está listo para hacer lo mismo en el PRI.


Se tiene la certeza de que Manlio hará política: tejer acuerdos, garantizar gobernabilidad, negociar y, claro, usar de la mejor manera sus recursos políticos para lograr sus propósitos. Uno de ellos, lo dice abiertamente, es apoyar la política y la gestión de EPN. Pero también, no se nos olvide, todo lo que haga, al final, va dirigido a un fin: conseguir sus metas políticas. Y una de ellas, acariciada por mucho tiempo, es la Presidencia de la Republica.


Como bien lo dice, va a apoyar a ENP, no le va a jugar las contras… seria destruir a su partido; pero esa rara habilidad que tiene para hacer política, que sobre todo los pronósticos, hoy le elevan a ser el próximo líder partidista, porque no pensar que desde el liderazgo partidista, puede construir el escenario para que al final, como hoy, la decisión más lógica lo beneficie.


Por lo pronto, aquí en Tamaulipas, de inmediato los priistas como Carlos Morris se dieron a la tarea de repetir lo que otros ya hacían: que es el mejor, que será un excelente líder, que al PRI, a los priistas, les ira muy bien con su liderazgo. La cargada a todo lo que da… por cierto, resulto raro que haya sido el gobernador de Chiapas, Manuel Velasco (del Verde) quien prácticamente destapo al sonorense.


En fin, les decía: nada puede impedir que Manlio Fabio Beltrones se convierta en el próximo líder nacional del PRI. Y en estas circunstancias, lo primero que uno piensa: en que beneficia, o perjudica, esta coyuntura a Tamaulipas: ya, más de uno, se puso a sentenciar que es Marco Antonio Bernal Gutiérrez el beneficiario, que puede ser el próximo candidato a gobernador. Cierto o no, el ya anuncio que “hace política” en Tamaulipas pensando en la gubernatura.


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