Terminaron las campañas electorales y los ciudadanos,
según la autoridad electoral, está en la etapa de pensar, de reflexionar, como
va a emitir su voto. Recordemos que, según la Constitución Política del país,
los ciudadanos tenemos el derecho de votar y ser votados. Y lo hacemos para
elegir a quienes nos gobiernan. En este caso será para elegirá al gobernador, a
los 43 alcaldes y a los 22 diputados de mayoría.
Es un derecho de votar que en la práctica muchos,
aproximadamente 50 de cada 100, no lo hace. Se ha querido explicar porque hay
tanto abstencionismo: para unos, dicen que siempre son los mismos; otros, que
estas asqueados de tanta corrupción e impunidad. El caso es que, por esos
detalles, siempre tenemos gobernantes que han sido electos por una minoría.
Visto el fenómeno de votar desde otro ángulo, nos
preguntamos: ¿Por qué vota el mexicano, el ciudadano? Y las respuestas son múltiples.
Incluso Andrés Valdez Zepeda, académico de la Universidad de Guadalajara, ya
hizo un enumeración de los tipos de votos que se pueden identificar en un
proceso electoral. Se queda uno sorprendido, dado lo limitado del espacio, es
imposible describirlos, pero en la evolución política se han distinguido
ciertos rasgos que explican la forma de votar.
1.
Por el partido, su plataforma política, su
oferta electoral. Esta fue, quizá, la primera forma de cómo los ciudadanos
emitían su voto; hubo por eso, en un principio, dos bandos: derecha e
izquierda, luego apareció las versiones de centro, centro-izquierda,
centro-derecha. A este voto se le puede identificar con el “voto duro”: sea
quien sea el candidato, siempre se va a votar por el partido.
2.
Voto corporativo. En México hagan de cuenta que nació
esta forma de votar, una derivación del anterior. Aquí los ciudadanos votan
porque reciben la instrucción su organización, sea sindical o de
profesionistas, de colonos o de burócratas. Por eso, antes, por el voto
corporativo en el PRI había cuotas para los sectores y sus organizaciones. Se
da aun, pero en menos cantidad. Madero, por ejemplo, es cuota para el sindicato
petrolero.
3.
Voto por la persona. Es algo que ha sucedido en
México: las ideas de partido político deja de interesar a los ciudadanos; se
fijan en la persona. Hubo en algunas elecciones que se desdibujada el logo del
partido, o se ponía chiquito… como para que no hiciera daño.
4.
Voto de castigo. Es un fenómeno que nace del
hartazgo, de la molestia o enojo del ciudadano con el partido político. Se
visualiza este tipo de voto, cuando un partido y su candidato hacen poco oferta
política, pero reciben muchos votos… y lo explican diciendo, no votaron por mí,
fue en contra del partido en el poder.
5.
Voto cruzado o voto razonado. Es cuando los
ciudadanos, en la práctica, votan por el candidato, alegando que es razonado:
para gobernador de un partido, para alcalde de otro y para diputado de otro
más.
6.
Voto útil. Es el que enarbolan partidos que no
tienen muchos adeptos o simpatizantes, pero demandan que los ciudadanos voten
por un partido con el solo propósito de que no siga ganando el mismo partido.
Al menos es lo que pregona en esta elección Francisco Javier García en su afán
de convertirse en el próximo gobernador de la entidad.
Lo importante, este domingo 5, es que cada uno de los
ciudadanos con credencial de votar, vaya a la urna y emita su voto por el
partido o candidato que le merezca mejor opinión. Si no encuentra un candidato
que satisfaga plenamente sus expectativas, que lo haga en todo caso, por el
candidato que le significa menos puntos malos, con el menos malo, pues. No
hacerlo, es soslayar una responsabilidad y dejar que otros, que si votan, tomen
una decisión que a lo mejor no le gusta.
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