Ambrocio Ramírez Picasso, político visto como un “joven”
tomo las riendas del PRI municipal capitalino. Lo hace, entiéndase, en una
época en que los políticos son tachados de corruptos, de sinvergüenzas, por eso
en su discurso hace notar que la sociedad, hoy en día, reclama a políticos más
cerca de la sociedad y sobre todo que inspiren confianza.
Ambrocio, el joven político, no descubre el hilo negro.
Basta hacer un repaso a las encuestas, sobre todo las de cultura política, para
tener una idea de cómo están las cosas. Los diputados, senadores, alcaldes y
hasta el Presidente de la Republica no son aprobados en su gestión y cada día
se les percibe como más corruptos y más irresponsables, que llegan al poder a
“aprender”.
LOS JOVENES EN EL PRI.
En un partido político su militancia es de todas las
edades. Pero unos partidos, más que otros, tienen mejor percepción por
determinados grupos sociales. Por ejemplo, los jóvenes, los más estudiados,
según dicen las encuestas, no votan por el PRI. No conocen, vaya pues, nada de
la revolución mexicana; visto de otra manera, el grupo de votantes del PRI, se
ubica en aquellos que ya rebasan los 40 o más de los 50 años.
Lo anterior, obvio, no significa que no haya jóvenes en
el PRI. Los hay si observamos que hay jóvenes como Mayra Benavides que hace
talacha en el liderazgo juvenil en Tamaulipas. La cuestión es que, buena parte
de los jóvenes priistas, están ahí, hacen talacha, incluso se preparan en el
ICADEP, pero de ahí no pasan, si acaso, participar en las campañas… ven al
ejercicio del poder de lejos.
VISION JOVEN DEL PRI.
Cuando Enrique Blackmore Smer fue líder del PRI municipal
era un joven, muy joven y ya con experiencia en la política. Un día, fue
contundente: veía a su partido mayormente adulto en razón a que llegaba a sus
oficinas y veía, por todos lados, a gente, colaboradores, adultos, muy pocos
jóvenes. Envidiaba, me dijo, que los de enfrente ofrecían juventud, sangre
joven, nueva y fuerte.
Y ahora el PRI capitalino tiene, de nueva cuenta, a un
líder joven que afirma: “A los priistas nos queda claro que los ciudadanos
exigen un partido muy cerca de la sociedad, gobiernos que vean el lado humano
de la gente, quieren políticos que inspiren confianza, que sepan conciliar, que
den certidumbre, que unan, faciliten, que se conduzcan con honestidad y
transparencia”.
CREDIBILIDAD Y CONFIANZA.
Ese es el gran reto de Ambrocio: crear las condiciones
para que la militancia crea y confié en su liderazgo. Ese es el principio.
Llega Ambrocio, para algunos, sin los méritos suficientes; sin embargo, llega
con la confianza y se entiende el apoyo de Oscar Almaraz Smer, el primer
priista del municipio. Y, se entiende, llega con todo el apoyo suficiente, para
que haga un trabajo intenso, profundo, en virtud de que no es un secreto que
Oscar buscara la reelección como alcalde: para eso trabaja y bien que sabe
necesitara a un partido municipal que este cohesionado.
No es tarea fácil la de Ambrocio. No tendrá, como se
supone que tuvieron otros de sus antecesores, el apoyo de priistas encumbrados
en otro nivel de gobierno porque, se entiende, hoy el gobierno estatal es
panista. En fin, al momento que Ambrocio tomo protesta hubo fiesta, se reunió
la clase política y, lo menos que uno puede esperar, es que hagan presencia en
la actividad y proselitismo de su partido.
¿Rejuvenecerá el PRI con Ambrocio?
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