martes, 2 de enero de 2018

2018: RESPONSABILIDAD CIUDADANA.

Me levanto temprano, con ánimo de preparar mis cosas, entre ellas escribir mi primer texto de 2018 y luego ir con la familia, y leo buen número de mensajes en las redes sociales que tienen que ver con el inicio del nuevo año, el 2018. Todos van por el mismo sentido: que sea mejor, bendiciones, éxito, armonía familia, que seamos muy, pero muy feliz, y entre todos hay uno que es diferente: que tengamos un poquito de conciencia.


Pertenezco a una asociación que, en una parte de su protocolo, reitera que debemos prepararnos cada día para ser mejores padres, mejores hijos, mejores hermanos y sobre todo, mejores ciudadanos. Y entre los mensajes de año nuevo, destaca otro, con un tema que llama la atención: que no olvidemos que con nuestros propios actos, comportamiento sea familiar o social, es como se hace la diferencia.


EL GOBIERNO QUE SE MERECE.
Se atribuye a Joseph de Maistre, contrarevolucionario de la revolución francesa, enemigo de la Ilustración, escribir en una carta al Zar Alejandro: “Cada nación tiene el gobierno que se merece”. Expresión que, sin duda, en más de una década a campeado en la mente de muchos mexicanos. Sobre todo a partir de la década de los 80´s del siglo pasado, cuando la oposición es más real y se da principio gradual y paulatino a una alternancia en el poder, que culmina en el 2000, cuando el PAN saca al PRI de Los Pinos.


Llego la alternancia a México sin embargo no logra consolidarse un gobierno fuerte, representativo de los intereses del pueblo. Por eso, Alejandro Iñarritu el 22 de febrero de 2015, al recibir el Oscar por su película “Birdman”, con fuerza, contundencia, apunta: “Rezo para que podamos hallar y construir el gobierno que merecemos”. Y es que Fox y Calderón fueron estructuralmente hablando un fracaso; y a Enrique Peña Nieto, como quien dice, se le va el país de las manos, se le deshace.


TANTITO DE CONCIENCIA.
Uno de los tantos post sobre el año nuevo advertía de la necesidad de que, como seres humanos, como ciudadanos, tengamos “tantita conciencia”. El tema va ligado al tema anterior, del gobierno que merecemos. ¿Quiénes son los culpables de que tengamos, como unos dicen, un gobierno fallido? Sí, porque no es capaz de resolver, de atenuar, los problemas que aquejan a la sociedad, sobre todo el de pobreza y de la seguridad pública. ¿Los malos gobernantes son derivados del abstencionismo? ¿No participar nos convierte en cómplices de la corrupción e impunidad que impera?


Veamos los datos de la votación o el abstencionismo. En la elección pasada, aquí en Tamaulipas, el órgano electoral estaba feliz, porque el nivel de participación ciudadana había rebasado el 50%. La cuestión es, ¿Por qué no vota el ciudadano elector?


RAZONES PARA NO VOTAR.
El nivel de participación ciudadana, en términos generales, es del 50%, a veces disminuye, en otras avanza, pero no rebasa el 60%, lo que indica que los ciudadanos electos, para uno u otro cargo, lo es por una minoría. Aquí es donde, uno se pregunta: ¿Por qué, si, los ciudadanos no acuden a votar? Y efectivamente, es una pregunta, que he dirigido a muchos ciudadanos y su respuesta es: son los mismos, corruptos, cómplices, no cambia nada… no piensan, en serio, que pueden cambiar si emite su voto.


La revista Forbes publico el texto “Votar o no votar, ¿Le preocupa a los partidos políticos? (3 junio 2015) y apunta las siguientes razones: descontento hacia los partidos políticos (26.5%), descontento hacia el proceso electoral (20.4%), no les importa la votación (11.6%), no sirve de nada votar (9.4%), inseguridad (6.5%) y no sirve el gobierno (menos de 5%). Validas o no, es una forma de describir un fenómeno político-electoral que tiene que ver con el gobierno que merecemos.


ELECCION 2018.
La elección de 2018 es muy especial: a nivel nacional, se prevé, una derrota del PRI y se presume, por las encuestas, un triunfo de AMLO. Sin embargo, Ricardo Anaya puede dar la sorpresa, no tanto José Antonio Meade. ¿La tercera es la vencida para AMLO? Ya dijo que si no gana, se a su rancho. A nivel estatal la elección representa la oportunidad del PAN para afianzarse en el poder y terminar por aniquilar el poderío del PRI: los vientos de cambio se pueden consolidar… los milagros electorales no existen, aunque EPN y los priistas aun confíen en ganar.


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