Escuche en un noticiero de tv como Eduardo Manuel
Trujillo Trujillo, delegado del INE en Tamaulipas, explica su visión de un
proceso electoral: es un lucha por el poder, asienta como una forma de explicar
que los partidos políticos sometan a presión a los órganos electorales, tal y
como sucede –por ejemplo-, con el PES que de manera reiterada pide que el INE
atraiga la elección local en virtud, obvio, de los desencuentros en que han
incurrido los Consejeros del IETAM.
Efectivamente, la lucha por el poder se da todos los
días, los partidos políticos, los grupos de presión, los líderes y
funcionarios, ven y actúan en función a esa premisa: unos quieren obtener el
poder, otros conservarlos y, unos más, quieren más y más, como unos
megalómanos. Y es entendible que, en los procesos electorales, los actores o protagonistas
desarrollan presiones y acciones con miras a obtener ventajas.
IETAM Y TRIELTAM.
No es casualidad, digamos, lo que ha sucedido con los
órganos electorales en Tamaulipas: primero Marcia Laura Garza Robles, actuando
como Magistrada Presidente, es balconeada en medios de comunicación y en las
redes sociales de usar el presupuesto público para comprar artículos de
belleza. Las facturas, efectivamente, estaban a nombre del Tribunal, sin
especificar quien las compro; pero días después, se filtró que presentaría su renuncia
y hasta se consignaba ya el nombre de su suplente: Rene Osiris Sánchez Rivas.
Y en el IETAM el primer escándalo se dio con el
Secretario Técnico, que renuncia y el sustituto es destituido por el INE ante
su acción de esconder sus ligas con un partido político. Con este escenario,
Eduardo Jesús Hernández Anguiano presenta su renuncia, alegando motivos
personales y que no estaba en condiciones de llevar a puerto el barco electoral
en el 2018. Por esas y otras razones es que Rigoberto Rodríguez Rangel, del
PES, pide que el INE atraiga la elección local.
TRAIDORES O MEGALOMANOS.
Y en esa lucha por el poder es como, políticos de uno y
otro partido, en determinadas circunstancias van de un partido político a otro.
Para unos, son chapulines porque brincan de un partido a otro; para unos, son
unos traidores porque abandonan el barco cuando se está hundiendo… para otros,
sin embargo, son megalómanos: amantes del poder, que los atrae, los domina, son
adictos a ejercerlo.
Ahí tienen a la maestra Magdalena Peraza Guerra. Fue
alcaldesa de Tampico por el PAN, porque el PRI la desprecio; ahora es por el
PRI y el Verde y, lo que son las cosas, se cree que pueda ser el PRI el partido
que la abandere. Sin embargo, los chapulines, traidores o megalómanos son los
que ahora son parte de MORENA: Erasmo González, Lalo Hernández Echevarría,
Ramón Garza Barrios, Felipe Garza Narváez, Eduardo Gattas, entre otros.
VERASTEGUI: OPERACIÓN POLÍTICA.
Hasta el momento, por lo que se ve, en términos
mediáticos Cesar Verástegui, el Secretario General de Gobierno, ha manejado un
perfil bajo. No ha estado envuelto en tornados políticos, ni escándalos. Ante
ello, lo más obvio, es decir que está haciendo bien su trabajo, precisamente,
porque la gobernabilidad estatal –salvo la cuestión de la seguridad pública- no
se ve amenazada. Sin embargo, no hay que olvidar que es el responsable, si, de
conducir la operación política, tendiente a fortalecer a su partido y lograr
que el gobierno de Francisco Javier García Cabeza de Vaca trascienda el
sexenio.
Francisco Elizondo e Ismael García son los operadores
partidistas, son los que desarrollan la acción; pero es Verástegui el que arma,
estructura, la estrategia para en la lucha por el poder, su grupo, su partido,
obtenga ventajas en relación con la elección 2018: no en balde le adjudican que
hay un PRI “domesticado”; pero, ojo, ¿se le puede apuntar la operación para que
los órganos electorales estén a modo de los intereses de su partido? Yo, creo
que sí. No tuvo problemas con el Tribunal; pero en el IETAM el INE se puso las
pilas.
GASTO POLÍTICO.
Un político pobre, sin dinero, es un pobre político. Y no
siempre el que gasta más es que mejor resultados obtiene. Al menos, en un corte
fiscalizador del INE, aparece que José Antonio Meade, el ciudadano precandidato
del PRI, es el que lleva menos eventos, pero es el que más ha gastado: 2,152331
pesos en tan solo eventos; AMLO lleva 32 y ha gastado casi una cuarta parte:
solo 656,913 pesos. Anaya es el más austero: 553,458 pesos en 19 eventos.
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