Nadie discute la relevancia del agua. En el planeta el
agua está por todos lados, basta ver una mapa del mundo, océanos y ríos,
lamentablemente, no toda el agua es consumible; y nuestro cuerpo tiene también
su buena dosis de agua, es una necesidad, siempre hay que estar hidratados.
Para evitar la deshidratación, hay que tomar agua. Por eso, la venta de agua,
hoy en día, es un gran negocio.
Y nadie duda, tampoco, que hoy en día en gran parte del
planeta se viven problemas del agua. Su escasez hace estragos en todo el
planeta: en la salud y vida de las personas, en los animales, grandes o chicos,
que se arrastran o voladores, y también en las plantas y, en consecuencia, en
la producción de alimentos. Es, como dicen, un efecto multifactorial por lo
que, su cuidada, su administración, es de vital importancia.
EL AGUA EN LA CAPITAL.
Para quienes vivimos en la capital no es sorpresa que
cada año, en la época de verano, se produce una grave escasez de agua. Ha
crecido tanto la ciudad que ya no es como antes, que bastaba el agua de la
peñita, luego de otros pozos y hasta la del acueducto. Más de un amigo me ha
confesado: ya se lo que significa vivir sin disponer agua, no uno, a veces
varios días. Y todos, sí, todos, somos culpables: gobierno y sociedad.
Apenas estamos en enero, en invierno, pero ya en la
capital se observan algunos indicios de la escasez de agua. Al menos en varias
colonias y fraccionamientos de la capital se ha detectado ya, en esta época,
problemas con el suministro de agua potable; entre ellas, Vicente Guerrero, José
de Escandón, Tamaulipas, Fracc. del Valle, Teocaltiche, Benito Juárez, Azteca y
la Portes Gil… no es, digamos, menor esta incidencia. ¿Qué está pasando?.
CULTURA Y ADMINISTRACION.
¿Se está acabando el agua? Recuerdo de mi época de niñez
como mis padres hablaban de los aguaceros de mayo; de cómo, año tras año, la
época de lluvia era una bendición para todos. Veíamos como los ríos, por decir,
se crecían, los árboles se tornaban más verdes. La sierra con su verdor nos
parecía más majestuosa. Hoy, después de muchos años, cuando la ciudad ya no es
tan limpia, y a veces no tan amable, parece que la vida es otra.
¡No la cuidamos! Es parte de la acusación y, en cierta
medida, hay razón. Por un lado somos testigos de una y mil fugas de agua, a
veces los reportes son reiterativos y ahí está el agua corriendo por las
calles. Y en las casas tampoco la cuidamos: unos lavan sus carros a
manguerazos; otros al bañarse o simplemente al lavarse las manos. No hemos
tomado, vaya pues, conciencia de que el agua es un recurso natural no
renovable.
¿QUE NO HAY DESABASTO?
Gustavo Rivera, el actual gerente de la COMAPA, ha sido
reiterativo. Que no hay problema de agua en ningún sector de la ciudad. Claro,
no es lo que dice la gente, para la COMAPA el problema es solo de presión y
que, afirma Rivera, se va a solucionar al momento que se termine el acuafério:
en marzo, dice. Lo que en otras palabras, significaría que en verano no debería
haber ningún problema.
La cuestión es que, año tras año, se padece el mismo
problema: escases. Y la autoridad, año tras año, muestra, pone en evidencia,
que no toma medidas de prevención y menos contribuye, con campañas de
concientización, de educación para cuidar el agua. Quienes ya han vivido la
escasez saben de la importancia de cuidar el agua; el resto, debemos de
aprender de ellos, no esperar a vivir la experiencia. En fin, Gustavo Rivera
sabe que, año tras año, el problema del agua es una papa caliente. Y ya se está
calentando.
Comentarios:
No hay comentarios:
Publicar un comentario