A veces, sin querer queriendo, como bien decía el Chavo
del 8, me acuerdo de la expresión: pobre de México, tan lejos de Dios y tan
cerca de Estados Unidos. Pero luego me acuerdo, como dicen muy seguido en el
Facebook, que México es, si, es, lo que resulta de las acciones del gobierno y
de su población. Es cuando nos acordamos de los errores y los males del pueblo…
y ni duda cabe que el compadrazgo y el cinismo es parte del acontecer
cotidiano.
No cabe la menor duda. México tiene serios problemas,
dicen que son estructurales, que van desde el analfabetismo, la pobreza, la
marginación social; y hay otros que nos identifican plenamente, en todo el
mundo, como la corrupción, manifestada de muchas maneras, entre ellas, el
compadrazgo y el cinismo. ¿Cómo evitarlas o nulificarlas?
EL COMPADRAZGO.
Cuenta que en una ocasión llego el Presidente a su lugar
(ciudad) de origen y se entrevistó con los líderes, amigos y compadres. Resulta
que uno lo sorprendió, después del saludo digo el Presidente: compadre, que
pasa contigo, ya todos me pidieron un puesto o un contrato y tu nada. La
respuesta le sorprendió más: mira, yo solo quiero que, cuando andes por estas
tierras, no me niegues el saludo… del resto, créemelo, yo me encargo.
Y efectivamente, parte de la corrupción, que conocemos,
que vivimos, está casi en la naturaleza cotidiana del mexicano. Y en el ámbito público,
los dos más conocidos son el nepotismo y el compadrazgo, como forma de
reclutamiento político y administrativo. En los 70´s le preguntaron a Oscar
Flores Tapia, gobernador de Coahuila: ¿porque tiene a familiares y amigos en
los puestos de gobierno? Su respuesta fue: solo en ellos confió.
ORGULLO DEL COMPADRAZGO.
En la época de Jose López Portillo (1977-1982) fue histórica,
sorprendente, su propia confesión de que uno de sus hijos era el orgullo de su
nepotismo. A todas luces, obvio, fe un cinismo presidencial que no debió
permitirse, menos permitir el pueblo mexicano. Es exactamente lo que está
sucediendo con Enrique Peña Nieto y Luis Videgaray: no es su hijo, pero sí es,
reconocido de mil maneras, su amigo, amigo, amigo, el que está por encima de
todos.
Luis Videgaray siempre ha ido, como bien se dice, de la
mano de Enrique Peña Nieto. Al inicio del sexenio fue nombrado Secretario de
Hacienda y Crédito Publico; y medio mundo lo ubicaba como el presidenciable
nato; pero dejo de serlo, cuando promovió que Donald Trump viniera a México a
hacer campaña y se fue, lo renunciaron. Y resulta, si, que de pronto, regresa.
CINISMO E IRRESPONSABILIDAD.
Una de las características del sistema político vigente
es que, quien gana las elecciones, ve como un botín a la administración
pública: llegan ahí, los miembros del partido, los familiares y amigos. Y,
buena parte de ellos, por lo regular, son improvisados, no saben nada de tema,
pero eso sí, son tremendos amigos de quien ejerce el poder. Aurelio Nuño y Luis
Videgaray son el mejor ejemplo.
Se está manejando un meme en las redes sociales. Están
los amigos del Presidente Aurelio Nuño y Luis Videgaray. El segundo, repite lo
que dijo al momento de rendir protesta como nuevo Secretario de Relaciones
Exteriores: que no sabe nada, que llega a aprender. Y Aurelio Nuño. Secretario
de Educación, le contesta, no te
preocupes, yo estoy aprendiendo a leer. Ironía, ridiculez, pero es una
realidad: en el gabinete de Enrique Peña Nieto sigue imperando la
improvisación, la irresponsabilidad y la falta de ética vocacional.
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